viernes. 19.04.2024
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Alrededor de cien mil gazatíes, del 1'8 millones que viven en una extensión de 360 kilómetros cuadrados, malviven en refugios

El verano pasados muchos ciudadanos vivimos intensamente los bombardeos del ejército israelí a la franja de Gaza. Era noticia de primera página y solía abrir los informativos de televisión.

Israel bombardeó muchos de los túneles por los que entraban alimentos, ganado, utensilios para el campo y hasta quirófanos para unos hospitales depauperados. En estos momentos la situación es más grave que en septiembre una vez finalizados los bombardeos. El bloqueo israelí es demoledor y la población vive desesperada.

Entre los meses de diciembre y febrero pasado los pescadores palestinos sufrieron 77 ataques de la marina de Israel y los botes de los que superaron seis millas fueron confiscados, según datos de Oxfam. A eso hay que añadir que los bombardeos del pasado verano afectaron a 17 mil hectáreas dedicadas a la agricultura, según Human Right Watch.

Una vez finalizados los bombardeos, comenzó a hablarse de reconstrucción pero todo ha sido una pura entelequia. El Ministro de Exteriores español se sumó a este baile de buenas intenciones diciendo que España podría facilitar casas  prefabricadas, pero no hemos visto ninguna. Hace escasos días entraron los primeros camiones con algo de material.

Ni siquiera han entrado, al parecer, materiales de David Hatchwell Altaras, presidente de la multinacional Excem Grupo, presidente de la comunidad judía de Madrid y uno de los principales donantes de Netanyahu en su campaña,  además de  promotor de viviendas sociales en países emergentes.

Los colegios de Naciones Unidas bombardeados, siguen sin funcionar y muchos otros están sirviendo de refugio a personas que se quedaron sin casa. Eso significa que en los colegios restantes han tenido que montar turnos para que los niños y niñas vayan a la escuela.

Alrededor de cien mil  gazatíes, del 1´8 millones que viven en una extensión de 360 kilómetros cuadrados, malviven en refugios.

La ONG Intermon Ofxam ha declarado recientemente que la reconstrucción de edificios, hospitales y colegios puede durar un siglo si el bloqueo por parte de Israel se mantiene en las actuales condiciones. No hay que olvidar que ya Naciones Unidas hizo público un comunicado el pasado verano diciendo que  de seguir el bloqueo vigente la Franja podría dejar de ser un lugar habitable en 2020.

El pasado 8 de julio, Israel inició una operación militar a gran escala de cincuenta días en Gaza, en la que murieron 2.200 palestinos y 11.000 resultaron heridos, mientras 18.000 viviendas quedaron destruidas

El pasado 12 de octubre, los países donantes se comprometieron  en El Cairo  destinar 5.400 millones de dólares para la reconstrucción de Gaza pero  ese dinero no llegó e Israel ha seguido imponiendo el bloqueo que ya dura ocho años.

El Ministerio de Información palestino difundió un informe, tras los bombardeos del verano del 14,  en el que se estimaba que  la Franja de Gaza necesitaría  5.000 millones de dólares -cerca de 3.742 millones de euros-, casi tres veces el PIB de la Franja, sólo para reconstruir las estructuras dañadas durante los  29 días de agresión.

La reconstrucción deberá tener en cuenta también  24 centros médicos dañados, 141 escuelas, el 70% de los pozos de agua. Las principales agencias de la ONU y las ONG internacionales declararon a  Gaza como una zona de “crisis humanitaria” y pasados ocho meses todo sigue igual.

La llave la tiene Israel abriendo los check points y dejando pasar los camiones con materiales pero la realidad es que el Gobierno de dicho país ni quiere ni desea ayudar y eso que sus arcas serían las principales beneficiarias de una posible reconstrucción.

En los últimos meses hemos podido conocer historias escalofriantes como la del viejo Jibril que perdió este invierno a dos de sus cuatro nietos por hipotermia. En verano las bombas israelíes les destrozaron su casa y ahora viven bajo una pequeña estructura de madera cubierta de plásticos con una manta por puerta en la población de Beit Hanoun, una de las más afectadas.

“Una de las niñas fallecidas se llamaba Salma y  murió  con tan sólo 40 días de edad. Su cuerpo estaba empapado de agua de lluvia helada.  Una tormenta de invierno llamada "Huda" golpeó fuertemente a Gaza en enero. Salma fue su víctima más joven” relataba en una de sus crónicas Chris Gunnes.

Mientras tanto La agencia de Naciones Unidas para los refugiados palestinos (UNRWA), tuvo que suspender el mes pasado  la asistencia económica a familias afectadas ya que el dinero prometido por algunos países nunca llegó. Su director opinaba recientemente que el bloqueo hará la violencia “inevitable”.

En cualquier caso el problema quedaría resuelto con una apertura de fronteras y poner punto final al bloqueo. Pero Israel se niega y los israelíes miran hacia otro lado.

¿Y los gazatíes?