según denuncia el sindicato de enfermería de Madrid, SATSE

“Si durante todo el año las residencias están bajo mínimos, ahora más”

Las plantillas enfermeras, además de encontrarse bajo mínimos, están formadas mayoritariamente por personal eventual que, literalmente, “no pueden hacer más”.

Las bajas no se cubren y “es un lujo encontrar una residencia pública con dos enfermeras en el turno de noche aunque tengan a su cargo a más de 500 residentes”

Los últimos sucesos acaecidos en la residencia pública de Arganda del Rey han puesto en evidencia una realidad que el sindicato de enfermería de Madrid, SATSE, lleva denunciando desde hace años: “Las plantillas enfermeras de las residencias públicas de la Comunidad de Madrid son obsoletas, están bajo mínimos y no cumplen, ni de lejos, las recomendaciones que marca la Ley de Dependencia”.

“Es lamentable que tengan que ocurrir hechos como éstos para que se tomen medidas. Mucho nos tememos, explican, que, a pesar de ello la Comunidad continuará en la misma línea, algo inadmisible para la seguridad de las personas dependientes”.

Por otro lado, llegados a este punto consideran desde el sindicato "un lujo encontrar una residencia que cuente, por ejemplo, con dos enfermeras en el turno de noche a pesar de que lo normal es que, en estos casos, cuenten con más de 500 residentes a su cargo. A veces, cuando una enfermera ha caído enferma ha sido su compañera la que ha tenido que atender a todos los residentes ya que lo normal es que no se cubran las bajas”.

Las plantillas están diseñadas hace más de 20 años y en aquellas residencias que, en principio, estaban destinadas a residentes válidos (que necesitaban una mínima atención por parte de enfermería) siguen considerándose para válidos cuando en realidad la mayoría de sus residentes son no válidos y sufren patologías que requieren innumerables cuidados por parte de enfermería. El número de profesionales de enfermería sigue, sin embargo, siendo el mismo a pesar de que la atención que necesitan los residentes se han incrementado exponencialmente en los últimos años.

En verano, aún peor

Se ha tenido que tratar a residentes con síntomas de deshidratación al no funcionar el aire acondicionado. Las externalizaciones del mantenimiento de los centros tienen la culpa

Si la situación que atraviesan las residencias públicas madrileñas dependientes de la Consejería de Asuntos Sociales y Familia es precaria a lo largo del año, en estos meses estivales es aún peor, denuncia el sindicato.

Las vacaciones no se cubren y son los propios enfermeros los que deben suplir la falta de sus compañeros. Además, las malas condiciones laborales (económicas y profesionales) hacen que casi nadie quiera trabajar en las residencias públicas dependientes de la Consejería de Asuntos Sociales. Los trabajadores que hay dan el máximo de su profesionalidad para paliar la situación, que exige más plantillas ya que las existentes son insuficientes para cubrir los estándares mínimos.

La externalización del mantenimiento de las residencias públicas ha provocado, además, problemas sanitarios añadidos ya que cuando se produce una avería se tiene que llamar al servicio externo de mantenimiento que acude cuando puede. En alguna ocasión los residentes han tenido que soportar altas temperaturas por averiarse el aire acondicionado en un fin de semana y no se ha podido arreglar hasta bien entrada la semana. Este hecho provoca que el personal de enfermería tenga que tener un especial cuidado en que no se produzcan deshidrataciones o empeoramiento de las patologías que sufren los residentes motivado por el aumento de la temperatura en las instalaciones.

Desde el Sindicato de Enfermería de Madrid se anima a trabajadores y familiares de residentes “a denunciar situaciones que consideramos inaceptables”.