sábado. 20.04.2024

Queda por saber si, finalmente, los socialistas se deciden a conformar un frente electoral con un perfil de centro izquierda, con Hermes Binner a la cabezaLejos del perfil socialdemócrata de su padre, Ricardo Alfonsín descartó la formación de un frente progresista con el socialista santafecino Hermes Binner y anunció un entramado de alianzas en las que la derecha peronista tendrá un papel estelar.

Como vicepresidente para secundarlo en la fórmula presidencial llevará al economista Javier González Fraga, vinculado a Menem -en cuyo gobierno ocupó los cargos de presidente del Banco Central, director general del Instituto Argentino de Mercado de Capitales y vicepresidente primero de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires- y al ex presidente Eduardo Duhalde, uno de los referentes del peronismo disidente.

"Elegí a González Fraga porque comparto con él una visión de país y porque, a diferencia de la mayoría de los economistas, habla de la pobreza, tiene una gran sensibilidad social. Es un progresista racional, de centro", explicó Alfonsín.

Los radicales consideraron antes otros nombres como el de Graciela Ocaña, ex ministra de Salud del gobierno de Néstor Kirchner; Felipe Solá, ex gobernador de la provincia de Buenos Aires que dejó de sintonizar con el kirchnerismo desde su banca de diputado nacional y pasó a conformar el peronismo disidente; y el economista Roberto Lavagna, ministro de Economía de Duhalde y de la primera etapa del gobierno de Kirchner, quien rechazó públicamente el ofrecimiento para acompañar a Alfonsín (hijo) en la fórmula presidencial. González Fraga llegó a ocupar ese lugar introducido, precisamente, por su colega Lavagna.

En refuerzo de este claro viraje a la derecha, Ricardo Alfonsín cerró también un acuerdo con el empresario Francisco De Narváez, también peronista disidente, cuya candidatura concitó notable adhesión en las elecciones parlamentarias de 2009 en la provincia de Buenos Aires (principal circunscripción electoral del país), en la que superó en votos a Néstor Kirchner. González Fraga formó parte del equipo económico de De Narváez y mantiene una vinculación fluida con los asesores del candidato a gobernador bonaerense. Durante la campaña del 2009, Alfonsín vertió duras críticas sobre su nuevo aliado: "Cómo puede estar preocupado por la justicia social siendo admirador de Menem. De Narváez es el nuevo menemismo. Tanto él como Macri pertenecen a grupos económicos. Por sus concepciones no van a defender los intereses de los que van a votarlos". Frente a preguntas de los periodistas, Alfonsín tira, ahora, el balón fuera: “Ya vamos a ir con el tiempo explicando las razones que nos llevaron a trabajar juntos”.

La propuesta de Alfonsín de acordar con De Narváez fue el límite que los socialistas decidieron no franquear y que llevó a la ruptura de un frente que venía fraguándose hace años y que tuvo importancia electoral en 13 de las 14 provincias, posibilitando el acceso de Binner a la gobernación de la provincia de Santa Fe.

Por su parte, el expresidente Eduardo Duhalde, peronista disidente, está por anunciar su candidatura acompañado por el gobernador saliente de Chubut, Mario das Neves, quien abandonó sus aspiraciones presidenciales tras el escándalo electoral de su provincia y volvió a reflotar sus ambiciones después de arañar un triunfo electoral que le dieron las mesas en las que hubo que repetir la votación. No obstante, Duhalde se apresuró a anunciar que en una eventual segunda vuelta ante el kirchnerismo dará su apoyo a Ricardo Alfonsín.

También desde el PRO, liderado por el candidato a repetir Jefatura de la Ciudad de Buenos Aires, Mauricio Macri, se manifestó satisfacción por la fórmula anunciada por Alfonsín. Las piezas van encajando: De Narváez, a su vez, llama a apoyar a Macri para que gane en la capital del país. 

Queda por saber si, finalmente, los socialistas se deciden a conformar un frente electoral con un perfil de centro izquierda, con Hermes Binner a la cabeza.

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