viernes. 29.03.2024

Los países miembros, el Consejo, la Comisión Europea (CE) y un grupo de eurodiputados retomaron tras las vacaciones de fin de año el trabajo para confeccionar el texto del tratado internacional que todos los Estados de la UE, a excepción del Reino Unido, han acordado cerrar en la última cumbre de diciembre, con el fin de tener el documento listo a finales de enero y firmado en marzo.

De acuerdo con la última versión del borrador que se analiza hoy en esa reunión de trabajo, "la Comisión Europea puede, en nombre de las partes contratantes" iniciar una acción legal ante el Tribunal de Justicia de la UE si los países firmantes incumplen la llamada "regla de oro" o principio de equilibrio presupuestario, según indicaron a fuentes conocedoras del texto revisado.

Eso implica más poderes para el Ejecutivo comunitario, dado que en el primer borrador del pacto fiscal solamente se daba esta potestad a los países firmantes del tratado.

Entonces, el artículo 8 señalaba que "cualquier parte contractual que considere que otra parte contractual ha incumplido el artículo 3 (2) puede llevar el asunto ante el Tribunal de Justicia de la UE".

El mencionado artículo se refiere a la "regla de oro" o freno de deuda, que los países firmantes se comprometen a incorporar en sus constituciones o legislaciones equivalentes.

El déficit estructural (sin incluir los gastos e ingresos de carácter cíclico) no debe exceder el 0,5 % del PIB al año, y en el artículo 3 (2) consta, además, la obligación de que los países establezcan un mecanismo de corrección automático que se activará en caso de desviaciones significativas.

Otro cambio propuesto en el texto revisado se refiere al número de países de la eurozona que deben tener ratificado el tratado para que pueda entrar en vigor. En la primera versión del borrador el tratado iba a entrar en vigor cuando 9 países del euro lo hayan ratificado. En el texto revisado, el número de ratificaciones necesarias sube a 15, según el documento que entregaron los servicios jurídicos del Consejo a los países tras las enmiendas presentadas.

El tercer cambio introducido en el texto es una propuesta para incluir, en un plazo de cinco años, el pacto fiscal en los tratados de la UE, lo que significa que el Reino Unido, que se excluyó del pacto, tendría que dar su visto bueno.

Precisamente la negativa de Londres a participar en el pacto ha impedido a los demás países miembros avanzar en una modificación de los tratados y les ha obligado a proceder con un tratado intergubernamental o internacional.

En cualquier caso, las negociaciones sobre el texto siguen y las formulaciones y propuestas todavía pueden cambiar, advirtieron las fuentes, si bien los puntos principales del primer borrador siguen figurando en la redacción sin haber experimentado grandes cambios.

Un nuevo borrador sobre el pacto fiscal da más poderes a la Comisión Europea