viernes. 19.04.2024

Un nuevo atentado terrorista el norte del Cáucaso acaba con la vida de 12 personas

Un terrorista suicida vestido de policía detonó dos artefactos al lado del ministerio de Interior y de un colegio en Daguestán. Las explosiones han dejado 12 muertos y 7 heridos, en su mayoría fuerzas de seguridad. Mientras, la Policía rusa encuentra nuevas pruebas del atentado del metro de Moscú.
NUEVATRIBUNA.ES - 31.03.2010

Dos explosiones han matado a 12 personas en la ciudad rusa de Kizlyar, situada en la provincia de Daguestán, en el conflictivo Cáucaso Norte. Según la agencia de noticias rusa Interfax, la mayoría de las víctimas son agentes de seguridad. Una de las bombas fue accionada por un terrorista suicida según las primeras informaciones. El nuevo atentado se produce dos días después de los ataques contra el metro de Moscú.

La primera explosión se produjo a las 8.30 horas (4.30 horas GMT) en el centro de Kizlyar. Un coche bomba aparcado a 300 metros de las oficinas del Ministerio de Interior y muy cerca de un colegio estalló al paso de un coche de Policía. Varios agentes confirmaron que no había niños en la escuela en el momento del ataque.

La segunda bomba explotó entre 15 y 20 minutos más tarde, en el momento en que varios agentes y viandantes se reunieron en torno al lugar del atentado para ayudar a los heridos. Los primeros indicios apuntan a que un terrorista suicida vestido con uniforme de policía detonó una nueva carga explosiva, que dejó siete heridos.

Varios oficiales aseguraron que el jefe de Policía, Vitaly Vedernikov, murió en la segunda explosión, según afirma la BBC.

DOS DÍAS DESPUÉS DEL METRO DE MOSCÚ

Este nuevo atentado se produce dos días después de la matanza del lunes en el metro de Moscú, donde se inmolaron dos ‘viudas negras’ vinculadas con el terrorismo islámico de Chechenia, matando a 30 personas. La policía rusa ha distribuido las imágenes de las mujeres con el objetivo de identificar a las dos terroristas que, según fuentes de la investigación, quedaron completamente destrozadas y de las que únicamente se ha podido recuperar sus cabezas y una pierna.

Además, los servicios secretos también intentan encontrar a los tres cómplices de las mujeres. La policía busca a un hombre de unos 30 años, que fue visto en las cámaras de seguridad vestido de negro y con una gorra también negra con dos mujeres de entre 22 y 45 años y que probablemente ayudó a cometer los atentados.

Las primeras hipótesis apuntan que las mujeres que se suicidaron en las dos estaciones de metro de Moscú son parte de un grupo de unas 30 terroristas suicidas formadas por el líder terrorista checheno Said Buryatsky.

Agentes del FSB (antigua KGB) investigan una teoría que indica que las 'viudas negras' fueron enviadas para vengar la muerte de Buryatsky, el ideólogo de los rebeldes islamistas del Norte del Cáucaso.

LA MANO DE HIERRO DE PUTIN

El primer ministro Vladimir Putin ha instado a que los culpables de los ataques suicidas sean sacados "del fondo de las cloacas" y expuestos. De esta manera, el primer ministro mantiene su dura y radical política contra el terrorismo, como ya hiciera tras su llegada al poder en 1999.

En un tono menos duro que el de Putin, el presidente Dmitri Medvedev, también prometió justicia. "Hemos destruido a terroristas y los destruiremos a ellos", puntualizó.

La presencia policial ha aumentado en las estaciones de metro de Moscú y la seguridad también se ha reforzado en las redes de transporte de ciudades como San Petersburgo o Novosibirsk en Siberia.

Según algunos medios, representan el fracaso de la política gubernamental de seguridad. Años de propaganda oficial han adormecido a los rusos, haciéndoles creer que hay poco que temer de la insurgencia islamista en la turbulenta región del Cáucaso Norte, de mayoría musulmana, añadieron.

Un nuevo atentado terrorista el norte del Cáucaso acaba con la vida de 12 personas