viernes. 19.04.2024
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Foto: Departamento de Comunicación de CCOO.

Como ya viene haciendo desde 2004, la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (FADSP) acaba de publicar su último informe ‘Los servicios sanitarios de las CCAA 2014’, donde se evalúan las diferencias en los sistemas sanitarios autonómicos presentes desde la finalización de las transferencias sanitarias generando desigualdad en el acceso a la protección de la salud.

Valencia y Canarias, las CCAA con peor asistencia sanitaria

En el informe, la puntuación máxima posible es de 98 y la mínima de 23. La puntuación media obtenida por las CCAA ha sido de 61,76 (DS 2,46) con un intervalo de confianza para la media entre 56,54 y  66,98 (rango de 46 a 82).

1) CCAA con mejores servicios sanitarios:

  • Navarra: 82
  • Aragón: 75
  • País Vasco: 73
  • Asturias: 73
  • Castilla y León: 72

2) CCAA con servicios sanitarios regulares:

  • Andalucía: 64
  • Cantabria: 64
  • Galicia: 61
  • La Rioja: 60

3) CCAA con servicios sanitarios deficientes:

  • Castilla La Mancha: 59
  • Cataluña: 57
  • Extremadura: 56
  • Madrid: 56

4) CCAA con peores servicios sanitarios :

  • Baleares: 54
  • Murcia: 53
  • Canarias: 47
  • Comunidad Valenciana: 46

Todas las CCAA se suben al carro de los recortes en Sanidad

Es evidente que la política de recortes ha afectado a todas las CCAA

La FADSP señala que la diferencia entre CCAA es claramente excesiva (de 36 puntos sobre un máximo alcanzado de 82) y “se sigue evidenciando una gran disparidad en los servicios sanitarios entre las CCAA, que va en aumento, lo que pone en peligro la necesaria cohesión y equidad entre territorios”.

Asimismo recuerda que una mejor situación en la puntuación de las CCAA no supone que no se hayan producido recortes y retrocesos en su sistema sanitario, lo que ha sucedido en todas las CCAA, sino que o bien se encontraba en una mejor posición de partida, o bien estos recortes han sido comparativamente menores que en los demás servicios sanitarios autonómicos. 

No obstante, el informe resalta que las últimas CCAA siguen siendo mayoritariamente las mismas, que 2 de ellas (Canarias y Valencia) permanecen en los 2 últimos puestos durante los 6 últimos años analizados y Valencia es la última en 10 de los 11 años analizados (entre ellos los 8 últimos).

Los cinco primeros puestos en los 5 últimos años los ocupan las mismas CCAA con cambios en las posiciones relativas. Los tres últimos también las mismas CCAA desde 2012 (esta vez incluso en el mismo orden). Los cambios más llamativos son los de Extremadura que retrocede 3 posiciones, las mismas que sube Castilla La Mancha  mientras que Galicia retrocede 2 posiciones.

“Es evidente que la política de recortes ha afectado a todas las CCAA, pero a unas más que a otras, dependiendo del interés de sus gobernantes por preservar la Sanidad Pública existiendo algunos que han hecho una política menos agresiva contra sus sistemas sanitarios”, dice la FADSP.

Además, los recortes presupuestarios y la aprobación del RD Ley 16/2012 ha tenido intensidad y calendarios distintos según las CCAA por lo que la percepción de su efecto es distinto en cada territorio.

15.000 millones de euros menos en gasto sanitario desde 2009

Desde 2009 se ha producido una disminución muy significativa de los presupuestos  públicos destinados a la Sanidad. Solo un dato, en 2009 el presupuesto liquidado de la Sanidad Pública alcanzó los 70.000 millones € y en 2014 la cantidad presupuestada para esta finalidad era de 52.700 millones €, y aunque es probable que hay una desviación al alza a la hora de la liquidación es poco probable que supere el 10%, es decir el gasto sanitario público en 2014 será aproximadamente 15.000 millones € inferior al de 2009  (un recorte del 21,42%).

Los recortes de personal e infraestructuras: como consecuencia de los recortes económicos se ha disminuido de manera muy notable las plantillas de los centros sanitarios, se han cerrado camas, disminuido actividad de los quirófanos, alta tecnología, etc. Como siempre en medio de la mayor opacidad, pero se conocen hechos bien relevantes, como son los 53.000 trabajadores menos que tiene el sistema sanitario público, o el aumento importante de las listas de espera tanto de consulta externa, como quirúrgica, de pruebas diagnósticas o de consulta de atención primaria.

Crece el número de ciudadanos descontentos con la sanidad

La opinión de la ciudadanía en las encuestas del Barómetro Sanitario constatan la percepción de esta situación, así los 2 últimos años ha caído la puntuación que le dan a la Sanidad Pública, también retrocede el porcentaje de población que piensa que el sistema sanitario funciona bien o bastante bien, y se han disparado los que piensan que la asistencia sanitaria ha empeorado entre 2009 y 2013 (del 8,3% al 27,89% para las consultas de atención primaria; del 9,7 al 32,17% para las consultas de especialistas; de 8,9 al 32,29% en la atención hospitalaria), incluso para la atención en urgencias se ha pasado del 28,31% en 2012 (primer año en que se pregunto) al 39,27% en 2013.

Datos más recientes (encuesta de Métroscopia 2014) señalan que el porcentaje de ciudadanos que evalúan de forma positiva a la organización de la Sanidad Pública ha caído del 73% al 49% en un año (de 2013 a 2014).

Hay también que tener en cuenta que la opinión de la población fue recogida entre junio y septiembre de 2013 por lo que las medidas adoptadas posteriormente no se ven reflejadas en la misma.

Las privatizaciones siguen incrementándose 

Según la FADSP “hay pruebas inequívocas” de que las privatizaciones suponen un sobrecoste de entre 7 y 9 veces sin mejorar la calidad de la atención sanitaria (en muchos casos incluso la empeoran), y ello significa que los centros públicos de gestión tradicional ven reducidos mas aún unos presupuestos ya escasos. Por otro lado se produce un fenómeno de derivaciones sistemáticas a los centros privados.

Los copagos, un obstáculo en el acceso a la sanidad

Además hay otros fenómenos que han incidido sobre el sistema sanitario público, especialmente los derivados del RD Ley 16/2012, que como los copagos suponen un obstáculo para el acceso a prestaciones sanitarias necesarias. Hay encuestas que señalan que tras el copago farmacéutico un 14,76% de la población no retira medicamentos prescritos por problemas económicos (porcentaje que aumenta hasta el 20% en el caso de los pensionistas y un 23% en el de los parados). No existe ningún seguimiento por parte de las administraciones sanitarias sobre el impacto que estas medidas tienen sobre la salud de la población.

Estos problemas son generalizados de todo el Sistema Nacional de Salud y han afectado, en mayor o menor medida, a todas las CCAA, pero una vez mas ha habido distintas formas de aplicación de las mismas que, incidiendo sobre las diferencias previas las han aumentado o disminuido.

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