nuevatribuna.es
1 de abril de 2009, 15:40
NUEVATRIBUNA.ES / AGENCIAS - 1.4.2009
El presidente de EEUU, Barack Obama, en su primera intervención pública en su gira por Europa, ha afirmado que los países miembros del G-20 tienen la responsabilidad de actuar con un "sentido de urgencia" para hacer frente a una crisis económica sin precedentes. "Debemos centrarnos en el terreno de lo común y no en las posibles diferencias que puedan existir", ha asegurado.
Además ha lanzado un llamamiento contra el proteccionismo al asegurar que "cuando los países dejan de cooperar, el precio que pagan los ciudadanos es aún mayor, y eso no nos lo podemos permitir". Obama se ha referido a las diferencias que algunos países miembros han evidenciado antes de que comenzara la reunión para quitarles importancia. En su opinión, "las cumbres no son visualmente interesantes. Los comunicados están redactados en un lenguaje árido. Por lo tanto, hay un gran deseo de inyectarle algo de drama".
Su mensaje, frente a estas divisiones, ha sido de llamamiento a la unidad: "Guardo una gran confianza en que EEUU, como país igual a los demás, ayudará a liderar en estos tiempos difíciles". Según el mandatario, "nuestra meta es que cada país, de acuerdo con su mentalidad política y sus circunstancias económicas, haga lo necesario para que crezca la economía".
Preguntado acerca de las acusaciones europeas de que la responsabilidad de la crisis yace en las prácticas del sistema financiero de EEUU, Obama ha replicado que está "menos interesado en echar culpas que en resolver el problema" y ha insistido en que "hay que mirar hacia adelante, en lugar de mirar hacia atrás".
"TOMAREMOS DECISIONES"
Por su parte el primer ministro británico, Gordon Brown, ha admitido que las negociaciones para alcanzar un acuerdo en la cumbre del G20 "no serán fáciles", pero aún así ha expresado un compromiso: "Los líderes tendremos que tomar mañana decisiones" y "eso es lo que haremos". El primer ministro británico ha dejado claro que "no nos podemos permitir una cumbre de mínimo denominador común" y ha destacado que entre los asuntos que deben abordarse están el de lograr una mayor supervisión del sistema bancario, medidas para restablecer el crecimiento, reforzar las instituciones financieras internacionales, rechazar el proteccionismo, ayudas a los países pobres y el respaldo a economías con baja emisión de carbono.
Ante los mensajes lanzados por Francia que amenaza con abandonar la cumbre, si no se atienden sus exigencias de una regulación más estricta del sistema financiero global, el primer ministro británico, ha pedido a Sarkozy que se quede hasta el final de la cumbre y que asista a todas las reuniones.
El presidente de EEUU, Barack Obama, en su primera intervención pública en su gira por Europa, ha afirmado que los países miembros del G-20 tienen la responsabilidad de actuar con un "sentido de urgencia" para hacer frente a una crisis económica sin precedentes. "Debemos centrarnos en el terreno de lo común y no en las posibles diferencias que puedan existir", ha asegurado.
Además ha lanzado un llamamiento contra el proteccionismo al asegurar que "cuando los países dejan de cooperar, el precio que pagan los ciudadanos es aún mayor, y eso no nos lo podemos permitir". Obama se ha referido a las diferencias que algunos países miembros han evidenciado antes de que comenzara la reunión para quitarles importancia. En su opinión, "las cumbres no son visualmente interesantes. Los comunicados están redactados en un lenguaje árido. Por lo tanto, hay un gran deseo de inyectarle algo de drama".
Su mensaje, frente a estas divisiones, ha sido de llamamiento a la unidad: "Guardo una gran confianza en que EEUU, como país igual a los demás, ayudará a liderar en estos tiempos difíciles". Según el mandatario, "nuestra meta es que cada país, de acuerdo con su mentalidad política y sus circunstancias económicas, haga lo necesario para que crezca la economía".
Preguntado acerca de las acusaciones europeas de que la responsabilidad de la crisis yace en las prácticas del sistema financiero de EEUU, Obama ha replicado que está "menos interesado en echar culpas que en resolver el problema" y ha insistido en que "hay que mirar hacia adelante, en lugar de mirar hacia atrás".
"TOMAREMOS DECISIONES"
Por su parte el primer ministro británico, Gordon Brown, ha admitido que las negociaciones para alcanzar un acuerdo en la cumbre del G20 "no serán fáciles", pero aún así ha expresado un compromiso: "Los líderes tendremos que tomar mañana decisiones" y "eso es lo que haremos". El primer ministro británico ha dejado claro que "no nos podemos permitir una cumbre de mínimo denominador común" y ha destacado que entre los asuntos que deben abordarse están el de lograr una mayor supervisión del sistema bancario, medidas para restablecer el crecimiento, reforzar las instituciones financieras internacionales, rechazar el proteccionismo, ayudas a los países pobres y el respaldo a economías con baja emisión de carbono.
Ante los mensajes lanzados por Francia que amenaza con abandonar la cumbre, si no se atienden sus exigencias de una regulación más estricta del sistema financiero global, el primer ministro británico, ha pedido a Sarkozy que se quede hasta el final de la cumbre y que asista a todas las reuniones.
