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NUEVATRIBUNA.ES / AGENCIAS - 1.9.2009

El presidente polaco, Lech Kaczynski, advirtió este martes de que no se debe reescribir la historia durante un encuentro de casi 20 líderes europeos en la costa polaca del Báltico para conmemorar el 70 aniversario del estallido de la Segunda Guerra Mundial.

Pero, las divisiones y las diferentes maneras de interpretar los acontecimientos siguen plenamente vigentes. Mientras que la canciller alemana, Angela Merkel, entonaba el "me culpa" al reconocer que "la guerra desatada por Alemania inflingió un sufrimiento inconmensurable a numerosas personas, años de privación de derechos, de humillación y de destrucción", Rusia sólo asume una parte de responsabilidad. "Todos los pactos con los nazis -incluido el firmado por la URSS que facilitó la invasión de Polonia- fueron moralmente inaceptables", dijo el primer ministro Vladimir Putin, que sigue reclamando que los demás países que también pactaron con Alemania reconozcan su parte de culpa.

Rusia y sus ex satélites de Europa del Este están en desacuerdo en torno al papel del dictador soviético Josef Stalin, quien en 1939 firmó un pacto de no agresión con la Alemania nazi que abrió el camino para la invasión de Polonia y el estallido de la guerra. Mientras los rusos están profundamente orgullosos de la victoria de su país frente a Hitler en 1945, los polacos, bálticos y otros dicen que Stalin también tuvo responsabilidad directa en la guerra por repartirse Polonia con Hitler y anexionar los estados bálticos.

"(Nosotros tenemos que) oponernos a los intentos de escribir una nueva historia, cuestionar las verdades de la Segunda Guerra Mundial, la magnitud de las víctimas del nazismo y del comunismo total", escribió Kaczynski en el diario polaco Rzeczpospolita. En un reflejo de esa visión, el disidente polaco de la era comunista Adam Michnik escribió en Gazeta Wyborcza: "Para nosotros, como para muchos demócratas rusos, Stalin fue un criminal y un agresor. El creador de las tierras del gulag es totalmente comparable a Hitler".

En una ceremonia realizada antes del amanecer del martes en Westerplatte, en la costa báltica, donde los alemanes dispararon los primeros tiros contra Polonia al comienzo de su invasión del 1 de septiembre de 1939, Kaczynski comparó el asesinato soviético de 20.000 oficiales polacos en el bosque de Katyn y otros lugares con el genocidio nazi contra los judíos. "¿Cuál es la comparación entre el Holocausto y Katyn? Hay una cosa que une a esos crímenes, aunque su magnitud fue diferente. Los judíos murieron por ser judíos. Los oficiales polacos murieron por ser oficiales polacos", dijo.

Polonia quiere que Rusia pida perdón por la decisión de Stalin de asesinar a todo el cuerpo de oficiales polacos en Katyn en 1940. Durante décadas, Moscú responsabilizó a los nazis por las muertes, pero tras la caída de la Unión Soviética reconoció que los oficiales habían sido asesinados por orden de Stalin. Kaczynski ha sido un feroz crítico de la política rusa hacia ex repúblicas soviéticas como Ucrania y Georgia, diciendo que Moscú no ha abandonado lo que considera una posición "imperialista" con sus vecinos.

Merkel entona el "mea culpa" en el 70 aniversario del inicio de la II Guerra Mundial