viernes. 19.04.2024
ojo

Pero ¿qué es la zona macular o mácula ocular? Es una pequeña área de la retina que permite a las personas ver con claridad los detalles pequeños y finos. Cuando esta no trabaja adecuadamente, los pacientes, por lo general, notan oscuridad o vista nublada.

En la actualidad se calcula que más de 25 millones de personas padecen esta patología, y anualmente aparecen 500.000 nuevos afectados. Y las cifras no terminan ahí. En los próximos años se prevé que una de cada diez personas de más de 50 años de edad la padezcan, con un incremento del 30% en personas de 65 y 80 años de edad.

¿Por qué se produce la DMAE?

El principal factor es la edad. Como dijimos anteriormente, la DMAE se origina a partir de los 50 años y su afectación se profundiza con el pasar del tiempo.

Sin embargo, hay otros factores a tener en cuenta, como la predisposición genética. Y es que, según estudios, se estima que un 50% del riesgo de DMAE es hereditario y la posibilidad de padecerla aumenta entre 3 y 6 veces, si son los padres quienes la sufren.

Luego vienen los factores ambientales: malos hábitos alimenticios, obesidad, problemas circulatorios, exposición directa y prolongada al sol, hipertensión arterial y fumar. Este último multiplica por 5 las posibilidades de desarrollar DMAE.

Síntomas de la DMAE

Son muy pocos los síntomas que suelen presentarse en las primeras fases de la enfermedad. Generalmente, el síntoma se detecta al consultar con un especialista de problemas con la visión.

Sin embargo, eso no quiere decir que no existen. Aquí te presentamos algunas:

  • Visión central ligeramente borrosa.

  • Visión borrosa paisaje.

  • Visión central difusa o nublada que empeora a medida que avanza la enfermedad.

  • Visión manchada o distorsionada

  • Visión manchada o distorsionada que dificulta la lectura, la conducción o el reconocimiento de rostros familiares.

  • Las líneas rectas pueden percibirse onduladas.

  • Puntos ciegos.

  • Dificultad para distinguir texturas o para diferenciar colores.

  • Problemas de adaptación a cambios de iluminación.

  • Necesidad de más luz para realizar tareas normales.

  • Pérdida de la percepción de profundidad.

Tipos de DMAE

Tradicionalmente existen dos tipos de DMAE: la húmeda o exudativa y la seca o atrófica. Esta última es la más común, de hecho, el 90% de los casos de DMAE es seca.

Por su parte, la DMAE húmeda o exudativa es menos común, pero suele tener un diagnóstico visual menos optimista que la forma seca. Se origina al producirse vasos sanguíneos anormales en la parte posterior del ojo, que dejan escapar sangre y puede ocasionar la pérdida acelerada de la agudeza visual.

Tratamientos de la DMAE

La DMAE seca, actualmente no tiene un tratamiento efectivo, aunque hay estudios que están probando la aplicación de fármacos de inyección intravítrea para controlar su progresión en determinados pacientes.

Respecto a la DMAE húmeda puede tratarse eficazmente, gracias al desarrollo de nuevos fármacos antiangiogénicos, que se inyectan en el interior del ojo (inyecciones intravítreas) y actúan inhibiendo el factor de crecimiento endotelial vascular (anti-VEGF) para impedir la formación de nuevos vasos sanguíneos anómalos. De este modo, permiten frenar la enfermedad y lograr que la mayoría de pacientes puedan mantener e, incluso, recuperar la visión.

¿Dónde acudir para tratar la DMAE?

Hay varios sitios especializados para tratar la DMAE, donde el paciente podrá consultar y acceder a servicios como tratar problemas oculares, practicarse una cirugía refractiva, operación cataratas, operación de presbicia y otros tratamientos.

Por ejemplo, Novovisión, además de ofrecer todos estos servicios, cuenta con un equipo médico altamente cualificado. Sus sedes están ubicadas en Madrid, Murcia y Almería.

Consejos para prevenir la DMAE

Aunque la DMAE es hereditaria, eso no quiere decir que haya medidas que puedan reducir el riesgo de padecerla:

  • Hace ejercicios regularmente: Hacer ejercicios tres veces a la semana reduce en un 70% el riesgo de desarrollar la DMAE húmeda o exudativa.

  • Seguir una dieta saludable: Sabemos que a veces es difícil seguir una dieta saludable, con tantos antojos y dulces que hay. Pero una dieta baja en grasas saturadas y colesterol y rica en ácidos grasos omega-3, puede reducir el riesgo de sufrir DMAE.

  • Dejar de fumar: Un fumador no solo tiene el doble de riesgo de padecer DMAE, sino que incrementa el daño en la visión y acelera la enfermedad. Así que, por el amor a Dios, lo mejor que se puede hacer es dejar este vicio.

  • Antecedentes familiares: Si tienes familiares cercanos que han sufrido esta enfermedad, hay un 50% de posibilidades de desarrollarla. Por lo tanto, antes de ir a una revisión oftalmológica, es importante hablar con la familia para ver el historial y detectar la enfermedad precozmente.

Visitar a tu oftalmólogo regularmente: Puesto que la DMAE no produce síntomas al comienzo de la enfermedad, es importante someterse con regularidad a controles oftalmológicos, en caso de detectarla, se debe seguir con el cuidado y el tratamiento adecuado.

DMAE: Todo lo que necesitas saber sobre esta enfermedad ocular