viernes. 19.04.2024
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Toma de posesión de Alfonso Alonso con simbología religiosa | Foto: Laicismo.org

Desde Europa Laica expresan su deseo de que se cumpla estrictamente la Constitución de 1978. 16.3: “Ninguna confesión tendrá carácter estatal” y ello afecta a todos los cargos electos de cualquier ideología o convicción

En este nuevo tiempo de regeneración democrática que deseamos, la neutralidad de las instituciones del Estado -en materia de religión- ha de ser un buen comienzo y por ello el compromiso y promesa de los cargos electos, solo ha de ser ante el conjunto de la ciudadanía y en presencia de símbolos exclusivamente civiles.

Dentro de unos días se van a celebrar las ceremonias, primero en los más de ocho mil ayuntamientos y posteriormente en otras instituciones del Estado, como Diputaciones, Cabildos y Parlamentos territoriales, donde se han celebrado elecciones recientemente.

Ante estas circunstancias y dentro de la regeneración democrática que prácticamente todos y todas han defendido en la campaña electoral, desde Europa Laica expresan su deseo de que se cumpla estrictamente la Constitución de 1978. 16.3: “Ninguna confesión tendrá carácter estatal” y ello afecta a todos los cargos electos de cualquier ideología o convicción.

Hasta ahora muchos alcaldes, concejales, diputados, procuradores, etc. juraban y/o prometían delante la Constitución y, también, de otros libros y símbolos sagrados, llevando de forma errónea sus convicciones y creencias personales al ámbito de lo público.

La única promesa o compromiso ha de ser con la ciudadanía y con las leyes civiles que entre todos nos hemos dotado. Por lo tanto la Constitución u otros textos o símbolos civiles deben ser los únicos que deben estar presentes.

Ningún reglamento de protocolo o costumbre ancestral debe de estar por encima de la Constitución y de la necesaria y estricta neutralidad que las instituciones del Estado han de mantener ante la cuestión religiosa o de otra ideología o creencia particular.

Las instituciones han de garantizar y fomentar el Derecho a la libertad de conciencia individual y la independencia efectiva del Estado con respecto a cualquier confesión religiosa o ideología particular, asegurando la neutralidad ideológica de las administraciones públicas. Será buen momento, el de las ceremonias de las tomas de posesión próximas, para iniciar la tan deseada regeneración democrática, en este nuevo tiempo.

"Las tomas de posesión de los nuevos cargos electos deben ser laicas"