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NUEVATRIBUNA.ES / AGENCIAS - 6.1.2010

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha admitido que las agencias de Inteligencia norteamericanas tenían información suficiente para haber frustrado el intento de atentado que llevó a cabo un joven nigeriano en un avión con destino Detroit el pasado día de Navidad pero que no supieron "atar los cabos".

Obama se ha reunido este martes con su equipo de Seguridad Nacional y después, en una declaración pronunciada en la Casa Blanca, ha dicho que tras revisar los fallos del sistema que permitieron que Umar Farouk Abdulmutallab tratase de detonar unos explosivos en un avión procedente de Amsterdam se ha determinado que se disponía de información suficiente para haber incluido a este ciudadano nigeriano en la lista de personas a las que les está prohibido volar a Estados Unidos.

En palabras del presidente de EEUU, "no fue un fallo en la recopilación de información de Inteligencia". El problema es que las distintas agencias no fueron capaces de unir los puntos que tenían ante sí para evitar que Abdulmutallab llegase casi a culminar su propósito.

Antes de que Obama hiciera su declaración, la Casa Blanca había anunciado la suspensión de los procedimientos de repatriación de los 91 prisioneros yemeníes que permanecen en el centro de detención de Bahía de Guantánamo.

La medida, según el portavoz Robert Gibbs, es temporal y no altera el compromiso de la Administración Obama para cerrar lo antes posible las instalaciones penitenciarias. Se trataría de evitar que estos presos, una vez devueltos a su país, engrosen los efectivos de Al Qaeda que actualmente operan en Yemen.

Precisamente el diario británico 'The Times' informaba este martes de que al menos una docena de ex presidiarios de Guantánamo se han reincorporado a las filas de la organización. Tras el atentado frustrado contra el vuelo 253 de Northwest Delta en Detroit, las autoridades estadounidenses han expresado su preocupación ante la posibilidad de que Yemen, donde presuntamente se gestó parte de la trama terrorista, se haya convertido en las últimas semanas en un refugio seguro para los terroristas.

Por citar casos concretos, el actual "número dos" de Al Qaeda en el país árabe, Said Alí Al Shihri, fue liberado en 2007. Hani Abdo Shalaan, excarcelado en diciembre de ese mismo año, murió el pasado 17 de diciembre en un bombardeo contra posiciones insurgentes, según informó la pasada semana el Gobierno yemení. Ibrahim Suleiman Al Rubaish, puesto en libertad en 2006, se ha convertido en un prominente ideólogo de páginas yemeníes afines a Al Qaeda.

También este martes el Tribunal de Apelaciones del Distrito de Columbia ha ratificado la sentencia a favor de la detención del ciudadano yemení, natural de Arabia Saudí, Ghaleb Nassar Al Bihani, uno de los 91 yemeníes de Guantánamo, donde lleva detenido desde mediados de 2002 por su presunta asociación con los talibán y con Al Qaeda.

Al Bihani había apelado la decisión, argumentando que su encarcelamiento había sido ilegal y que todos sus intentos para rebatir la sentencia resultaron anulados por errores de procedimiento. Hasta el momento, sólo ha reconocido que una vez ocupó un piso franco de los talibán en Afganistán, pero niega categóricamente estar relacionado ni con las milicias ni con la red terrorista internacional.

La detención de Al Bihani, según dictaminaron este martes los tres jueces del tribunal, "está autorizada por estatuto y no se ha hallado ningún defecto constitucional que pudiera haber afectado el resultado de los procedimientos".

Obama admite que la Inteligencia no supo "atar cabos" que tenía delante