jueves. 28.03.2024
NUEVATRIBUNA.ES / AGENCIAS - 7.7.2009

Manuel Zelaya buscará apoyo en Washington para intentar retornar al poder en su país, donde el domingo el Gobierno interino le prohibió aterrizar en medio de violentas protestas que dejaron al menos un muerto. Zelaya, que el 28 de junio fue sacado de su casa a punta de rifle por militares y llevado a Costa Rica, se entrevistará este martes con la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, mientras el Gobierno interino trata de iniciar un diálogo con la OEA para exponer sus planteamientos.

Antes de abandonar Nicaragua con destino a Washington, el presidente hondureño ofreció una rueda de prensa en la que reveló que el grupo militar que ordenó el golpe de Estado de hace dos semanas dio instrucciones precisas para asesinarle.

Zelaya informó de que el jefe del Ejército, el general Romero Vásquez Velásquez, implicado en el golpe militar, le confesó que el grupo que tomó el poder en Honduras quería "eliminarle", pero el militar decidió a última hora enviarle al extranjero, en concreto a Costa Rica, para evitar que esto sucediera. Según el relato del presidente, el general le manifestó su amistad y le aseguró que sigue considerándolo como su comandante en Jefe, "pero las presiones y circunstancias del poderoso grupo que acompaña al presidente interino Roberto Micheletti no le permitieron otra salida". Zelaya contó que el general Vázquez Velásquez le dijo: "Usted nos tiene que agradecer presidente, algún día lo va a entender (...) este grupo que lo adversa querían que usted fuera eliminado".

TENSIÓN EN TEGUCIGALPA

En las calles de Tegucigalpa, unos 2.000 manifestantes marcharon indignados después de que al menos una persona muriera en el aeropuerto el domingo cuando grupos de simpatizantes de Zelaya trataron de entrar a la pista y los militares que la custodiaban abrieron fuego.

En una conferencia de prensa en la capital de Nicaragua, el depuesto presidente se refirió el lunes a la reunión prevista en Washington, con la que busca aumentar la presión sobre el gobierno de facto en Honduras: "Mañana lo que nosotros esperamos es precisamente el apoyo a las resoluciones que se han tomado con el fin de que este régimen represivo tenga que deponer su actitud en las próximas horas”.

Washington ha condenado el golpe de Estado dejando claro que lo considera “ilegal”, en contraste con las épocas de la Guerra Fría, cuando EEUU apoyó este tipo de acciones en Centroamérica. El portavoz del Departamento de Estado, Ian Kelly, insistió en que “nuestro objetivo continúa siendo la restauración de (...) el orden democrático en Honduras, renovamos nuestro llamamiento a todos los actores políticos en Honduras para hallar una solución pacífica a esta crisis".

No obstante, Estados Unidos prefiere esperar a ver cómo se desarrollan los acontecimiento y no ha tomado aún medidas para presionar a los golpistas como la suspensión de la ayuda a Honduras. El Departamento de Estado tiene programados 68.2 millones de dólares en ayuda para este año, frente a los 43.2 del año fiscal previo.

Este martes, el presidente Barak Obama se ha referido al caso hondureño desde Moscú, donde se encuentra en visita oficial, asegurando que EEUU apoya el restablecimiento del presidente democráticamente elegido, Manuel Zelaya, aunque este líder se haya opuesto a la política estadounidense. Obama ha asegurado que respalda la vuelta al poder de Zelaya "no porque esté de acuerdo con él" sino porque "respetamos el principio universal de que la gente debe escoger a sus propios líderes, estemos de acuerdo con ellos o no".

Por su parte, el Gobierno interino encabezado por el ex jefe del Congreso, Roberto Micheletti, reiteró que el retorno de Zelaya no es materia de discusión. En una declaración que deja la crisis política en un callejón sin salida, el ministro de Exteriores interino, Enrique Ortez, dijo el domingo que “esto es innegociable".

Ortez declaró a una radio de Chile que dos personas habían muerto en la protesta del aeropuerto, aunque la Cruz Roja, la morgue y el principal hospital de Tegucigalpa sólo han registrado una víctima mortal. Los simpatizantes de Zelaya marcharon el lunes por la mañana con un maniquí cubierto por la bandera azul y blanca de Honduras gritando "¡Asesinos, asesinos!" a militares y policías que vigilaban los alrededores de la casa presidencial. "Lo que queremos es paz y que vuelva nuestro presidente", dijo durante la marcha Gerson Aranda", un estudiante de 25 años quien aseguró que no podía asistir a clases debido al toque de queda, que fue endurecido el domingo.Entretanto, desde El Salvador, Zelaya hizo otra declaración: “Llamo a las Fuerzas Armadas de Honduras a que bajen sus rifles".

EL FACTOR CHÁVEZ

Zelaya estuvo acompañado en El Salvador por los presidentes de Argentina, Cristina Fernández; de Ecuador, Rafael Correa; de Paraguay, Fernando Lugo, así como del presidente de la Asamblea General de las Naciones Unidas, Miguel D"Escoto y del secretario general de la OEA, José Miguel Insulza.

El golpe de Estado fue el punto culminante de días de tensión en el empobrecido país de casi 8 millones de habitantes, donde Zelaya intentaba realizar una consulta popular que abriría el camino a la reelección presidencial, a pesar de que había sido prohibida por un juez. Zelaya irritó a grandes empresarios, líderes políticos incluso de su propio partido y a algunos sectores de la población con la consulta, en la que muchos veían la mano oculta de su aliado venezolano, Hugo Chávez.

El Gobierno interino insiste en que no se trató de un golpe, pero mientras tanto el país empieza a quedar aislado internacionalmente, después de que préstamos vitales hayan quedado suspendidos y la Organización de Estados Americanos (OEA) dejara a Honduras fuera del organismo como penalización por haber roto el sistema democrático. El lunes, el embajador hondureño en Washington -designado por Zelaya pero que ha seguido en el cargo con el nuevo Gobierno interino pese a que éste no cuenta con el reconocimiento de Estados Unidos- dijo que se estaba integrando una misión para dialogar con la OEA sobre la crisis política en el país. El embajador, Roberto Flores, señaló a la radioemisora local HRN: "Hay una expresión de voluntad política (de la OEA) de que a través de la apertura de un diálogo podamos avanzar para encontrar soluciones a esta situación".

El Gobierno de Chile, que ocupa la presidencia temporal de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), también anunció el lunes que está manteniendo contactos con mandatarios de la región para colaborar en la solución de la crisis, ahora que se veían algunos indicios de diálogo por parte del Gobierno de facto.

Zelaya busca el apoyo de EEUU