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NUEVATRIBUNA.ES / AGENCIAS - 25.8.2010

Los 33 mineros atrapados a 700 metros de profundidad desde hace 19 días en un yacimiento en Chile están en excelente estado de salud y ánimo en sus primeros contactos con el exterior, pero aún no han sido informados de que el rescate durará varios meses.

El presidente chileno, Sebastián Piñera, ha ratificado que la espera será larga. Los mineros, ha señalado, "probablemente no van a estar con nosotros en la superficie para el bicentenario (de la Independencia, el 18 de septiembre), pero sí van a estar con nosotros para la Navidad y el Año Nuevo".

Esto coincide con el cálculo hecho por los ingenieros acerca de que las tareas de rescate podrían durar unos cuatro meses. A eso de las 16 horas del martes, llegaron las últimas partes para ensamblar la perforadora Strata Raisebore Machina 950, máquina que deberá erosionar la roca creando un túnel por donde se pretende sacar a los mineros.

Los rescatistas trabajaron el martes haciendo la topografía del terreno donde una sonda deberá comenzar a perforar un hoyo de 66 centímetros de diámetro, para sacar a los mineros de los 700 metros de profundidad a que se encuentran.

Ingenieros, médicos y sicólogos trabajan codo a codo para que una operación de rescate tan larga termine con éxito.

Incluso el ministro de Salud, Jaime Mañalich, ha confirmado que ya que se ha pedido ayuda a expertos de la agencia espacial estadunidense NASA, pues la situación de los mineros "es muy similar a la de los astronautas que están por meses en estaciones espaciales".

Mientras tanto, los mineros han empezado a recibir mensajes de sus familiares, con lo cual se les quiere inyectar ánimo. Esto es muy importante, especialmente porque no se les ha dicho todavía cuánto durará el operativo para sacarlos de su encierro.

Las cartas de las familias les están siendo enviadas al fondo de la mina dentro de un tubo de plástico conocido como paloma, que se desliza por el mismo conducto por donde el domingo una sonda los contactó y los grabó con vida.

Respecto de las respuestas a los cuestionarios enviados al interior de la mina, los 33 mineros han revelado que ninguno de ellos tiene lesiones graves, aunque algunos presentan dolores articulares e irritaciones en los ojos producto del polvo ambiental. Se sabe que se mueven en un espacio de unos 40 metros aproximados.

En la noche del lunes se les hizo llegar bebidas isotónicas y el martes sopas proteicas de 235 cc, de distintos sabores, para que comiencen el proceso de alimentación. El ministro de Salud, Jaime Mañalich, ha advertido de que "la dieta se tiene que manejar con cuidado, para no elevar el perímetro de su cintura sobre los 90 centímetros. A este régimen, los trabajadores deben agregar ejercicios abdominales para no complicar la hora final del rescate, cuando intenten volver a la superficie por un conducto cuyo diámetro no superará los 100 centímetros".

El ministro de Minería, Laurence Golborne, realizó el lunes la primera comunicación con el grupo a través de un citófono introducido por el pequeño ducto. "Ministro, estamos bien; esperando que nos rescaten", le dijo el minero Luis Urzúa a Golborne cuando éste le preguntó cómo estaban.

Según Golborne, tras el derrumbe del 5 de agosto hubo al menos 48 horas en que los mineros podrían haber evacuado en caso de haber una escalera de emergencia en la chimenea o conducto de ventilación principal. Los fallos de seguridad de esta mina han llevado al presidente Piñera a anunciar la creación de un grupo de trabajo que analizará la legislación existente en esa materia. "Queremos que haya un antes y un después en materia de seguridad minera", dijo el lunes el mandatario al anunciar esta medida.

Mantener el ánimo: el reto más difícil para los 33 mineros chilenos que...