Se acerca el 24 de mayo, día de elecciones municipales. Una jornada que irá precedida de una intensa campaña electoral por parte de los candidatos a centenares de alcaldías. Días en los que, seguro, muchos de los líderes políticos no se despegarán de sus teléfonos móviles. Mariano Rajoy, por ejemplo, es fiel a Apple, se le ha visto en varias ocasiones hablando ante las cámaras con su iPhone o mostrando datos en la pantalla a otros líderes; Pedro Sanchez llegó a crear un grupo en Whatsapp denominado “Apúntate mi teléfono” y a través del cual invitaba a los ciudadanos a estar en contacto mutuo y escuchar sus propuestas; Pablo Iglesias fue “cazado” y fotografiado hablando por móvil mientras conducía; Rosa Díez de UPYD afirmó haber recibido amenazas a través de Whatsapp al haberse filtrado su número de móvil en Internet.
Pero nuestros políticos no son los únicos que viven su día a día junto a los smartphones, eso sí, siempre bajo una exhaustiva seguridad. Por ejemplo, la canciller alemana Angela Merkel, usa habitualmente una Blackberry Z10 dividida en dos circuitos diferentes, por un lado, con una línea segura a prueba de hackers con la que tratar cuestiones de estado y para proteger sus conversaciones, chats privados y transferencias de datos, mientras que la otra línea la utiliza de forma habitual como cualquier otro usuario. Otro ejemplo de relación entre líder político y telefonía móvil es el presidente de la República de Francia, François Hollande, quien utiliza un teléfono Teorem, basado en un potente sistema de seguridad militar y que hace uso de un método de cifrado de voz afirma Jordi Sans, cofundador del Grupo Monsan y experto en telefonía móvil. A Barack Obama, se le ha visto usando diferentes dispositivos móviles como Blackberry y Samsung. Uno de los curiosos datos de seguridad que se conocen de Obama es que tan solo puede llamar a diez números de teléfono e incluso, la prensa de Estados Unidos, asegura que el presidente no lleva teléfono fuera de la Casa Blanca ni escribe mensajes de texto por seguridad.
Aunque también hay relaciones complejas entre móviles y políticos, como es el caso del mandatario de Corea del Norte, Kim Jong-un, ya que nunca se ha hecho público qué terminal utiliza, o el hermético presidente ruso, Vladimir Putin, quien asegura que no tiene móvil para evitar filtraciones y que tampoco usa Internet.
En el caso de España, el gasto delos móviles por parte de los líderes políticos fue cuestionado incluso con nuevas leyes como las que empleó el PP de Córdoba limitando a 150 euros el gasto en móvil de sus políticos tras comprobar que la factura en telefonía ascendía a 800.000 euros anuales. De hecho, la telefonía es uno de los grandes gastos del Congreso de los Diputados, donde cada diputado tiene a su disposición un iPhone y un iPad con conexión a Internet, afirma el Grupo Monsan, a todo ello se suma el coste de las líneas fijas de Congreso, elevando el gasto hasta 1.150.000 aproximadamente.
En ocasiones, incluso, el uso de los móviles entre nuestros políticos ha desatado polémicas. Una de las últimas tuvo lugar el pasado mes de febrero en el Congreso por parte de la vicepresidenta primera del Congreso, Celia Villalobos, a quien las cámaras le captaron jugando al Candy Crush Saga con su ipad. No ha sido la única a la que se le ha cogido jugando con su dispositivo móvil durante una intervención parlamentaria. Es el caso del ex lehendakari Patxi López quien intentó descargarse el juego 'The Croods', un título de Rovio -los creadores de Angry Birds-, y que fue 'cazado' por un fotógrafo.
