jueves. 28.03.2024
Acto de celebracion del 'Día del Mar' en Bolivia
Acto de celebracion del 'Día del Mar' en Bolivia

El pasado 23 de marzo, proclamado Día del Mar en Bolivia, el gobierno de Evo Morales anunció una nueva ofensiva para lograr una salida al mar por Chile, recurriendo a los tribunales internacionales. De hecho habló telefónicamente con el juez Baltasar Garzón, pidiéndole que asesorara a Bolivia en la demanda contra Chile ante el Tribunal Internacional de La Haya. Posibilidad que rechazó el juez español alegando que sería incompatible con sus actuales funciones.

En los últimos días el gobierno de La Paz ha venido presionando para lograr que Chile dé respuestas y plazos, algo que desde Santiago se reconoce imposible. Los últimos gobiernos chilenos, tanto los de la Concertación como el actual, de Sebastián Piñera, han manifestado su disposición al diálogo, pero sin ceder soberanía. Y esto a pesar de que Chile, uno de los pocos países de la zona sin hidrocarburos, depende para su suministro de gas de Argentina, que le revende el gas de los bolivianos, que nunca han conseguido convencer a los chilenos de las bondades de su propuesta de gas por soberanía.

Pero si hay algo que ha caracterizado a todos los gobiernos chilenos, de izquierda o de derecha, es su extremo nacionalismo. A lo máximo que están dispuestos a llegar es a dar facilidades de acceso a algún puerto por donde puedan salir las exportaciones bolivianas. Negociar, sí, pero respetando los tratados firmados por ambos países, en los que un Chile vencedor impuso sus condiciones.    

Bolivia perdió su acceso al mar a raíz de la conocida como Guerra del Pacífico (1879-1883), en la que Chile se enfrentó a Bolivia y Perú. La derrota de estos dos últimos países supuso para los bolivianos la pérdida de 120.000 kilómetros cuadrados y 400 kilómetros de costa. Desde entonces este tema marca y enrarece las relaciones entre La Paz y Santiago, que rompieron sus lazos diplomáticos en la década del ´70 y que actualmente se mantienen solo a nivel de consulados.

La Constitución boliviana consagra el “derecho irrenunciable” al acceso marítimo.La Constitución boliviana consagra el “derecho irrenunciable” al acceso marítimo. Una de las primeras medidas que tomó Evo Morales cuando asumió por primera vez la presidencia de Bolivia, en enero del 2006, fue cortar la exportación de gas a EE.UU. y México vía Chile, a causa de este conflicto. Desde entonces se han sucedido vaivenes en las relaciones entre ambos países. Parecía que con el gobierno de Bachelet en Chile se había dado un paso importante en la normalización de las relaciones bilaterales, pero ahora todo ha vuelto a la normalidad, es decir, al conflicto irresuelto.

La última medida del gobierno de Evo Morales está contenida en un polémico decreto gubernamental (Decreto Supremo 0859), en el que se ordena a los medios de comunicación que muestren fervor patriótico a la hora de informar sobre la reivindicación marítima. Los medios audiovisuales tendrán que difundir la Marcha Naval en horario fijo y estarán obligados a difundir los textos que el ministerio de Comunicación les remita, sin posibilidad de informar por su cuenta. A los legisladores de oposición que cuestionaron esta controvertida instrucción, el ministro de Comunicación, Iván Canelas, los instó a que se vayan a vivir a Chile.

El gobierno boliviano, por otra parte, está incurso en cambios en su diplomacia para reforzar su posición ante Chile. Acaba de nombrar nuevos embajadores en Lima y en la OEA, de cara a reforzar sus exigencias en la próxima Asamblea General de la OEA del próximo año, que se celebrará en la ciudad boliviana de Cochabamba. Y está por definir el nuevo cónsul en Santiago de Chile, un cargo para el que se busca un especialista, diplomático y abogado, que defienda la postura boliviana.

La única esperanza del gobierno de Evo Morales de que el tema reflote en la agenda regional sería una victoria de Ollanta Humala en las elecciones peruanas. Ambos países están unidos tradicionalmente en sus enfrentamientos limítrofes con Chile. Y si algo mueve al candidato presidencial peruano, el ex militar Humala, es un nacionalismo aún mayor que el de los chilenos. 

Ofensiva de Bolivia por su salida al mar