jueves. 28.03.2024

El ex gobernador de Massachussets logró mejorar su aritmética en una jornada en la que estaban en juego 419 delegados en la carrera republicana a la presidencia de Estados Unidos, de los que buena parte se sumará a los 203 con los que Romney contaba hasta hoy.

Con los resultados de los caucus en Alaska aún por definir, Romney conquistó las urnas en Virginia, Vermont, Massachusetts, Idaho y el estado clave de Ohio, del que dependen 66 delegados.

La batalla por Ohio, donde la victoria ha sido históricamente una condición para llegar a la Casa Blanca, se convirtió en un ajustado pulso entre Romney y su mayor rival, el ex senador Rick Santorum, que duró hasta pasada la medianoche, cuando, con apenas 12.000 votos de ventaja, los medios de EEUU proyectaron como ganador al primero.

El voto urbano de Ohio fue decisivo para el triunfo de Romney, cuyos anuncios en las ciudades convencieron a los votantes de altos ingresos, mientras Santorum se enfocaba en convencer a los ciudadanos de bajo nivel adquisitivo.

Desde Massachussetts, donde logró una amplia victoria, Romney reiteró su advertencia de que EEUU no puede permitirse otros cuatro años con el presidente Barack Obama, cuyo manejo de la economía, aseguró, ha perjudicado a la clase media y al país.

"Si hay algo que no podemos permitirnos es otros cuatro años de Barack Obama sin alguien a quien le rinda cuentas", dijo Romney, rodeado de su familia en un hotel en Boston (Massachusetts).

Por su parte, Santorum, que con su mensaje de conservadurismo social ha conseguido buena parte del apoyo popular entre los votantes evangélicos, ganó en Tennessee, Oklahoma, y Dakota del Norte, y sigue proyectándose como la alternativa "anti-Romney" más viable.

De hecho, Santorum le pisó muy de cerca los talones a Romney y aunque el exgobernador de Massachusetts ganó en Ohio -el premio mayor en esta jornada- fue, a fin de cuentas, una victoria pírrica que le brinda poco impulso de cara a la próxima tanda de primarias, casi todas en el Sur del país, una región que no le favorece.

En Alaska, donde las urnas cerraron a las 05:00 GMT y se espera un lento recuento debido a lo aislado de algunas poblaciones, los sondeos apuntan a una nueva victoria de Romney, lo que dejaría al congresista Ron Paul con el marcador a cero en lo que va de carrera republicana.

Según las encuestas a pie de urna, la economía y la creación de empleos, y no el entusiasmo por determinado candidato, fueron la principal motivación de los votantes en la jornada electoral.

En Georgia, por ejemplo, la tasa de desempleo se sitúa en 9,7%; en Tennessee, en 8,7%; en Idaho, en 8,4%, y en Massachusetts, en 6,8%.

En Ohio, aunque la economía ha mejorado, el desempleo es del 7,7% y los expertos dudan de que el sector manufacturero, el motor de su economía, logre regresar a los niveles de antes de la recesión.

"No sorprende que la economía haya sido el asunto más acuciante para los votantes. Aún nos falta crear otros 10 millones de empleos para que la gente se sacuda la percepción de que la recesión no ha terminado", dijo a Efe el economista Mark Weisbrot, codirector del Centro para la Investigación Económica y Política (CEPR) en Washington.

"La recuperación económica será, sin duda, el tema clave de los comicios generales en noviembre", agregó Weisbrot.

Del "supermartes" dependen 419 de los 1.144 delegados necesarios para asegurarse la nominación presidencial republicana, que se anunciará en la convención de finales de agosto en Tampa (Florida).

Vence Rommey en un "supermartes" poco decisivo