¿Perdón o justicia histórica para los gays británicos?
La ley que indulta a miles de homosexuales británicos ha generado debate en el Reino Unido.
Pero lo que parece más importante, y como bien sabemos, recordando el penar que tuvo que sufrir en su día Oscar Wilde, el Reino Unido persiguió a los gays de forma contundente, como lo demuestran las cifras apuntadas. Turing fue indultado por el gobierno británico en el año 2013. Desde entonces, se ha luchado porque se hiciera extensible este indulto a los demás. Por esta disposición que acaba de aprobarse los que en su día fueron declarados convictos de “indecencia” pueden solicitar la destrucción o abolición de los antecedentes penales o sus fichas.
Pero la ley ha generado debate en el Reino Unido. Por un lado, las asociaciones gays han aplaudido la decisión, pero alguno de los afectados supervivientes, como George Montague, no desean el perdón, sino la disculpa oficial porque no se consideran culpables de nada, por mucho que las relaciones sexuales entre hombres mayores de edad estuvieran tipificadas como delito hasta el año 1967 en Inglaterra y Gales, hasta 1980 en Escocia, así como hasta 1982 en Irlanda del Norte. Aceptar el perdón sería aceptar que se ha sido culpable de algo. El propio Montague manifestó a la BBC que su único error o su única culpa fue estar en el lugar equivocado en el momento equivocado. Por su parte, el gobierno británico alude a que es muy importante que se otorgue este perdón porque hoy en día serían inocentes de cualquier crimen.
Así pues, ¿no hubiera sido mejor anular los procesos judiciales e indemnizar? Legalmente existe el indulto y parece lo correcto desde esa dimensión, pero en una sociedad moderna y plenamente democrática como la británica, ¿no parece más justo que el perdón lo pidan las autoridades, como se hace con otras graves vulneraciones de derechos humanos del pasado?, ¿no es mejor que sea el Estado el que asuma ese perdón, y no que perdone a los perseguidos?