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NUEVATRIBUNA.ES / AGENCIAS - 22.9.2009

El equipo del presidente hondureño Manuel Zelaya, que ha regresado al país y se encuentra refugiado en la Embajada de Brasil, teme que el Gobierno del golpista Micheletti emplee la fuerza en las próximas horas contra las 20.000 personas que aguardan frente a la sede diplomática.

Según ha relatado Rasel Tomé, secretario de la comisión de alto nivel nombrada por Zelaya, en una entrevista en Radio Nacional, el presidente derrocado se encuentra bien, aunque "agotado ante esta difícil sitaución". Tomé ha cifrado en 20.000 el número de personas que hacen vigilia frente a la Embajada brasileña, "todos ellos partidarios de la constitución y la democracia".

Zealaya sólo contempla, según palabras de Tomé, que se inice un diálogo con los distintos sectores sociales, con los partidos políticos y con los empresarios para recuperar la normalidad constitucional.

Tomé, además, ha asegurado que el "régimen de facto ha contestado ante la llegada a Honduras de Zelaya como vienen haciendo: con represión y mensajes de fuerza, ya que por ejemplo están impidiendo la libre circulación y no dejan a la gente llegar a la capital para velar por el presidente".

En la sede diplomática brasileña, país que según ha asegurado Miguel Ángel Insulza -secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA)- no conocía la llegada de Zelaya a su embajada, también se encuentra la esposa, los hijos y los nietos del presidente derrocado. Insulza se ha mostrado partidario de relanzar las conversaciones para "hallar una salida dialogada al conflicto" y ha "descartado por completo" el uso de la "fuerza".

TOQUE DE QUEDA

De momento, el Gobierno golpista de Honduras rechaza el diálogo y ha anunciado que extenderá a casi todo el día del martes el toque de queda impuesto tras el sorpresivo regreso de Manuel Zelaya. Las autoridades han anunciado su decisión en un comunicado leído por la cadena estatal hondureña y recogido por los medios. Horas antes, el Ejecutivo representado por Roberto Micheletti anunciada el estado de sitio desde las 16:00 (00:00 hora peninsular en España) hasta las 07:00 (15:00 horas de hoy martes en España).

Mientras tanto, los seguidores de Zelaya han salido a la calle para celebrar la llegada del depuesto mandatario que fue expulsado del país en un golpe militar del pasado 28 de junio. Desde entonces ha intentado volver a pisar suelo hondureño en tres ocasiones si bien en esta última ha asegurando que "nadie" le sacará del país.

Por su parte, la Organización de Estados Americanos (OEA) y la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) aplauden el regreso de Zelaya al país centroamericano y abogan por la restauración del orden democrático.

Zelaya, además de advertir que nadie le sacará del país, ha dicho que no descansará "ni un minuto" hasta acabar con el Gobierno "de facto" representado por Roberto Micheletti: "A partir de ahora nadie nos vuelve a sacar de aquí, por eso nuestra posición es patria, restitución o muerte".

Ante los miles de seguidores apostados frente a la Embajada de Brasil, ha anunciado su intención de permanecer en el edificio diplomático por su compromiso vigente "con el pueblo hondureño". "Quiero decirles que estoy comprometido con el pueblo hondureño y que no voy a descansar ni un día, ni un minuto, hasta bajar a la dictadura del poder que no le corresponde", ha recalcado, añadiendo "Somos un pueblo unido y un pueblo vencedor", mientras sus partidarios, algunos subidos en los muros de la Embajada de Brasil y de otros edificios y casas vecinos, coreaban consignas a su favor.

Respecto al golpe militar del 28 de junio y que le obligó a abandonar el país, Zelaya ha reconocido que le pilló por sorpresa. "(Los militares) me agarraron descuidado, dormido, pero no se preocupen no me marcharé", ha asegurado en declaraciones recogidas por los medios locales y la emisora Unión Radio.

Zelaya fue sorprendido en su casa donde fue obligado a tomar un avión que le trasladó a Costa Rica. Desde entonces han sido tres las veces que el depuesto mandatario ha intentado ingresar en Honduras aunque hasta el momento sin éxito debido a la postura del Gobierno interino que rechaza su vuelta. "Ahora vamos a dormir juntos, nadie nos vuelve a sacar de aquí", recalcó Zelaya, quien asumió el poder el 27 de enero de 2006 para un mandato de cuatro años.

"AQUÍ ESTOY, VIVITO Y COLEANDO"

El presidente legítimo ha declarado ante la multitud que el mundo apoya a Honduras y éste apoya al mundo con la democracia: "No vamos a rendirnos, aquí estoy, vivito y coleando". Zelaya se ha autodefinido como "un olanchano humilde, pero trabajador", que ha demostrado a su pueblo valor "en las fronteras, en los retenes" que atravesó hasta llegar a la Embajada brasileña en Tegucigalpa. "No se dieron cuenta (...) que tenemos más estrategias, más capacidad de organización que cualquiera de los que hoy pretenden mantener el poder a través de la fuerza".

Asimismo ha anunciado que la resistencia contra el Gobierno "de facto" se comenzará a organizar "en equipos de trabajo" previsiblemente respaldado por la comunidad internacional que aboga por la vuelta del orden constitucional en el país centroamericano. No obstante ha insistido en que quiere que las cosas se hagan "sin violencia" para demostrar "que pacíficamente los hondureños somos capaces de recuperar lo que hemos perdido o lo que nos quieren robar".

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