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NUEVATRIBUNA.ES / AGENCIAS - 4.10.2010

Es frecuente que el término "payaso" se aplique a los políticos como un insulto. En el caso de Francisco Everardo Oliveira Silva, tiene un significado meramente descriptivo. Se le conoce como el payaso Tiririca y ha obtenido más de un millón de votos. Según datos provisionales del Tribunal Superior Electoral (TSE), con el 84,05% de los sufragios escrutados, Tiririca obtenía 1.116.542 votos, equivalentes al 6,23% del total de la circunscripción de Sao Paulo, la mayor del país.

Tiririca -que en portugués significa gruñón- empezó a trabajar en un circo a los ocho años de edad en el pobre estado de Ceará, en el noroeste del país, y ahora es un conocido cómico de televisión. El payaso, que carece de cualquier tipo de experiencia política, no ocultó su desconocimiento sobre el funcionamiento de las instituciones del Estado durante la campaña.

Uno de sus eslóganes electorales rezaba: "¿Qué hace un diputado federal? La verdad, yo no lo sé. Pero vote por mí y lo averiguaré para usted." Otro lema de su campaña, que incluyó apariciones televisivas y una activa presencia en las redes sociales, fue: "Vote Tiririca, pior do que está não fica" ('Vote a Tiririca, peor de lo que está no va a estar').

Más allá de lo curioso de su triunfo, no hay que olvidar que gracias a la cantidad de votos que consiguió, "Tiririca" llevará al Congreso tres candidatos más de su partido, de los que se habla poco y nada. Es decir, que la campaña del cómico ha ayudado a otros políticos de su coalición, que incluye el gobernante Partido de los Trabajadores, pues conforme a la ley electoral de Brasil pueden beneficiarse de la gran cantidad de votos del payaso.

Entre los candidatos poco tradicionales que resultaron electos se encuentran dos ex futbolistas de la selección nacional y un participante de un programa "reality" de televisión.

La explicación de por qué los brasileños votan a alguien que no tiene ninguna experiencia política la daba Eliane Cantanhede, corresponsal de política del periódico Folha de São Paulo, a la BBC: "Brasil tiene tradición de votar por este tipo de personajes, porque provocan una fuerte impresión en los votantes más pobres y desinformados y también porque atraen a los votantes con más educación que están enfadados con los políticos y quieren protestar".

El éxito de la campaña de Tiririca causó indignación entre algunos analistas políticos e incluso llevó a que el Ministerio Público Electoral pidiera la anulación de su registro de candidato, aduciendo que el artista es analfabeto. Pero la Justicia electoral del Estado de Sao Paulo rechazó la petición.

Según el Tribunal Regional Electoral de ese estado, "durante el proceso de registro de candidatura, (el Tribunal) entendió que no existían causas" para inhabilitar al candidato, "inclusive en lo que se refiere a instrucción mínima, o sea, el no analfabetismo", pues alcanza con "nociones rudimentarias" de la lengua, aseguró el magistrado.

La Constitución brasileña prohíbe las candidaturas de analfabetos a cargos legislativos y de gobierno.

Un payaso en el Congreso brasileño