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NUEVATRIBUNA.ES / AGENCIAS - 4.6.2009

A diferencia de lo que ocurrió en el décimo aniversario, cuando la plaza fue cerrada al público, este año, en una especie de guiño de Beijing hacia el exterior, la plaza está abierta a los visitantes aunque parcialmente cerrada por obras, pero con cientos de policías y guardias presentes para vigilar cualquier movimiento.

Aún así, la censura sigue apoderándose de los canales de comunicación. Las autoridades han bloqueado el acceso a los servicios de internet como Twitter, Flickr, Hotmail y noticieros extranjeros que hablaban sobre el aniversario de la matanza. "Los líderes sólo evitan este tema", ha dicho Zhang Boshu , un filósofo de Beijing que ha instado a un reconocimiento público de los asesinatos. "Ellos saben que la represión de 1989, los disparos contra sus propios ciudadanos, fue un terrible golpe a su legitimidad."

Los tanques aparecieron en la Plaza de Tiananmen antes del amanecer del 4 de junio de 1989, para zanjar las protestas que llevaban a cabo estudiantes y trabajadores en favor de la democracia.

El gobernante Partido Comunista nunca ha publicado el número de fallecidos de ese día, ni el de detenidos, tal vez ocultan ese dato por el temor de que cualquier marca de la represión pasada podría poner en peligro su afianzamiento en el poder hoy en día.

La China de hace 20 años es muy diferente de la de hoy. Las reformas impulsadas por el mercado han llevado a cientos de millones de chinos a salir de la pobreza y a transformar el país hasta convertirse en la tercera economía más grande y potente del mundo.

ENCARCELADOS Y DISIDENTES

Los asesinatos de 1989 han enfriado las relaciones entre Washington y Pekín, y estas tensiones se han notado en la víspera del aniversario. La secretaria de Estado de EE.UU., Hillary Clinton ha pedido a China que libere a todos los que siguen encarcelados en relación con aquellas protestas, que cese todo hostigamiento contra los que tomaron parte y que inicien un diálogo con las familias de las víctimas.

"Una China que ha hecho enormes progresos económicos y está saliendo a tomar el lugar que le corresponde en el liderazgo mundial debería examinar abiertamente los acontecimientos más oscuros de su pasado y ofrecer una contabilidad pública de los muertos, detenidos o desaparecidos" ha declarado Clinton.

Los disidentes han sido detenidos o acosados, incluyendo a Zeng Jinyan , esposa del detenido activista del SIDA Hu Jia . Habida cuenta de que en Beijing parece difícil la celebración del aniversario, se espera que miles de personas asistan en Hong Kong a una vigilia con velas para conmemorar a las víctimas, como lo hacen todos los años. En Taiwán también conmemoran y recuerdan el aniversario.

Si bien la mención de la represión es un tabú en los medios de comunicación chinos, los disidentes han vuelto a tratar de hacer llegar al gobierno su veredicto oficial del incidente, que ellos consideran un complot contra-revolucionario. En un escrito difundido hace una semana y en el que las madres de Tinanmen piden una contabilidad verza de lo ocurrido el 4 de junio de 1989, se dice: "Los hechos básicos de lo que ocurrió en ese momento no han cambiado. La naturaleza de esta tragedia no ha cambiado tanto. Sigue siendo una sangrienta matanza de civiles pacíficos".

Recuerdos bajo extrema vigilancia