viernes. 29.03.2024

Mario Vargas Llosa ha decidido romper definitivamente con el diario El Comercio, de Lima, que reproducía en Perú su columna Piedra de toque, cuyos derechos corresponden al diario madrileño El País. Para el Nobel peruano, El Comercio se ha convertido en una máquina propagandística de la candidatura presidencial de Keiko Fujimori, “violando las más elementales nociones de la objetividad y de la ética periodística”. A menos de una semana de la segunda vuelta, que enfrente a Keiko Fujimori con Ollanta Humala, acusa el diario de silenciar y manipular la información y de recurrir a las insidias y los golpes bajos de los peores pasquines que viven del amarillismo y el escándalo.

 

El Comercio es el periódico más antiguo de Perú. Fue fundado por la familia Miró Quesada, que también posee otros medios escritos como Perú 21 y los canales de televisión canal N (cable) y canal 4, el más importante del país. Vargas Llosa centra su acusación en un grupo de accionistas, entre los que individualiza a Martha Meier Miró Quesada. Para el Nobel peruano, El Comercio en una caricatura de lo que debe ser un órgano de expresión genuinamente libre, democrático y pluralista.

El anuncio de Vargas Llosa se produce a menos de una semana de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales (5 de junio), cuando la mayoría de las encuestas dan una ligera ventaja a Keiko Fujimori, pero con un margen que hace que el resultado final se presente todavía muy incierto.

El pasado 25 de mayo un destacado grupo de intelectuales, entre ellos el propio Nobel peruano, junto a Alfredo Bryce Echenique, Santiago Roncagliolo y Fernando Iwasaki, pidieran el voto por Ollanta Humala. A pesar de las divergencias políticas de los escritores que firmaron la carta, coincidieron en expresar su “enérgico rechazo ante la amenaza que, contra la democracia y la libertad de los peruanos, supone la posible resurrección de la dictadura fujimorista”.

Para estos intelectuales, que son las figuras más conocidas de la cultura peruana, el régimen de Fujimori marcó el período más siniestro en la historia de los gobiernos republicanos del país: “fue una década criminal cuyas funestas consecuencias no debemos olvidar, relativizar ni pasar por alto”. Y subrayaron que el mayor triunfo de la democracia peruana ha sido el rechazo a esa dictadura, el procesamiento judicial de sus líderes y el castigo legal a los innumerables delitos y crímenes contra la humanidad que cometió dicho gobierno.

El mismo día que se publicaba esa carta, uno de sus firmantes, Alfredo Bryce Echenique, publicaba en el diario Expreso un artículo en el que pedía que se escuche a Vargas Llosa cuando alerta de los peligros que acarrearía la victoria de Keiko Fujimori. El autor de Un Mundo para Julius se refirió a Alberto Fujimori como “un hombrezuelo, que fue capaz de torturar a su propia esposa (Susana Higuchi, de la que está divorciado desde 1994), contando para ello con la complicidad de su hija, hoy candidata”. Para Bryce Echenique la posibilidad de que gane Keiko Fujimori es lo que lleva a que Vargas Llosa “cabalgue de nuevo, valiente y muy claramente, en defensa de la libertad y los derechos humanos”.

Mario Vargas Llosa rompe con El Comercio por apoyar a Keiko