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NUEVATRIBUNA.ES - 16.04.2010

La naturaleza está ahí pero tampoco nos fijamos mucho. Está bien para escaparse un fin de semana o hacer bonitas fotos. Los millones de personas que llamaremos elegantemente como ‘urbanitas’ ubican a la naturaleza en su tiempo de ocio, de descanso, pero se suelen olvidar de sus otros efectos.

Los ejecutivos que toman puentes aéreos, que vuelan entre tres y cuatro veces por semana, con sus tiempos bien medidos entre escala y escala, no tienen en su mente el poderío de un volcán en erupción o una tormenta inesperada.

En nuestro cotidiano creemos tener los tiempos controlados, la idea de que podemos movernos a cualquier lugar, salir del agobiante Madrid y estar en tres horas en una bonita isla canaria. Pensamos que con esas ‘super tarifas’ low cost por dos duros podemos ir a cualquier capital europea y disfrutar de un fin de semana en Roma.

Es la parte bonita de la ‘globalización’. También un tanto perversa, ya que aunque no tengamos efectivo en nuestras cuentas creemos tener la posibilidad de escapar de nuestra rutina a golpe de edreams o de atrapalo. Definitivamente nos creemos que dominamos el mundo, o al menos nuestras pequeñas vidas (me refiero en los tiempo prácticos, en los mentales solemos andar más flojos). Pero de repente, un volcán que sólo ha hecho cinco erupciones desde que Islandia fue habitada en el siglo IX, decide ir a por la sexta.

Lo que hace tres días era una noticia de anécdota, de esas con las que terminan los informativos, hoy ocupa las primeras páginas de todos los periódicos. Y es que este volcán de nombre impronunciable, Eyjafjallajokull, está volviendo loco a media Europa y va camino de Europa entera.

Aeropuertos colapsados, miles de vuelos anulados y los pasajeros con planes de viajes bastante cabreados. El señor volcán va a ser capaz hasta de retrasar el funeral de Estado que se le preparaba al presidente polaco Kaczynski.

Las cenizas del Eyjafjallajokull son un manto sobre el cielo europeo y eso tiene sus consecuencias. Este viernes ya se han cancelado 17.000 vuelos, en España un total de 497. En Francia, las autoridades tuvieron que cerrar ayer 25 aeropuertos, entre los que se incluyen los parisinos Charles de Gaulle y Orly. . Holanda, Bélgica y los países nórdicos continúan sin operar vuelos. Alemania ha tenido que cerrar 11 aeropuertos.

Reino Unido está siendo especialmente vapuleado y su espacio aéreo permanecerá cerrado al menos hasta la madrugada del domingo. Bruselas, que empezó a sentir los efectos de las cenizas del volcán ayer, se ha visto obligada a cancelar todos los vuelos del aeropuerto Charleroi de Bruselas hasta las 18.00 horas del viernes.

Las imágenes se superponen. Por un lado las espectaculares fotografías del volcán en erupción y de sus residuos esparcidos por el cielo. En las otras nos encontramos con las colas de los pasajeros, las camas improvisadas que se han instalado en los aeropuertos y las pantallas de salida y llegadas donde la palabra ‘cancelled’ ha pasado a ser una norma. Estos días la naturaleza se ha entrometido en nuestras vidas.







Un volcán gobierna en Europa