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NUEVATRIBUNA.ES / AGENCIAS - 24.10.2010

Los más de 400.000 documentos revelados el sábado por la web de Julian Assanges detallan al menos dos casos de abusos perpetrados por soldados británicos contra detenidos iraquíes. El viceministro no descartó, en este sentido, la apertura de una investigación sobre el comportamiento de las tropas británicas, pero dejó en manos de la administración estadounidense la posibilidad de emprender una medida similar respecto a sus propios soldados.

"Podemos quejarnos de la forma en que tuvieron lugar estas filtraciones, pero creo que la naturaleza de estas alegaciones es extraordinariamente grave", declaró el viceprimer ministro británico, Nick Clegg, en la cadena británica BBC. "Resulta perturbador leer sobre ellas porque son muy serias. Asumo que la administración estadounidense querrá sus propias respuestas. No nos corresponde decirles cómo deben hacer las cosas", añadió.

Sobre la posibilidad de emprender una investigación, Clegg insistió en que estos actos son lo suficientemente graves como para iniciar pesquisas. "Cualquier información que dé a entender que se han quebrantado las reglas básicas de la guerra, o que se ha permitido en modo alguno la tortura, es extremadamente seria y hay que examinarla", indicó. "La gente va a querer conocer las respuestas a unas alegaciones muy, muy serias, y cuya naturaleza, creo yo, perturbará a todo el mundo", añadió.

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