viernes. 29.03.2024
SANIDADPUBLICA

Vivimos momentos críticos para el futuro de la Sanidad Pública en España. El gobierno del PP a nivel central, y muchos gobiernos autonómicos están apostando seriamente por los recortes, el deterioro y la privatización de la Sanidad Pública. Esta estrategia privatizadora esta adoptando multitud de concreciones practicas, que en muchos casos pueden pasar desapercibidas por lo que es necesario evidenciarlas.

Pretendemos desvelar solo las mÁs significativas, pero hay que ser conscientes de que los privatizadores utilizaran todo tipo de argucias y maquillajes para avanzar en sus objetivos. Por eso es muy importante estar atentos a todas las iniciativas y hacer patentes sus objetivos encubiertos.

Las estrategias de privatización sanitaria en concreto pasan por:

1) La fusión de empresas tecnológicas, laboratorios farmacéuticos, multinacionales de servicios sanitarios, consultoras, bancos y  fondos de capital riesgo que están adquiriendo centros, servicios y parcelas enteras del sistema sanitario con el apoyo y complicidad de los responsables políticos.

2) Fórmulas utilizadas en hospitales: PFI, concesiones, consorcios, etc, que dejan en manos de empresas privadas la construcción, los servicios denominados como “no sanitarios” y a veces todo el hospital, o permiten la presencia de capital privado en los centros, encareciendo los costes, disminuyendo significativamente el personal y cambiando la lógica de la atención sanitaria por la lógica del mercado y la rentabilidad económica

3) Fórmulas utilizadas en AP: EBAs que son miniempresas formadas por algunos profesionales sanitarios a las que se les concede la atención sanitaria de una zona básica de salud (existen en Cataluña y quieren desarrollarlas en Madrid), inclusión de la AP en las concesiones administrativas de áreas sanitarias (en Valencia: Alzira, Denia, Torrevieja,…).

4) Planes de choque de listas de espera derivando sistemáticamente enfermos con patologías rentables a los centros privados, ahí suelen jugar un papel sustancial los centros de llamadas (“call center”) en manos de empresas privadas que se encargan de manipular y/o sesgar la información a favor de los centros privados.

5) “Externalizaciones” de prestaciones: pruebas diagnosticas y tratamientos, derivando hacia centros privados, en muchos casos desde los propios centros públicos a los enfermos para determinadas actuaciones sanitarias.

6) La utilización de la llamada Gestión Clínica (basada en la coordinación de los diferentes recursos que intervienen en los procesos asistenciales, con implicación de los profesionales y utilización de instrumentos que garanticen la racionalidad científicamente comprobada de las decisiones), para fragmentar los centros y niveles en empresas con personalidad jurídica, presupuesto propio, capacidad de comprar y vender sus servicios y lucrase de ello en un marco de competencia cambiando el Estatuto del Personal por el laboral de la libre empresa. Esta perversión de la Gestión supondrá también una oportunidad para seleccionar las parcelas más atractivas del sistema y para influenciar las estrategias de las mismas (como, por ejemplo, generalizar los cribados poblacionales que necesitan importantes y costosos recursos tecnológicos en detrimento de las estrategias comunitarias basadas en la promoción, la prevención y la Atención Primaria). Algunas de estas estrategias ya están siendo promovidas desde algunas  asociaciones profesionales (presuntamente científicas).

7) El desarrollo acelerado de la informatización del sistema (plataformas informáticas, historia clínica electrónica, etc.), que está siendo  asignada a empresas multinacionales relacionadas con los seguros, laboratorios, industria de tecnologías sanitarias, bancos, fondos de inversión y consultoras, etc., que además de enormes beneficios económicos tendrán acceso a la información de salud de todos los ciudadanos para organizar impunemente sus estrategias  para apoderarse del conjunto del sistema sanitario público (el estallido de la burbuja inmobiliaria y la crisis les ha reducido su capacidad de ganancias y han visto en la sanidad financiada con dinero público una enorme oportunidad de negocio)

8) La cesión al sector privado de los servicios estratégicos del Sistema como la planificación, información, acreditación de servicios, adquisición y evaluación de los recursos tecnológicos, investigación, docencia, es decir toda la inteligencia  del sistema. Esta política además de incrementar de manera dramática el gasto sanitario y proporcionar una enorme oportunidad de negocio al sector privado, está poniendo en manos privadas la información más sensible del sistema y de los ciudadanos. Esto explica el empeño del lobby de  empresarios, gestores y farmaindustria por afirmar que mientras se mantenga la financiación pública se garantiza el carácter público del sistema.

Todos estos mecanismos funcionan de manera complementaria y solo tienen como finalidad: fragmentar, deteriorar y desmantelar la Sanidad Pública, favorecer el crecimiento de negocio del sector privado, aunque sea con elevados sobrecostes. Y después permitir un cambio del modelo sanitario en el que las personas con mas recursos reciban la asistencia sanitaria del sector privado según su capacidad de pago directo o las coberturas de su seguro privado, los trabajadores continúen con la asistencia sanitaria a cargo de una seguridad social, recortada y deteriorada, y el resto de la población quede en manos de la beneficencia- Si lo consiguieran se trataría de un retroceso de 40 años en nuestro sistema sanitario que produciría un notable empeoramiento en el nivel de salud de la población. Entre todos deberíamos de trabajar para evitarlo.


Marciano Sánchez Bayle y Manuel Martín García | Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública

Las Las múltiples facetas de la estrategia para privatizar la sanidad