miércoles. 24.04.2024

“A Gallardón no le importa saltarse la Ley para cobrar impuestos”

AGNESE MARRA
Las Asociaciones de Vecinos de Madrid están en pie de guerra. Acaba de llegar el recibo del nuevo impuesto de basuras y solicitan el impago. La tasa no sólo supone un doble cobro de un servicio público, sino que hace que los que menos tienen paguen igual o incluso más que los más ricos. Los ciudadanos de la capital dicen “basta”.
NUEVATRIBUNA.ES- 22.10.2009

Pagar más y recibir menos. Esta máxima la tiene bien aprendida el alcalde madrileño, Alberto Ruiz Gallardón. A los cobros del parquímetro, la tasa de vados y la actual multa por no saber reciclar (por no mencionar otros muchos nuevos impuestos) ahora el regidor de la capital quiere imponer una tasa de basuras.

El anuncio se produjo el pasado mes de febrero y en seguida comenzaron las primeras movilizaciones. Sin embargo, ahora ha llegado el recibo: “No lo podemos permitir y por lo tanto no hay que pagarlo”, explica Antonio Abueitah, miembro de la Asociación de Vecinos de Aluche que pertenece a la FRAVM (Federación Regional de Asociaciones de Vecino de Madrid).

Según el alcalde este nuevo impuesto se debe a que antes “no se pagaba por el servicio de recogida”. A lo que añade, que la nueva medida ayudará a incentivar el cuidado del medio ambiente. Sus justificaciones pronto se tambalean y más de un vecino tiene que respirar hondo para no soltar un alarido de indignación.

Hasta el año 1986 el IBI (Impuesto por Bienes Inmuebles) y la tasa de basuras de los madrileños se pagaba por separado. A partir de esta fecha los cobros se hicieron en el mismo recibo, lo que supuso que la factura del IBI incrementara un 25% más: “Nunca hemos dejado de pagar la basura, esa es una de las miles de mentiras de Gallardón. Ahora se quiere inventar un impuesto nuevo para superar el endeudamiento crónico de la capital”, señala Antonio.

Ante el argumento del medio ambiente, los vecinos se aguantan la risa: “Ahora mismo estoy enfrente de un contenedor. La basura se cae por los cuatro costados y la imagen es la misma todos los días”. Según Antonio Abueitah, el Ayuntamiento no ha puesto ningún interés en concienciar a la ciudadanía sobre el reciclaje, “pero eso sí, ahora quiere ponernos una multa si lo hacemos mal”, señala. La imagen de los contenedores de vidrio, papel y envases, es idéntica a la de la basura orgánica: “Ya no entra ni un papelito más y apenas hay espacios donde poder llevar el reciclado”.

Desde la Asociación de Vecinos de Aluche saben cómo enfrentarse al alcalde. Además de las movilizaciones ciudadanas, solicitan el impago de esta nueva tasa durante un año para después hacer que se retire el impuesto. “Es una vergüenza que en un momento como este, de paro y de crisis, nos quieran cobrar más por un servicio que ya pagamos, nos están tomando el pelo”.

A su vez la FRAVM está llevando a cabo una recogida de firmas que se entregarán el 12 de noviembre en los registros de las 21 juntas municipales. “Nosotros también apoyamos esta medida, pero nuestra postura principal es el impago de la tasa, no podemos permitir más atropellos”, dice enérgicamente Antonio.

GASTO PARA LOS POBRES Y AHORRO PARA LOS RICOS

La indignación que produce el nuevo impuesto va más allá cuando se conoce el carácter desigual que lo define. La tasa es progresiva según el valor catastral de las viviendas pero sólo hasta las valoradas en 150.000 euros. A partir de esa cantidad se acaba la progresividad de forma que paga igual una vivienda de ese valor que otra de un millón de euros.

El alcalde no sólo obliga a pagar a los que menos tienen lo mismo que pagan los millonarios, sino que también ha decidido que las grandes empresas no tengan que gastar ni un euro en la recogida de sus residuos, ya que ha eliminado la tasa en la que se gravaba a las grandes corporaciones generadoras de basura.

El Ayuntamiento espera obtener163 millones de euros con el cobro del nuevo impuesto. Pero las mejoras que promete Gallardón no son visibles para los madrileños: “Se supone que los impuestos tienen como objetivo equilibrar el gasto social para los ciudadanos, pero no vemos nada de eso”. Según Antonio Abueitah en el barrio de Aluche tienen una biblioteca cerrada hace tiempo, en el centro cultural se caen los focos y los polideportivos están hechos un desastre: “Sólo le interesan las obras faraónicas pero no quiere saber nada del bienestar de los barrios y de los servicios que se necesitan”.

MADRID EN QUIEBRA

Cuando Alberto Ruiz Gallardón llegó como alcalde de la capital, se encontró con una deuda de 1.700 millones de euros. En estos momentos ya supera los 7.000. Si tenemos en cuenta que ha gastado 5.000 millones en la M-30, 450 millones en su nueva sede y otro cientos de millones en chapa y pintura, las cuentas del consistorio cuadran.

Los cientos de millones que ha recaudado con el parquímetro no le dan ni para empezar a reponerse: “Lleva años exprimiendo los bolsillos de los ciudadanos con nuevos impuestos y no le ha importado bordear la Ley o saltársela para conseguirlo”, dice Antonio Abueitah. Este jueves el alcalde ha anunciado que en 2010 congelará los impuestos de los madrileños: “Siempre nos toma el pelo, después de todo lo que nos ha sacado se atreve a decir eso, es una vergüenza”, dice uno de los representantes de la Asociación de Vecinos de Aluche.

El mal cuerpo que ha generado esta tasa se escenificará en la manifestación del próximo 28 de octubre, a partir de las 19.30 horas, que comenzará en la Puerta del Sol para terminar en la Plaza Cibeles, enfrente de la sede del alcalde. Las asociaciones de vecinos animan a todos los madrileños a acudir con bolsas de basura simbólicas para dejar claro al Alcalde la retirada inmediata de la tasa. La FRAVM ha organizado otra manifestación el próximo 15 de noviembre y han asegurado que no será la última.

“A Gallardón no le importa saltarse la Ley para cobrar impuestos”