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NUEVATRIBUNA.ES/ AGENCIAS - 04.09.2010

París fue el epicentro de una jornada de movilización que se extendió por un centenar de ciudades francesas, a las que se sumaron concentraciones frente a embajadas y consulados de algunas capitales de la Unión Europea.

El llamamiento, emanado de un centenar de asociaciones y ONG humanitarias y al que se unieron partidos políticos de la izquierda gala y los principales sindicatos, contó con una respuesta importante.

En la capital francesa, numerosas personalidades del mundo del espectáculo, así como responsables políticos, desfilaron junto a los miles de personas que se concentraron en la plaza de la República, 50.000 según los organizadores, 12.000 según la policía.

Entre ellos figuraron el alcalde socialista de París, Bernard Delanoë, que representará a su partido junto a destacados dirigentes de formaciones de la extrema izquierda francesa, al igual que la líder de los Verdes, Cicile Duflot.

El cortejo parisiense estuvo abierto por un grupo de gitanos cuyo poblado situado en los arrabales de la capital fue destruido por las autoridades el mes pasado.

Tras una pancarta con el lema "No a la política inhumana de Sarkozy", los manifestantes mostraron su rechazo a la política del Gobierno.

Pocos gitanos entre los congregados, puesto que ellos se manifestarán en París el próximo día 15.

Numerosas pancartas y lemas acusaban de xenofobia a la política de Sarkozy, al que acusan de culpar a los gitanos de los males de la sociedad.

El presidente intensificó la expulsión y el desmantelamiento de campamentos a raíz de los disturbios que se produjeron en la localidad de Saint Aignan (centro del país) en julio pasado, después de que un gitano muriera tras una persecución policial.

Desde entonces, el Gobierno francés ha repatriado a sus países de origen a un millar de gitanos y ha desmantelado un centenar de campamentos, una política que ha provocado una gran polémica en el país y fuera de sus fronteras.

Los manifestantes no dudaron en comparar al inquilino del Elíseo con el mariscal Petain, el hombre que dirigió el régimen colaboracionista de Vichy, que durante la ocupación alemana entregó a miles de judíos a los nazis para su deportación a los campos de concentración.

Para Sarkozy fueron la mayor parte de las críticas, convertido en el blanco de la ira de los manifestantes que le acusaron de querer dividir a la sociedad y de tomar prestadas las ideas de la extrema derecha.

Para Corinne, que desde hace años presta ayuda a los gitanos que viven en campos a las afueras de muchas ciudades francesas, el presidente "ha tomado ahora como cabeza de turco a los gitanos, pero mañana serán otros colectivos".

"Francia no pertenece a Sarkozy, pertenece a los ciudadanos, incluidos los inmigrantes", aseguró Pierre, erigido en portavoz de una asociación de ayuda a los "sin papeles".

La manifestación de París se abrió con la interpretación ante el Ministerio de Inmigración a cargo de un grupo de artistas de la canción "Les p'tits papiers" (Los papelitos), el alegato de Serge Gainsbourg contra la necesidad de tener documentos.

Entre los artistas presentes estaban Régine, Jane Birkin, Agnès Jaoui, Jeanne Cherhal y Clarika.

Además de París, hubo manifestaciones, mucho menos numerosas, en Burdeos, Lyon, Rennes, Marsella, Lille y hasta 130 ciudades.

Las protestas también se desarrollaron en diferentes ciudades de la Unión Europea como Madrid, Barcelona, Roma y Bruselas.

Miles de personas censuran en la calle la expulsión de gitanos de Sarkozy