viernes. 19.04.2024

La Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (FADSP) han realizado un informe sobre las repercusiones de la crisis en la Atención Primaria (AP) y su evaluación en las distintas Comunidades Autónomas, y han constatado que la crisis ha repercutido negativamente sobre la AP en todas las comunidades, siendo las tres primeras que obtienen peores resultados, y por orden: Baleares, Madrid y Canarias.

  • Las Islas Baleares, en primer lugar, aparece como la comunidad que peores resultados presenta de todas, aunque su situación sea muy parecida a la de Madrid. Como la mayoría, se ha visto perjudicada al disminuir su gasto sanitario total destinado a la AP, situándose en el 12,18% y en 174,90 euros por habitante. También, ha pasado de tener una ratio máxima por profesional en 2010 de 18,41% a tender a igualarse con el resto de comunidades con una diferencia en 2016 de 6,23 puntos. Aun así, ha aumentado su número en todas sus ratios por profesional de AP. Esto puede explicar que la preferencia de la población por la Atención Primaria se haya visto afectada y que se crea que ha empeorado (19,60%). A saber, el porcentaje de más de 1500 TSI (85, 26% en 2017) como el de más de 2000 TSI (7,46%) se han vuelto inadmisibles. Lo que es realmente sorprendente, es que al menos un 22,7% de la población ha percibido alguna vez una cita para más de seis días desde que la solicitó.
  • Madrid deja mucho que desear en lo que se refiere a la Atención Primaria ya que es la Comunidad Autónoma que menor gasto percibió en AP en 2016 (11,64%), aunque el mínimo de gasto por habitante aumentara en 25,31 euros y el número de procedimientos ascendiera a 39 unidades. Por lo tanto, continuaría desfinanciada más que el resto del SNS como se demostró en el diagnóstico de la salud y del sistema sanitario de la Comunidad de Madrid. A su vez, las ratios por profesional se han incrementado, principalmente la situación de enfermería es preocupante (30,31% más que el promedio) y de población infantil por pediatra (1162), como también se han elevado la cantidad de más de 2000 TSI por profesional en 2017 (7,81%). De esta manera, las urgencias hospitalarias se multiplican, generando una demora en las citas y una reducción del tiempo entre consultas de AP. Con lo cual, se ha detectado una preferencia de los pacientes por el sector privado (0,42 a 0,61) y una desmejora de la AP (+16,92%) en los últimos años recogidos.
  • En cambio, el caso de las Islas Canarias se aleja un poco de los dos anteriores. Sus resultados negativos giran en torno al aumento de la ratio de medicina de familia (1463) y de enfermería (1647) en 2017, y a la vez que Baleares y Madrid, la población prefiere la AP de la Sanidad Pública en menor medida (54,5%), con un incremento hacia el sector privado (de 0,44 en 2010 a 0,76 en 2018). Ante esta situación, es cierto que los errores percibidos de AP han disminuido en casi cinco puntos, como también se ha elevado el gasto sanitario total en Atención Primaria como el gasto en AP por habitante, disminuyendo sus ratios de pediatría y de auxiliar administrativo, sin embargo, las urgencias se mantienen en valores elevados todavía en 2018 (77,4%).

Sintetizando, urge la necesidad de fomentar la Atención Primaria en toda España abasteciéndola de los recursos suficientes tanto económicos como humanos, ampliando, como resultado, el número de especialistas y evidenciando una clara mejora del servicio y de la opinión por parte de sus pacientes. Esto originaría un efecto rebote que haría que la población de todas las CCAA considerase imprescindible la AP, frente un sector privado cada vez más invasivo. Todas las comunidades autónomas, y especialmente las tres que tienen resultados mas deficientes deberían empezar a tomar medidas al respecto desde el sistema político, como algo básico y esencial, si se quiere recuperar y propulsar la Sanidad Pública.

Las CCAA con peor atención primaria