sábado. 20.04.2024

Letonia tiene una extensión de 64.589 km2. Situado a orillas del mar Báltico, limitando al norte con Estonia, al este con Rusia y al sur con Bielorrusia y Lituania.

Letonia destaca por sus llanuras, que están cubiertas de depósitos de tierra y barro dándose grandes extensiones de coníferas. La llanura de Semigalia se encuentra situada al sur del país, siendo la zona más fértil, por lo que se le considera el granero del país. En estas grandes llanuras no encontramos con suaves colinas. La máxima altitud es la colina Gaizim, que alcanza los 311 metros, situada en la parte centroriental del país.

Es un país que tiene muchísima agua, tanto en ríos como en lagos. Su principal río es el Dvina oriental, que nace en Rusia, atraviesa Bielorrusia y sus últimos 370 km transcurren por Letonia. Este río ha representado para los letonios desde la antigüedad una gran vía de comunicaciones.

Otros ríos importantes son el Gauja, el Lielupe que es el principal afluente de Dvina oriental y el Venta. El régimen de los ríos estonios es nival y pluvial.   El 60% del agua, que tiene Letonia, proviene de los países fronterizos.

En el territorio de Letonia hay más de 2.300 lagos de origen glaciar, situados mayoritariamente en la zona sureste. Debemos también destacar las turberas y áreas pantanosas.   La mayor parte de sus lagos son pequeños y de tipo eutrófico. Destaca el lago Lubanas. Mejorar la calidad del agua para beber y el sistema de aguas residuales son las dos prioridades que tiene el país a nivel ecológico.

La disposición de los residuos tóxicos es preocupante, tanto como reducir la polución del aire. Letonia ha asumido el compromiso ante la Unión Europea de ejecutar todas las directivas medioambientales de la legislación europea, pero va con  mucho retraso.

Letonia está bañado por el mar Báltico y tiene 531 km de costas, siendo una parte de ellas el golfo de Riga, que tiene poca profundidad y además lo aísla del resto del mar Báltico debido a la existencia de las islas estonias de Saaremma y Hiiumaa. El gran problema del golfo de Riga es que se encuentra muy contaminado.

En sus costas nos encontramos con dos puertos importantes el de Liepaja y Ventspils, que tienen la ventaja  de no helarse a diferencia de lo que sucede con el mar Báltico. Cabe destacar que en su costa hay una abundante pesca.

Letonia está situado en la parte septentrional de Europa, lo que hace que su clima sea frío, siendo los veranos frescos y los inviernos muy fríos y prolongados, con una duración de ocho meses. Su clima es de tipo continental pero suavizado por la presencia del mar Báltico.

La cercanía del mar hace que Letonia tenga una humedad elevada y un nivel de precipitación anual alto, siendo muy frecuentes que estas precipitaciones sean en forma de nieve. Este alto nivel de precipitaciones hace que el agua sea abundante como hemos visto en ríos y lagos, pero al mismo tiempo es un problema porque una parte importante de las tierras agrícolas necesitan ser drenadas, lo que encarece su producción

Tiene una población que ronda los 2.100.000 habitantes, con una densidad media de 34 habitantes por  km2. La composición de la población según su ascendencia, es: 58% letona, un 30% rusa, un 4% bielorrusa, 3% ucraniana y un 2% polaca y otras pequeñas minorías.

La discriminación a la que se enfrentan los rusos desde el año de la independencia del país en 1990, se constata en diversos campos sociales. Tienen diferencias con los letones en el régimen de propiedad, lo que los limita económicamente, además de la imposibilidad de recibir educación en su lengua.   Eso ha derivado en la asociación de los rusos alrededor de organizaciones no gubernamentales y partidos políticos que abogan por la posibilidad de recibir educación en su lengua y la no discriminación política desde 1994.

El hostigamiento sexual en los lugares de trabajo aunque ilegal, se acepta socialmente, provocando que muchas mujeres no lo denuncien. La violencia doméstica y los abusos sexuales siguen siendo dos amenazas difíciles de combatir a pesar de todos los intentos que desde el poder político se realizan.

El luteranismo tenía una mayor presencia hasta antes de la ocupación soviética, cuando era la religión mayoritaria. Desde entonces, el luteranismo ha tenido un declive mucho mayor que el catolicismo en los países bálticos. Los fieles ortodoxos pertenecen a la Iglesia Ortodoxa Letona, una comunidad autónoma vinculada a la Iglesia Ortodoxa Rusa.

La iglesia ortodoxa letona representa al 35% de la población, el luteranismo un 25 % y el movimiento católico está en el 20%. Dos cifras llaman la atención, el culto judío representa el 3% de la población a pesar de que los judíos letones fueron eliminados por los nazis y hay un 15% de la población que no es seguidora de ninguna religión

LA ECONOMÍA LETONA

Se basa fundamentalmente en la agricultura y en algunos sectores industriales como la textil y la siderurgia. La moneda nacional es el lat letón. La transición de una economía centralizada como era la soviética  a una economía de mercado ha supuesto fuertes convulsiones y grandes sacrificios sociales,  suponiendo una contracción del 60% de su PIB en tres años. En aquellos momentos, muchos letones recibían sus salarios no en dinero sino en especies, que posteriormente tenían que vender en el mercado.

La integración de Letonia en la Unión Europea, en 2004, ha supuesto un paso fundamental en su devenir económico. Este ingreso en la UE al igual que lo hicieron Finlandia y Estonia tiene un componente político muy importante porque lo que se intenta es separarse lo más posible del gigante ruso y buscar protección en Europa.

La renta per cápita de Letonia es la tercera más baja de la Unión Europea, solo superada por Bulgaria y Rumania, con unos 8.200 euros anuales por persona. Entre los años 2004 y 2007 fruto del ingreso en la Unión Europea, Letonia registró un crecimiento de vértigo, lo mismo que las otras dos repúblicas bálticas y comenzaron a denominarse los tigres del Báltico.

Sin embargo, este crecimiento no estaba asentado  sobre pilares económico sólidos, creándose una gran burbuja financiera e inmobiliaria, que terminaron por reventar. Provocó que la economía letona, entre los años 2008-2009, cayera un espectacular 24% de su PIB.

Consecuencia de esta caída económica hizo que el desempleo llegara hasta el 28%, siendo la emigración la única salida posible. Las remesas de los emigrantes letones es uno de los sectores que favorece el actual crecimiento del país.

El gobierno letón, siguiendo los dictados neoliberales impuestos desde la Unión Europea, subió la edad de jubilación a los 52 años, eliminando la protección laboral y las prestaciones sociales y sanitarias con la finalidad de recortar el gasto social. El sector público fue reducido en un 30% y los salarios de los letones disminuyeron en un 40%. Se introdujeron nuevos impuestos  todos de carácter indirectos que provocó una caída del valor de la vivienda en un 30% y la pobreza alcanzó al 70% de las familias letonas.

Después de esta crisis se ha salido con fuerza, evidentemente porque se había caído mucho. Los políticos letones están planteando entrar en el área del euro, pues sus datos macroeconómicos cuadran, con un déficit del Estado de sólo el 1,5% de su PIB, la mitad del señalado, su deuda pública es del 42% de su PIB muy lejos del 60% marcado. El salario medio de un trabajador letón es de 664 euros y la jubilación está de 262 euros.

Sin embargo, este ingreso en la zona euro propuesto por los políticos letones plantean serias resistencias en la población por la propia situación en la que se encuentra la zona euro. Muchos economistas cuestionan la estabilidad de su propia economía letona pues ven que el sector agrario y el de servicios son muy débiles. A ello debe unirse que el paro continuara muy alto durante muchísimo tiempo. Hay que considerar que  la tercera fuente de ingresos del Estado letón provienen de las remesas de sus emigrantes.

LA HISTORIA DE LETONIA

Los primeros habitantes de Letonia fueron tribus nómadas de cazadores, pescadores y recolectores que emigraron a las selvas de la costa del mar Báltico, tras la retirada  de los últimos glaciares. Alrededor del año 2.000 a C ,estos grupos fueron sustituidos por pueblos bálticos, tribus indoeuropeas que desarrollaron la agricultura y se instalaron de manera permanente en lo que hoy es Letonia, Lituania y el este de Prusia.

Suecos y rusos se disputaron este territorio durante los siglos X y XI. En el siglo XII, guerreros y misioneros germanos llegaron a la costa letona habitada entonces por los livios. En el año 1202, el obispo de la región, con permiso de Roma, creó la Orden de los Caballeros de la Espada.

Esta Orden, posteriormente, se transformó en los Caballeros Teutónicos en el año 1237, creando estos la llamada Confederación de Livonia formada por estados eclesiásticos, ciudades libres y regiones gobernadas por guerreros.

En el año 1558, Rusia invade el país con el objetivo de frenar la expansión polaco-lituana, haciendo desaparecer la Orden de los Caballeros Teutónicos y Livonia quedó desmembrada. Lituania, en el año 1583, se anexionó el área letona situada al norte del rio Dvina, la parte sur quedó anexionada a Polonia y Suecia se quedó con el norte de Estonia.  

Suecia ocupó, en 1621, Riga y Jelgava para así dominar Estonia y el norte de Letonia que fue confirmada esta conquista mediante la Tregua de Altmark, en el año 1629.

La región situada al oeste de Riga, sobre el mar Báltico, se organizó como Ducado de Courland y permaneció como súbdito semi-independiente de Polonia. A mediados del siglo XVII, Courland era una potencia naval y comercial en el norte de Europa.

Suecia mantuvo estos territorios hasta la Gran Guerra Nórdica, en la que tuvo que cederlos a Rusia por el Tratado de Nystad.

Durante le Revolución rusa de 1905, los letones vivieron las primeras acciones de reafirmación nacional. Los campesinos se levantaron en armas contra sus señores alemanes y los gobernantes rusos. Esta rebelión fue aplastada.

Tras le revolución rusa de 1917, el Consejo del Pueblo de Letonia proclamó la independencia, el 18 de noviembre de 1918. Se formó un gobierno dirigido por el líder de la Unión Campesina, Karlis Ulmanis. Letonia no pudo firmar un tratado de paz con la URSS, por el cual ésta nunca renunció a sus pretensiones territoriales.

En el año 1922, se realizó una Asamblea constituyente que redactó una constitución y se declaró como república parlamentaria. Sin embargo, la crisis económica mundial de 1929 y sus posteriores consecuencias provocaron el colapso del Estado. Desde 1934 a 1937, Letonia fue gobernada bajo el estado de excepción.

Al comenzar la segunda guerra mundial, con los acuerdos secretos entre alemanes y soviéticos, Letonia quedó bajo la hegemonía rusa. En el año 1939, Letonia se vio obligada a firmar un Tratado por el cual  se permitía la presencia militar rusa en el país. Ya en 1940, el ejército soviético tomó el país y el nuevo gobierno letón solicitó la incorporación de la república de Letonia en la URSS.

Entre los años 1941 y 1944 fue ocupada por el ejército nazi y quedó anexionada a la provincia alemana de Ostland, produciéndose una limpieza étnica de los judíos letones.

Tras la derrota alemana volvió el ejército ruso y se repusó el gobierno letón anterior, lo que provocó la huida de más de 65.000 letones a la Europa occidental. Entre los años 1945 y 1946, más de cien mil letones fueron deportados hacia Siberia por su oposición al régimen comunista.


El lat letón

Posteriormente, fue introducida la colectivización forzosa de la agricultura, lo que provocó un fuerte rechazó en el mundo agrario, que acabó con la deportación de otros 75.000 letones a Siberia. A pesar de esta represión política, asistimos a fuertes resistencias nacionalistas, pero ésta acabó derrotada en 1959. A partir de ese momento, se introduce el ruso como lengua obligatoria y se procede a una emigración rusa hacia Letonia.

Entre el periodo de 1960 a 1980, se vive un periodo de tranquilidad debido a que cada vez tiene más peso la población rusa y disminuye la incidencia nacionalista.

A partir de la aparición de la Glasnost en Moscú, en 1987, traída por Mijail Gorvachov dio alas al sentimiento nacionalista letón con una gran resurgimiento de los símbolos nacionales.

En octubre de 1988, se creó el Frente Popular de Letonia que reunía a gentes de distintos estratos sociales y políticos, que fue capaz de convocar grandes concentraciones populares.

Un año más tarde, el Congreso del Frente Popular de Letonia declaró la independencia del país. Pese a la resistencia rusa, ésta se consiguió y pasó a regirse por la antigua Constitución de 1938.

La declaración de independencia definitiva fue el 4 de mayo de 1990, volviéndose a regir por la Constitución de 1922. Ya en septiembre de 1991, Rusia reconoce la independencia de Letonia.

Desde entonces, Letonia ha ido buscando sistemáticamente la protección del mundo occidental. De esta forma se acuerda el ingreso en la Unión Económica Europea a través de un referéndum, el 20 de septiembre de 2003. Lo mismo sucede con el ingreso en la OTAN, en marzo de 2004. Ambos ingresos levantaron fuertes ampollas en Rusia.

Confiemos que los letones acierten en sus decisiones y se consoliden como país.

Letonia