viernes. 19.04.2024
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El hambre y otras formas de malnutrición no han hecho más que aumentar en los últimos años. Según la FAO se estima que en 2017, el número de personas subalimentadas ha alcanzado los 821 millones y más de 150 millones de niños sufren retraso en el crecimiento

Hoy día se sigue diciendo, como ya se planteó en la Cumbre de Río´92 y se volvió a ratificar en la Cumbre de Río+20, que el primer desafío de la sostenibilidad global es el hambre en el mundo. La sostenibilidad, el hambre y la seguridad alimentaria están intrínsecamente vinculadas. 

La Agenda 2030 incluye el Objetivo de Desarrollo Sostenible Número 2Poner fin al hambre, lograr la seguridad alimentaria y la mejora de la nutrición y promover la agricultura sostenible. Y la comunidad internacional se comprometió a erradicar el hambre y todas las formas de malnutrición en el mundo (el llamado concepto Hambre Cero). 

Los cuatro pilares de la seguridad alimentaria son la disponibilidad, el acceso, la utilización y la estabilidad. No obstante, difícilmente puede haber seguridad sin sostenibilidad para un sistema alimentario que no se comprometa con la satisfacción de las necesidades de las futuras generaciones. Asimismo el fin del hambre y una alimentación sana exigen sistemas de producción alimentaria sostenibles y prácticas agrícolas resilientes.

El hambre y otras formas de malnutrición no han hecho más que aumentar en los últimos años. Según la FAO se estima que en 2017, el número de personas subalimentadas ha alcanzado los 821 millones y más de 150 millones de niños sufren retraso en el crecimiento. Esto significa el 11% de la población mundial, o una de cada nueve personas. 

La inseguridad alimentaria que se aprecia hoy, además de contribuir a la desnutrición, también contribuye al sobrepeso y la obesidad, lo que explica en parte la coexistencia de estas formas de malnutrición en muchos países. Se necesita, por ello, una profunda reforma del sistema agrario y alimentario mundial. Sin embargo, los riesgos están bien patentes. Además de los conflictos y la violencia en muchas partes del mundo, la exposición a eventos climáticos extremos y más complejos, frecuentes e intensos, están mermando los logros alcanzados en la eliminación del hambre y la malnutrición. Lo cual afecta sensiblemente a la seguridad y la sostenibilidad alimentaria

¿Qué se puede hacer? Algunas acciones relevantes en relación con la producción, la dieta, y el control de alimentos. Un tercio de los alimentos que se producen para el consumo humano se pierde o desperdicia. Lo cual no es solo un fenómeno de los países ricos. En Latinoamérica y el Caribe son 127 millones de toneladas al año las que se desperdician, es decir, 223 kilos desperdiciados por habitante. 

Para avanzar, así, hacia o dentro del Ciclo de Foros organizados por la Asociación para la Sostenibilidad y Progreso de las Sociedades (ASYPS) y el Capítulo Español del Club de Roma, y en colaboración con la Obra Social de La Caixa y CaixaForum, se presenta un nuevo Foro sobre 'Seguridad alimentaria y sostenibilidad'. una dieta saludable y contribuir a la eliminación del hambre y la malnutrición. 

Con este nuevo Foro se quiere contribuir a que las administraciones, agentes económicos y sociales y los propios ciudadanos puedan ser cada vez más conscientes de la trascendencia que tiene el poder lograr una seguridad alimentaria sostenible y equitativa, para avanzar, así, hacia una dieta saludable y contribuir a la eliminación del hambre y la malnutrición. 

Seguridad alimentaria y sostenibilidad