Después de una reunión a puerta cerrada, varios de los diplomáticos manifestaron que la OTAN debe aclarar qué ocurrió exactamente el 30 de julio y por qué fueron atacadas las instalaciones de la televisión.
"Estamos muy preocupados", ha dicho el embajador ruso en el Consejo, Vitali Churkin. "Les hemos instado a detener esto", ha añadido. Churkin indica que la OTAN ha trasladado que está investigando lo sucedido.
El representante indio, Hardeep Singh Puri, ha afirmado que los miembros del Consejo "esperan datos completos, también de la OTAN". Líbano y Brasil también han expresado su malestar en el seno del órgano internacional, e igualmente piden explicaciones.
Este lunes la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) condenó la agresión en boca de su directora general, Irina Bokova. Tres trabajadores murieron y otras 21 personas resultaron heridas a consecuencia de estas acciones.
En el momento de producirse el bombardeo la OTAN admitió que había atacado tres antenas de televisión satélite para silenciar "las emisiones de terror" por parte del mandatario libio, Muamar Gadafi. La portavoz de la OTAN, Carmen Romero, ha argumentado que estas instalaciones "habían sido utilizadas para incitar ataques contra civiles".
El Gobierno libio ha acusado a la Alianza de causar la muerte de 85 civiles, incluidos niños, al este de Trípoli. Responsables de la OTAN aseguran en cambio que han alcanzado un objetivo legítimo en el marco de su operación en el país norteafricano.
