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NUEVATRIBUNA.ES / AGENCIAS - 17.01.2010

A las escenas dantescas que provocó el terremoto en el país más pobre de Latinoamérica, ha comenzado a sumarse ahora la violencia derivada de las dificultades para que la ayuda llegue a los damnificados. Los saqueos en la capital de Haití se han cobrado al menos dos víctimas mortales: la policía de Puerto Príncipe ha disparado a un grupo de saqueadores, dejando al menos un muerto. Asimismo, este domingo Naciones Unidas ha distribuido las imágenes del terrible linchamiento de un hombre a quien acusaban de robo.

Aunque inicialmente los saqueos no revestían violencia, a lo largo del fin de semana la agresividad ha ido en aumento. En Petion Ville —antaño una zona acomodada de la capital y uno de los barrios más sacudidos por el seísmo— varias personas lincharon este sábado a un hombre a quien acusaban de robo.

En las imágenes facilitadas por Naciones Unidas, se ve cómo dos hombres arrastran el cuerpo desnudo del supuesto ladrón, atado por los pies, mientras otros le golpean brutalmente con palos.

Finalmente, el hombre es quemado ante la mirada de la turba. Varias personas toman imágenes de la terrible escena con sus teléfonos móviles.

POLICÍA VERSUS SAQUEADORES

La policía haitiana ha abierto fuego este domingo ante varios saqueadores que robaban en un mercado de Puerto Príncipe. Al menos uno de ellos ha fallecido, según ha declarado un fotógrafo de AFP.

Los saqueadores estaban llevándose mercancías del mercado Hyppolite cuando uno de ellos, un hombre en la treintena ha recibido un disparo en la cabeza. Ha fallecido. De inmediato, otro de los ladrones se ha llevado la bolsa del fallecido.

El enfrentamiento entre los saqueadores y la policía ha proseguido y los refuerzos policiales han llegado al lugar de los hechos armados de fusiles.

Cinco días después del seísmo, los saqueadores se multiplican en la capital de Haití. Una gran parte de la población afectada no tiene qué llevarse a la boca, ni siquiera agua potable. La distribución de la ayuda internacional está resultando sumamente difícil por la destrucción de las principales vías de comunicación.

Los saqueadores: nuevas víctimas de la misma tragedia