martes. 16.04.2024

Marruecos no está investigando los sucesos de El Aaiún según Amnistía Internacional

La ONG pro derechos humanos ha constatado que al menos once miembros de las fuerzas de seguridad marroquíes y dos ciudadanos saharauis perdieron la vida durante el desalojo del campamento saharaui de Gdeim Izik el pasado 8 de noviembre de 2010 y en el subsiguiente estallido de violencia registrado en El Aaiún, la capital del Sahara Occidental.

nuevatribuna.es | 20.12.2010
Los incidentes, según los datos recabados por la ONG, dejaron un saldo de unos 200 saharauis detenidos y objeto, en buena parte de los casos, de torturas y abusos -incluyendo dos casos de violación- cuyas señales podían verse todavía en los cuerpos de los saharauis en el momento de ser entrevistados por la organización, que denuncia que hasta el momento Marruecos no ha emprendido investigación alguna "a pesar del peso de la evidencia".

En su informe Derechos pisoteados. Protestas, violencia y represión en el Sahara Occidental publicado este lunes, la ONG ha calificado de "intolerable" este comportamiento, por el que exige a Marruecos que los responsables sean llevados ante la justicia.

En el documento, AI asegura que las fuerzas marroquíes que procedieron a desalojar el campamento se encontraron con "seria resistencia" de algunos de los residentes, con el resultado de nueve miembros de las fuerzas de seguridad marroquíes muertos a manos de manifestantes saharauis "en circunstancias todavía no del todo claras, pero en la mayoría de los casos debido a puñaladas", una acción que Amnistía Internacional "deplora y condena".

AI detalla que otros dos miembros de las fuerzas de seguridad marroquíes fallecieron como consecuencia de la violencia desatada el 8 de noviembre en El Aaiún.

Los dos saharauis fallecidos, uno de ellos "con pasaporte español", murieron en El Aaiún "en circunstancias pendientes de aclaración", según AI. El primero se trata de Brahim Daudi, de 42 años y padre de dos hijos. El segundo fallecido se trata del ciudadano saharaui con pasaporte español Babi Gargar Brahim Ould Mahmud Hamadi, de 26 años de edad, quien fue arrollado por un vehículo policial que se dio a la fuga el día de los incidentes en El Aaiún.

DETENIDOS, TORTURA Y ABUSOS

En cuanto a la cifra de detenidos, AI asegura que todos los cerca de 200 detenidos en las protestas en el campamento y en la ciudad son saharauis. De ellos, a día de publicación del informe, 130 siguen a la espera de juicio.

"En algunos casos, los entrevistados habían sido golpeados con tanta violencia que les habían roto las extremidades, causado heridas o les habían hecho perder el conocimiento", aseguran los delegados de Amnistía, quienes aseguran que "muchos de los entrevistados tenían heridas visibles en su cabeza, rostro, espalda o articulaciones", las cuales eran "consistentes con sus alegaciones".

"Algunos de los detenidos alegan que fueron golpeados en el momento en el que rechazaron jurar lealtad al rey de Marruecos o a confirmar su nacionalidad marroquí", apunta el informe.

Además, se tiene constancia de otras "formas de tortura y otro tratamiento cruel, inhumano y degradante", en particular respecto a dos casos de violación, uno de los cuales fue denunciado por el detenido --no se especifica su sexo-- ante el juez de turno.

FALTA DE INVESTIGACIÓN

AI denuncia que no se tiene constancia de que "las autoridades marroquíes -ni la Fiscalía del Reino ni los jueces- hayan emprendido medida alguna para realizar investigaciones sobre las fuerzas de seguridad para hallar a los responsables de los abusos". En este sentido, la ONG recuerda a Rabat su obligación de llevar a cabo "investigaciones rápidas e independientes" sobre estas acusaciones de tortura de acuerdo con los tratados humanitarios internacionales de los que Marruecos forma parte.

De igual modo, AI asegura que 19 de los saharauis detenidos han pasado a disposición de un tribunal militar en Rabat, acusados de "atacar la seguridad del estado". AI expresa "inequívocamente su rechazo al juicio de civiles en tribunales militares", ya que estos tribunales "ofrecen menos salvaguardas para un juicio justo" y "plantean dudas sobre su independencia e imparcialidad".

AI NO EXIME A LOS SAHARAUIS DE RESPONSABILIDAD

Amnistía Internacional ha considerado que, si bien las fuerzas de seguridad marroquíes no tenían intención de emplear la fuerza excesiva en el desalojo del campamento, los asaltos cometidos contra "saharauis que no suponían amenaza alguna" contribuyeron a escalar la violencia en el Sahara Occidental, en particular en El Aaiún, donde la Policía llegó a emplear munición real para dispersar a los manifestantes.

Sin embargo, en su informe, la ONG no exime a los saharauis de responsabilidad en el incidente, y denuncia que las acciones de algunos manifestantes saharauis "al atacar de manera presuntamente deliberada" a las fuerzas marroquíes, en actos de "violencia planeada", también hicieron su parte a la hora de incrementar la tensión.

Amnistía Internacional contradice explícitamente al ministro de Interior marroquí, Taieb Cherkaoui, quien aseguró que "no se había disparado un solo tiro". La ONG cita testigos en su informe que no sólo han visto como los saharauis recibían el impacto de balas de goma, sino de munición real en los disturbios de la capital.

"ESCASA TOLERANCIA" DE RABAT

Amnistía también destaca la "escasa tolerancia" demostrada por las autoridades marroquíes contra aquellos que se expresan abiertamente a favor de la autodeterminación del Sahara Occidental, donde el trabajo de los defensores de los DDHH se ve "obstaculizado" y limitado por "abusos, vigilancia, limitaciones de la libertad de movimiento, y persecuciones motivadas políticamente".

AI dice además que, frente a los cerca de 200 saharauis detenidos en su momento, ningún miembro de las fuerzas de seguridad marroquíes ha sido acusado formalmente por estos actos de violencia perpetrados. Para AI, que recuerda que Marruecos promulgó hace cuatro años una ley contra la tortura, "el largo patrón de impunidades" exhibido por el reino alauí "permanece inalterado".

La ONG lamenta que "las estrechas restricciones" impuestas por las autoridades marroquíes a la hora de conocer sobre el terreno lo ocurrido no sólo han dificultado la obtención de información, sino que "en parte" han provocado la divulgación de noticias equivocadas sobre el fallecimiento de un número de saharauis más alto del finalmente estimado.

SIN ACCESO A 130 SAHARAUIS DETENIDOS

AI lamenta que se le haya denegado el acceso a los cerca de 130 detenidos saharauis que siguen en prisión de los más o menos 200 arrestados inicialmente -de cuyo número Rabat no ha aportado más que "información imprecisa"-, así como la posibilidad de entrevistar a los miembros de las fuerzas de seguridad marroquíes heridos durante los enfrentamientos.

En términos generales "las autoridades marroquíes han publicado poca información adicional, más allá de lo que ya ha sido dado a conocer por los medios", según la ONG, que asegura que Rabat "no ha aportado evidencia alguna" que respalde la idea de que algunos de los residentes del campamento estaban retenidos contra su voluntad, como aseguran las autoridades.

Además, AI exige la divulgación de las imágenes íntegras, sin editar, filmadas por las propias fuerzas del asalto al campamento, una operación que se prolongó por espacio de 50 minutos y de la que sólo se han publicado 14 minutos de "contenido claramente editado" que "refleja la violencia exhibida por los manifestantes saharauis".

Marruecos no está investigando los sucesos de El Aaiún según...