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NUEVATRIBUNA.ES / AGENCIAS - 13.4.2009

El jefe de los piratas somalíes que han tenido retenido al capitán del Maersk Alabama, Richard Phillips, durante cinco días, han amenazado con vengarse por la muerte de tres de sus hombres y la detención de cuatro de ellos en la operación de rescate del estadounidense. El líder de este grupo de piratas, Abdi Garad, ha asegurado que "los estadounidenses mintieron y han matado a nuestros amigos, que habían acordado poner en libertad a los rehenes sin rescate, pero os digo que este caso dará lugar a represalias y perseguiremos, en particular, a los ciudadanos de Estados Unidos que viajen por nuestras aguas".

"Vamos a intensificar nuestros ataques y la próxima vez que capturemos a un estadounidense, que no esperen nuestra misericordia", ha añadido Garad, en la aldea costera de Eyl, una guarida de piratas situada a unos 800 kilómetros de Mogadiscio. Un portavoz de los piratas, Mohamed Dualeh, ha señalado lo siguiente: "Hemos hecho un gran esfuerzo para negociar la entrega de rehenes de manera pacífica, pero cuando nuestros piratas pidieron cambiar al rehén de barco finalizó todo contacto con funcionarios de EE.UU.".

UNA TENSA NEGOCIACIÓN

La banda de piratas ha cumplido con su amenaza de luchar hasta el final si eran atacados por las tropas estadounidenses. Además, presionaron para conseguir un rescate de hasta un millón y medio de dólares a cambio de la libertad del capitán, que intentó sin éxito escapar del barco.

Los captores se encontraban en un bote salvavidas del propio carguero danés, después de que la tripulación consiguiera retomar el control del barco y apresar a algunos piratas, con los que presionaron a los somalíes para forzar un canje de rehenes. El barco llegó el sábado al puerto de Kenia, su destino original. El FBI había enviado negociadores que "están especializados en estos casos" y fuentes del Pentágono propusieron a los piratas que se entregaran de forma pacífica, aunque advirtieron que no descartaban liberar al capitán de cualquier forma.

OTROS 250 REHENES AÚN EN PODER DE LOS PIRATAS

Phillips era uno de los 250 rehenes que los piratas somalíes retienen para conseguir algún tipo de rescate por ellos. El pasado sábado, otro barco estadounidense, en este caso con bandera italiana, fue apresado con 16 tripulantes a bordo en aguas del océano Índico, en una semana en la que los piratas han abordado una decena de embarcaciones.

El secuestro del capitán Phillips ha llevado este problema a la primera plana de los medios de información. Según un diplomático que sigue el problema somalí desde Kenia, "una vez más, la implicación de un americano ha hecho que las potencias mundiales se interesen".

El Maersk Alabama, barco contenedor de la empresa Maersk Line, cuya tripulación estaba formada por 20 marineros estadounidenses, fue atacado el miércoles a unos 500 kilómetros de la costa de Somalia. El Presidente de EE.UU., Barack Obama, ha afirmado que está "muy contento" con el resultado de la operación y ha pedido más esfuerzos para prevenir los actos de piratería.

Asimismo, el Gobierno somalí ha felicitado a Estados Unidos por la operación de rescate, asegurando que este acto ha ayudado a frenar el fenómeno de la piratería. "Espero que esta operación sea una lección para otros piratas que mantienen rehenes capturados en otros barcos", ha indicado el portavoz del gobierno somalí, Abdulkadir Walayo.

Los piratas que secuestraron al capitán de EEUU claman venganza