jueves. 28.03.2024

Imagen en portada de Blanca Escrigas

Para la mayor parte de las y los surfistas, encontrar el "punto ideal" en una ola es cuestión de práctica y error, experiencia e intuición. Para Nick Pizzo, investigador postdoctoral en la Institución Scripps de Oceanografía de la Universidad de California en San Diego, también es un asunto que puede abordarse científicamente.  

En un estudio recientemente publicado en el Journal of Fluid Mechanics, Pizzo afirma que una ola puede descomponerse matemáticamente para determinar su sección más potente, asegurando así una velocidad óptima.  

"Tomando como base la velocidad y geometría de la ola, se pueden determinar las condiciones para navegar por una ola y también dónde en la ola se encontrará la aceleración máxima ", dijo Pizzo, investigador y también surfista.  En este caso, el estudio de Pizzo reforzó lo que la mayoría de los surfistas ya conocían: que la parte de la ola que propulsa a un surfista con la mayor velocidad está justo debajo del labio, en el pocket.  Financiado por la Fundación Nacional de Ciencias y la Oficina de Investigación Naval, el estudio de Pizzo va más allá de ayudar a los surfistas a pillarse los tubazos.  

Imagen via Scripps Institution of Oceanography

 "El estudio fue motivado por importantes cuestiones científicas que conducen a una mejor descripción del océano, que podría ser utilizada en  modelos climáticos", dijo Pizzo. "Al estudiar la aceleración teórica de un surfista sobre una ola, podemos proporcionar una mejor descripción de las corrientes generadas por las olas al romper, lo que conduce a una mejor entendimiento de la dinámica y el balance energético entre atmósfera y  océano". 

Mientras que  la interacción de un surfista con el océano cerca de la costa representa los momentos finales de energía transferidos durante miles de kilómetros a través de la superficie del agua, Pizzo sostiene que el estudio de las olas pueden ayudar a predecir el clima, incluyendo tormentas y huracanes.  Un artículo en el blog de Scripps Institute hace hincapié en este punto:

"A medida que una ola se rompe en la superficie del océano, las corrientes se van generando y las gotas de agua en forma de spray son expulsadas del océano hacia la atmósfera", dice el artículo. "Estos procesos a pequeña escala son piezas de información clave para mejorar los modelos climáticos para una mejor predicción de tormentas y el clima". 


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