jueves. 28.03.2024
la-marihuana-es-adictiva

Los efectos y las consecuencias de esta droga causan en la actualidad una cierta confusión en la sociedad.

Hay quien defiende su consumo atendiendo a ciertos efectos terapéuticos que produce y hay quien lo critica por los efectos perjudiciales que provoca y por actuar como factor de riesgo para diversas enfermedades.

Lo mismo sucede respecto a los componentes adictivos de la marihuana, ya que hay gente que afirma no constituir una droga adictiva y hay gente que dice que sí lo es.

Para salir de dudas, en este artículo explicaremos si la marihuana es adictiva o no y expondremos los principales efectos que origina en el cerebro cuando se consume.

¿La marihuana puede producir adicción?

La marihuana es una mezcla de color verde de hojas trituradas, tallos, semillas y flores secas extraídas de la planta Cannabis Sativa y sí, confecciona una droga que con su consumo puede producir adicción.

Con el paso del tiempo, la sobrestimulación que produce el consumo de esta doga en el sistema endocanabinoide puede causar cambios en la estructura y el funcionamiento del cerebro y pueden llevar a la aparición de un adicción a la sustancia.

Cuando aparece la adicción, el consumidor no puede parar de usar la droga y requiere la marihuana para experimentar una serie de efectos que se vuelven indispensables para su bienestar.

Este hecho se traduce en que la persona sigue consumiendo marihuana a pesar de conocer los efectos negativos que origina o incluso de percibir los daños o los perjuicios que está originado directamente sobre su cuerpo.

Además, la adicción que produce esta sustancia se presenta de forma muy vinculada con el síndrome de abstinencia.

De este modo, las personas que usan marihuana de una forma empedernida pueden presentar una serie de síntomas cuando no consumen la droga.

Estos síntomas aparecen por la necesidad que desarrolla el cerebro de funcionar con normalidad únicamente cuando se consume marihuana (la adicción) y se caracterizan por presentar irritabilidad, dificultades para dormir, problemas con el temperamento, falta de apetito, intranquilidad y/o molestias físicas.

A pesar de lo comentado hasta ahora, la adicción a la marihuana merece una serie de especificaciones ya que la respuesta adictiva que produce el consumo de esta droga se presenta de una forma menos clara que en otro tipo de sustancias.

Así pues, la adicción puede no presenciarse en todas las personas que consumen marihuana y puede estar sujeta a diversos factores.

¿De qué depende la adicción a la marihuana?

El hecho de que la adicción a la marihuana cree controversia en la sociedad tiene sus explicaciones.

De hecho, no creo que nadie dude del potencial adictivo del tabaco o de la cocaína, ya que quien lo haya consumido alguna vez rápidamente sabrán que estas sustancias producen adicción con mucha facilidad.

Sin embargo, hay gente que fuma marihuana y no experimenta adicción, por lo que se puede postular que esta sustancia no crea adicción.

Esta afirmación no es cierta ya que, como hemos visto anteriormente, la marihuana puede causar adicción, por lo que constituye una droga adictiva.

Sin embargo, el potencial adictivo puede depender de distintos factores, hecho que origina la discrepancia de opiniones. Para los que desarrollen la adicción será adictiva y para los que no, no.

Patrón de consumo

El principal factor que determina la adicción de la marihuana radica en el tipo de consumo que se realiza.

Esa persona que se fuma un porro de vez en cuando o que consume marihuana periódicamente pero no a diario ni de forma empedernida, muy probablemente no desarrolle adicción a la sustancia.

Para volverse adicto a la marihuana, se debe realizar un consumo elevado de esta sustancia (no periódico) y debe consumirse durante años.

Los efectos de adicción no aparecen con los primeros consumos, incluso si estos se realizan varias veces al día, pero sí que afloran cuando este patrón de consumo se mantiene durante unos años.

Composición de la marihuana

El otro factor que determina la adicción de la marihuana es su propia composición y los activos que posea la droga consumida.

La marihuana está compuesta por múltiples sustancias pero la concentración principal recae en dos cannabinoides: el cannabidiol (CBD) y el tetrahidrocannabinol (THC).

El CBD no es una sustancia psicoactiva y se considera que produce la mayoría de los efectos terapéuticos que proporciona la marihuana.

Provoca un efecto sedativo ya que inhibe la transmisión de señales nerviosas asociadas al dolor, proporciona tranquilidad, puede aliviar la inflamación y reduce el crecimiento de las células de cáncer de mama en humanos.

El THC por su parte, es el principal constituyente psicoactivo del cannabis, produce las principales alteraciones perceptivas que causa el consumo de marihuana, puede producir euforia, inhibe el apetito y el sabor, y se ha asociado a la aparición de trastornos psicóticos y respuestas adictivas.

De este modo, cuantas mayores cantidades de THC presente la droga, más adictiva será y cuanto más CBD contenga, menos adictiva será.

el componente principal del cannabis puro es el CBD (40% aproximadamente) mientras que el THC se presenta en menor cantidad (20% aproximadamente).

No obstante, cada vez más se modifica la composición de la marihuana de forma previa a su comercialización, incrementando las concentraciones de THC para aumentar su poder adictivo.

¿Por qué se considera una droga adictiva?

La marihuana es una droga que puede causar adicción con su uso y, a pesar de que no todos los consumidores acaben desarrollándola, se considera una droga adictiva.

Y es que las sustancias se consideran adictivas en función de su características endógenas y no a través de los efectos específicos que realizan en cada persona.

El tabaco tampoco puede volverse adictivo en una persona que fuma sólo 10 cigarrillos en su vida, pero no por eso deja de ser una sustancia adictiva.

Lo mismo sucede con la marihuana, la cual, a pesar de poseer un potencial adictivo más reducido, puede provocar adicción.

De este modo, el hecho de que un consumidor de marihuana no desarrolle adicción a la sustancia no permite afirmar que esta no sea adictiva.

El sistema endocannabinoide

El sistema endocannabinoide es el mecanismo cerebral sobre el que actúan los cannabinoides y, por lo tanto, la marihuana.

Se ha objetivado que es un sistema muy extendido, con un papel relevante en el desarrollo cerebral y que regula funciones fundamentales como el apetito, el metabolismo energético, la analgesia, el control motor, diversos procesos neuroendocrinos, neurovegetativos (temperatura) o el sistema de recompensa cerebral.

El receptor CB1 (uno de los receptores del sistema endocannabinoide) se localiza principalmente en cerebelo y el hipocampo, y controla funciones como la coordinación motora y la memoria.

La modificación de estos receptores con el consumo de marihuana explicaría los efectos de incoordinación y las dificultades para retener información y/o acordarse de cosas que se experimentan cuando se usa la sustancia.

Así mismo, estos receptores también se localizan en el córtex en relación con la regulación de funciones cognitivas, en el tálamo regulando mecanismos del dolor y las emociones, y en el hipotálamo regulando el apetito.

Estas últimas localizaciones del CB1 podrían explicar otros efectos del consumo de marihuana como las dificultades para racionalizar, la inhibición de dolor, la alteración emocional y el aumento del apetito.

Finalmente, se ha observado como este sistema modula la actividad de otros neurotransmisores como la serotonina y la dopamina, hecho que explicaría por qué puede provocar adicción el consumo de marihuana.

¿Cuánta gente padece adicción a la marihuana?

La marihuana es una de las drogas que tienen un inicio de consumo más precoz. La edad de inicio se calcula que es a los 16 años como promedio, situándose en un rango de entre 13 y 18.

No obstante, el riesgo de desarrollar dependencia y adicción es el más bajo de entre las drogas.

De este modo, la marihuana, a pesar de considerarse una droga adictiva, es la que posee un potencial de adicción más bajo.

Se calcula que sobre un 10% de los consumidores de cannabis acaban desarrollando dependencia a la droga, y solamente entre un 2 y un 4% de las personas que usan esta sustancia desarrollan adicción durante los primeros dos años.

Estos datos ponen de manifiesto que la marihuana es una de las drogas más consumidas pero es también la menos adictiva, y requiere un consumo prologando para causar dependencia.

No obstante, la intoxicación por marihuana puede provocar una serie de efectos de forma directa y, cuando la persona se vuelve adicta a la sustancia puede presentar síntomas y alteraciones graves.

Intoxicación, dependencia y abstinencia a la marihuana

Entre los efectos que puede causar el consumo de marihuana, hay que diferenciar tres conceptos distintos: la clínica originada por la intoxicación, los síntomas relativos a la abstinencia y las características de la dependencia o adicción a la marihuana.

La intoxicación ha referencia a los efectos directos que causa la droga cuando consume y al estado psicológico que adquiere la persona en el momento de ingerir marihuana.

La dependencia, es el concepto que sirve para explicar los síntomas y manifestaciones que desarrolla una persona cuando se vuelve adicta a la marihuana.

Finalmente, la abstinencia es el nombre que reciben todas esas manifestaciones que presenta una persona adicta a la marihuana cuando con consume la sustancia.

  1. Intoxicación

Los efectos psicoactivos de la marihuana comienzan unos pocos minutos después de haberla fumada y duran entre una y dos horas, aunque el THC puede permanecer en el cuerpo durante mucho más tiempo.

Los efectos agudos del cannabis son muy variables entre personas y  dependen de la dosis, del contenido de THC, de la proporción THC/CBD y de la forma de administración.

La personalidad del individuo que consume, las expectativas o las experiencias previas y el contexto en el que se usa la droga también pueden ser factores que modulen sus efectos agudo.

En términos generales, el consumo de cannabis produce un efecto bifásico. Tras una fase inicial de estimulación, produciendo síntomas como euforia, bienestar o aumento de percepción, le sigue una fase donde predomina la sedación, la relajación y la somnolencia.

El cannabis produce también una agudización de las percepciones visuales, auditivas y táctiles, así como una ligera distorsión del espacio y tiempo.

La risa fácil, la locuacidad, el aumento del apetito, la intensificación de las relaciones sexuales, la disminución de la capacidad de concentración, la memoria y la resolución de tareas complicadas son otros síntomas que se pueden experimentar con el consumo de cannabis.

Como signos físicos se puede presentar enrojecimiento conjuntival, boca seca, taquicardia.

En algunos sujetos, especialmente en consumidores inexpertos o tras dosis elevadas pueden aparecer síntomas como ansiedad, disforia, síntomas paranoides y ataques de pánico, los cuales suelen desparecer de forma espontánea horas después del consumo.

  1. Dependencia

La dependencia o adicción a la marihuana se caracteriza por la presencia de un deseo intenso de consumo, una pérdida de control sobre dicho consumo y un repertorio conductual destinado a la obtención y el consumo de la droga.

Los sujetos que desarrollan dependencia al cannabis requieren la sustancia para funcionar adecuadamente y cuando no pueden consumirla experimentan una serie de síntomas conocidos como síndrome de abstinencia.

A diferencia de otras drogas, la tolerancia a la marihuana es poco potente y los fumadores empedernidos de esta sustancia sólo experimentan una mayor habituación a los síntomas físicos como taquicardia o descenso de la temperatura corporal.

  1. Abstinencia

La abstinencia al cannabis ha sido una entidad muy discutida y no aparece en la clasificación diagnostica norteamericana, el DSM-IV, aunque si en la CIE-10, y se han propuesto criterios del síndrome para que aparezcan en futuras ediciones

La controversia se ha debido a que con frecuencia este cuadro se presenta de una forma muy leve debido a la eliminación tan lenta que hace el organismo del THC.

Sin embargo, el cuadro se describe en más del 50% de los consumidores intensos o en el 15% de los consumidores regulares.

Los síntomas más típicos que se experimentan en el síndrome de abstinencia son rabia o agresividad, pérdida de apetito o peso, irritabilidad, nerviosismo, ansiedad inquietud e insomnio.

Síntomas menos frecuentes son los escalofríos, humor deprimido, dolor abdominal, temblor y sudoración.


Fuente: Lifeder

¿Es adictiva la Marihuana?