jueves. 28.03.2024
NUEVATRIBUNA.ES / AGENCIAS - 8.7.2009

Esta mañana han sido los uigures los primeros en salir a las calles de la capital de Xinjiang, Umruqi, provistos de palos y todo tipo de armas improvisadas, para protestar por la persecución que vienen sufriendo por parte de los chinos de la etnia ‘han’. Los miembros de esta etnia protagonizaron los incidentes del martes cuando, armados con palos y barras de hierro, clamaron venganza contra los musulmanes, que son la población mayoritaria en la región, amenazando con lincharles. Según el testimonio de Akbar, un musulmán de 20 años que ha hecho declaraciones a la agencia AFP, “la pasada noche, unos 300 hans atravesaron el cordón de seguridad y atacaron casas y un restaurante, llegando incluso a golpear a un hombre de 50 años".

Y este miércoles los "han" han respondido a las protestas de los uigures con una manifestación en la que han participado un millar de miembros de esta comunidad, desafiando a la gran cantidad de efectivos de la Policía antidisturbios que han sido desplegados. Según las últimas noticias que llegan de la zona, ya se han producido varios choques entre la multitud, lo que ha llevado a actuar a la Policía y el Ejército, que han detenido a varios presuntos cabecillas de las protestas, lo que ha hecho que los manifestantes pidan a gritos que les liberen.

Esta mañana se podía ver a dos chicos jóvenes en el centro de la ciudad que eran rodeados por una turba que intentaba golpearles. "Tenemos miedo de ir a cualquier parte. Hacer cosas normales se convierte en aterrador", explicaba un hombre de unos 50 años. Grupos de chinos de etnia "han" rodeaban a los periodistas que cubren los acontecimientos para expresar su rabia por la actuación policial, ya que tanto ellos como los uigures se quejan de la persecución a la que están siendo sometidos y se culpan mutuamente de las víctimas que han dejado los sucesos violentos.

El propietario de una tienda en el centro, de etnia "han", asegura que quiere seguir protestando, aunque admite que la fuerte presencia de la Policía y el Ejército hace que se le quiten las ganas. En su opinión, "los uigures son unos mimados como los pandas" porque "cuando roban, violan o matan se salen con la suya". "Si los "han" hicieran lo mismo seríamos ejecutados", añade.

Los disturbios estallaron el pasado domingo, cuando una protesta de la minoría uigur acabó con un baño de sangre que dejó 156 muertos y más de un millar de heridos, en los hechos más graves ocurridos en China desde la matanza de Tiananmen. La región de Xinjiang lleva décadas siento una zona de conflicto étnico.

Los musulmanes protagonizaron la manifestación, en principio pacífica, para protestar por el linchamiento que sufrieron el pasado 26 de junio los trabajadores uigures de una fábrica de juguetes después de que se extendiera el rumor de que habían violado a dos jóvenes de etnia han. Dos uigures murieron en este enfrentamiento. Según los testimonios recogidos por agencias extranjeras como la española EFE, la población uigur estaba furiosa por el hecho de que el Gobierno chino intentara ocultar el linchamiento de uigures del 26 de junio. "Nos tuvimos que enterar por Internet", se lamentaron, justificando las protestas pacíficas de estudiantes el domingo pidiendo que Pekín contara la verdad y castigara a los culpables.

Uigures y chinos coinciden en que la cifra de muertos el 5 de julio es muy superior a la que da el Gobierno, y los primeros señalan que en los incidentes del martes, en los que los chinos buscaban "venganza", también hubo al menos cuatro fallecidos. Un testigo ha asegurado haber visto como un grupo de chinos han apuñalaba a una chica uigur.

TOQUE DE QUEDA Y CENSURA

Durante la pasada noche, el Ejército comunista ha patrullado por las calles con vehículos blindados. Durante las 11 horas de prohibición de civiles en las calles (de 21.00 a 8.00), se pudo escuchar a las patrullas en formación, corriendo y cantando marchas militares, como pudo comprobar Efe durante toda la noche.

Helicópteros del Ejército de Liberación Popular chino (ELP) sobrevuelan la ciudad asolada por las protestas, que el martes provocaron graves destrozos en el barrio uigur, arrasado por masas enfurecidas de chinos han. Los negocios de ese barrio, en el centro de la ciudad, han amanecido con cristales rotos, instalaciones destrozadas, y sus habitantes uigures dominados por el pánico, aunque algunos de ellos se han atrevido a salir a la calle y hablar con los periodistas. "Los disturbios del domingo estaban orquestados", ha asegurado uno de los vecinos uigures del barrio, quien ha declarado que esta etnia siempre ha vivido "pacíficamente" en Urumqi y "no tiene nada en contra de los chinos han".

Los medios informativos extranjeros presentes en la zona denuncian, por otra parte, que las autoridades chinas intentan limitar su trabajo con retenciones y requisando materiales. La censura se ha concretado además en el "apagón informativo": desde la 1 de la madrugada de este miércoles, la agencia oficial Xinhua ha dejado de informar sobre el conflicto étnico, y tampoco aparecen más imágenes de enfrentamientos en la televisión estatal CCTV.

Numerosas webs y blogs en el extranjero están bloqueadas en todo el país o su acceso es limitado, se ha censurado la popular red social Facebook y también siguen inaccesibles, como anteriormente, el servicio de alojamiento de vídeos YouTube y la web de "microblogging" Twitter.

Los choques entre uigures y "han" provocan nuevos linchamientos