jueves. 28.03.2024
semilla

El saco de semillas térmico es una pequeña bolsa de tela de algodón muy suave con forma de saquito, aunque en la actualidad puede encontrarse en diferentes diseños y formatos, por ejemplo, imitando la forma de un corazón, de nubes o animales. Como su nombre indica, su interior es un relleno de diferentes semillas.

Estos saquitos se popularizaron hace algunos años gracias a que su utilidad es muy amplia y, además, son ecológicos y naturales. Suelen tener un tamaño pequeño o mediano, por lo que se pueden transportar cómodamente a cualquier sitio y se pueden guardar sin que ocupen espacio. Al ser como “cojines” rellenos de semillas, son muy moldeables y se adaptan a cualquier parte del cuerpo.

Tipos de rellenos de los sacos de semilla térmicos

Ya que los saquitos suelen estar rellenos de diferentes semillas, una de las dudas más frecuentes que suelen tener aquellos que desean adquirirlos es qué materiales se utilizan para su elaboración, pues muchos los desconocen..

La variedad es muy amplia debido a que cada semilla se comporta de una manera diferente al ser calentada. En la mayoría de los casos, suele tratarse de mezclas que habitualmente pueden calentarse en el microondas.

A continuación, se analizarán las semillas más populares y comunes con las que se rellenan los sacos térmicos:

Saco térmico de arroz

Aunque existe, este saco no es de los más populares debido a que el arroz es muy sensible a la humedad y la absorbe rápidamente, lo que provoca que con el tiempo se quiebre y huela mal. Aun así, es una opción habitual.

Saco térmico de huesos de cereza

Su peso aproximado es de medio gramo, lo que provoca que aguante bien la temperatura. Sin embargo, suelen ser sacos más grandes y pesados. Aunque no poseen problemas como los de la semilla anterior, es cierto que no suelen ser muy cómodos a la hora de apoyarlos en determinadas zonas debido al tamaño de su semilla. De cualquier forma, tienen por lo general muy buena calidad y resistencia.

Saco térmico de semillas de mijo

Suele ser el favorito de muchos usuarios, pues esta semilla es pequeña y circular, lo que hace que tenga un tacto confortable y que se adapte muy bien a las formas del cuerpo. Aunque el calor no es tan duradero como en el de huesos de cereza, tiene el plus de ser más cómodo y agradable al tacto.

Saco térmico de trigo

Al igual que ocurre con el mijo, son semillas cómodas y adaptables al cuerpo. Son muy comunes y duraderas, aunque tienen un pequeño inconveniente: no resisten bien el calor y acaban por tostarse con el tiempo. Esto no les resta funcionalidad, pero adquieren un olor algo peculiar.

Muchos fabricantes añaden a sus sacos fragancias como lavanda o romero, las cuales se desprenden al calentarlos, realizando también aromaterapia en la zona.

Modelos de sacos térmicos de semilla

Como se comentaba anteriormente, existen diferentes modelos y tamaños de sacos, con formas específicas diseñadas para diferentes usos y partes del cuerpo.

Para bebés

Estos suelen ser de un tamaño mayor, imitando a un pequeño colchón para poder colocar al bebé encima y que el calor se reparta por todo su cuerpo. Como los bebés tienden a moverse mucho, es difícil colocar un saquito sobre ellos y esperar que se quede ahí, por lo que la mejor opción es apostar por unos sacos más grandes en los que puedan tumbarse. A la larga, este diseño también es válido para otros miembros de la familia.

Sacos para las cervicales

Estos poseen una forma peculiar, pues están ideados para que puedan colocarse en las cervicales y no se caigan. Poseen dos especies de brazos que abrazan el cuello, haciendo contrapeso y permitiendo la sujeción.

Pequeño y rectangular o circular

Esta es la forma tradicional y el tamaño estándar. Están hechos para ser colocados en la zona del foco de dolor, molestia o frío. Suelen tener fundas extraíbles para que puedan lavarse o combinarse. Es de los modelos más prácticos, pues puede usarse para todo y no ocupa espacio.

En realidad, existen páginas donde se pueden encargar diferentes formas y tamaños de sacos de semillas en función de las preferencias y el uso, pero los anteriormente señalados son los formatos más habituales.

Terapia de frío o de calor

Los sacos de semilla térmicos pueden utilizarse para realizar terapias tanto de calor como de frío. La manera más sencilla de calentarlos es introducirlos por unos minutos dentro del microondas junto con un vaso de agua, pues la humedad ayudará a la conservación.

Por el contrario, para hacer terapia de frío, el saco deberá introducirse por varias horas en el congelador dentro de una bolsa de plástico cerrada para que no pueda mojarse ni entrar en contacto con hielo, ya que si esto ocurre las semillas podrían estropearse a corto plazo.

¿Qué son los sacos térmicos de semilla?