sábado. 20.04.2024

Yemen tiene una extensión de 527.968 km2.  Dispone de algunas islas, destacando la de Socotora, que juega un papel muy importante para el control del tráfico marítimo con destino al canal de Suez. Recientemente, el gobierno de Saleh ha concedido permiso a Estados Unidos para la construcción de una gran base militar en la isla.

Podemos dividir a Yemen en cuatro regiones, la meseta costera conocida como Timahat situada en el oeste, las montañas occidentales, las montañas centrales y la región de Rub al-Jali.

La región de Timahat es una zona muy llana y destaca por su aridez. A pesar de esta sequedad tiene muchas lagunas y posee amplias zonas pantanosas, con abundantes mosquitos, que transmiten las fiebres palúdicas. La evaporación, que sufre la zona, es muy fuerte provocando que los ríos procedentes de las montañas se sequen, pero permite la existencia de aguas subterráneas. Éstas se están agotando muy rapidamente por hacerse un uso abusivo y desproporcionado de las mismas.

Las montañas occidentales llegan a alcanzar los 3.500 m de altitud y se forman numerosas mesetas. Es la zona donde se recibe más lluvia del país, lo que permite que se desarrolle la agricultura.

Las montañas centrales, que presentan una gran meseta con una altitud de más de 2.000 metros. Es una zona seca, con una fuerte oscilación térmica, de las más altas del mundo. En esta zona, también se da la agricultura. Es donde se sitúa su capital Sanaa (2.350m) y donde se encuentra el pico más alto del país, el Jabal al-Jali con 3.760 m de altitud.

El desierto de Rub al-Jali está situado por debajo de los mil metros de altitud y es el mayor desierto de arena del mundo. Practicamente es una zona donde nunca llueve.

Uno de los grandes factores, que limitan el desarrollo del país, es la carencia de agua, siendo uno de los países en los que la faltaa de esta es más angustiosa. Ante la escasez de aguas superficiales, se hace uso de las agua subterráneas, sin embargo hay un uso muy por encima de la capacidad de regeneración, lo que ha provocado que se agoten. Según los informes de las Naciones Unidas, para el año 2025, se encontraran sin agua.

 

El pastoreo intensivo, que practican los yemeníes, ha provocado una gran erosión de los suelos, que incide en una desertificación muy acentuada.

Yemen tiene una población de 24.300.000 habitantes, donde el 24% es población urbana y el resto es rural, por lo que estamos hablando de un país muy atrasado. La densidad es de 40 habitantes por km2. El 46,5% de su población tiene menos de quince años y su tasa de natalidad es muy alta rondando el 45 por mil habitantes. Su esperanza de vida está en los 62 años. La tasa de alfabetización es muy baja con un 50%, habiendo una gran discriminación de género, mientras que en los hombres la alfabetización ronda el 70%, en las mujeres escasamente pasa del 30%

La situación femenina yemení es muy preocupante, sólo el 29% de las mujeres trabajan fuera del hogar. Otro aspecto muy sangrante es que el 22% de las mujeres han sufrido la ablación genital.

La religión de los yemeníes es el islamismo, donde los suníes representan el 53% de la población y los chiíes el 47%. Practicamente no hay minorias religiosas

LA HISTORIA DEL YEMEN

Yemen es uno de los centros civilizados más antiguos del Oriente Medio. Entre los siglos XII a.C. y el siglo VI d.C., esta zona fue dominada por tres civilizaciones, los mineos, los sabeos y los himyaritas.

Ubicado en las rutas comerciales de la India, África y el Mediterráneo, fue célebre desde la antigüedad por el comercio de incienso, perfumes y mirra. Sus principales ciudades Ma’in, Ma’rib, Taima, Nagram que jalonaban las rutas de las caravanas. Se traían esencias aromáticas de Dhufour (Omán) y Punt (Somalilandia), que luego seguían el litoral del mar Rojo, hasta los mercados mediterráneos o, a partir de Taimá hacia Mesopotamia.

El conocido geográfo griego Ptolomeo se refería a Yemen como la Arabia Felix. A los pueblos mediterráneos llegaban caravanas cargadas de incienso, mirra, casia, cinamomo y láudano, al mismo tiempo que llevaban oro, ébano, marfil y seda, por lo que pensaba que Yemen era un país de fábula.

El máximo esplendor yemení fue con el denominado Reino de Saba, cuya capital era Ma’rib, que dio origen al mito a través de su misteriosa reina y su relación con el rey judío Salomón. Este reino monopolizó el comercio de las especias durante siglos.

En el año 630, llega a Yemen las doctrinas del islamismo. Desde ese momento pasa a formar parte del califato omeya de Damasco y posteriormente depende del califato abásida de Bagdad. A lo largo del siglo VIII, se forman en Yemen pequeños estados, regidos por distintas dinastías. A partir del siglo X, Yemen alterna periodos de independencia, y otros bajo hegemonía egipcia u otomana.

A partir del siglo XVI, aparecen los conquistadores portugueses, que se apoderan del puerto de Adén. Estos siglos se alternan con periodos de independencia, como otros donde son anexionados por la dinastía saudita o por el dominio egipcio. Sin embargo, a partir del año 1839, pasan a depender del Imperio británico, creándose dos protectorados.

A principios del siglo XX, Turquía y el Reino Unido marcaron la frontera entre sus territorios, que pasaron a llamarse Yemen del Norte y Yemen del Sur respectivamente.

Comenzaron a firmarse Tratados de amistad y a hacerse protectorados con los jefes tribales locales, proceso que concluyó en el año 1934, cuando los británicos se aseguraron el control de todo el sur del país hasta la frontera con Omán.

Durante la primera Guerra Mundial, el sultán del Yemen se alió con el Imperio Otomano, que era aliado de Alemania y se mantuvo fiel a él, hasta el final de la guerra. Con la desaparición del Imperio Otomano, Yemen recuperó su independecia en el año 1918 y fue nombrado rey Hamid ad-Din. En 1925, Gran Bretaña reconoció la independencia y en 1934 firmó un Tratado que garantizaba dicha independencia.

Yemen ingresa, en el año 1945 en la Liga Árabe y en 1947 en las Naciones Unidas. En el año 1962 es derrocado el rey y se establece la República Árabe del Yemen, conocida como Yemen del Norte, mientras que en la región del Adén (Yemen del Sur) se queda como un protectorado británico. En 1967, Yemen del Norte se transforma en la República Democrática Popular del Yemen, convirtiéndose en el primer Estado árabe comunista.

Manifestaciones recientes contra el presidente Saleh

En 1981, se llega a un acuerdo entre los dos Estados yemeníes para su reunificación y para ello consensuaron una Constitución. De este modo, el 22 de mayo de 1990, ambas repúblicas se unifican creándose la República del Yemen.

La vida de esta república se ha visto constantemente alterado por continúas guerras civiles y conflictos políticos. A lo largo del año 2011, hemos asistido a las revueltas populares contra el presidente Ali Abdullah Saleh, que se distinguía por su autoritarismo y que ha provocado recientemente su renuncia al cargo.

EL SISTEMA POLÍTICO YEMENÍ

El sistema de gobierno está dirigido por un Consejo Presidencial compuesto por cinco miembros, tres del antiguo Yemen del Norte y dos del Yemen del Sur, en función del peso demográfico de cada uno de los dos territorios.

El parlamento es bicameral. La primera cámara es la Asamblea de Representantes con 301 diputados y la Shura con 111 miembros. Entre las funciones del Parlamento destaca el elegir al Presidente de la República, entre los dos candidatos que concurran a las elecciones.

Prácticamente el sistema político es unipartidista, con el Congreso General del Pueblo, con 238 representantes en la Asamblea de Representantes. El presidente es elegido por siete años y los miembros del Parlamento por periodos de cinco años. La vida política se rige por la Constitución aprobada en el año 1991, pero ya ha tenido dos reformas la de los años 1994 y 2001. 

LA ECONOMÍA EN YEMEN

Es muy arcaica, como lo demuestra su renta per cápita, que es de unos 2.500 dólares por persona. Su agricultura es muy atrasada y solamente el 1% de su territorio es irrigable. Destaca la producción de mijo, sorgo y trigo. Cabe mencionar la calidad de su café. Últimamente está siendo muy cultivado el qat, que tiene propiedades narcóticas y cada vez aumenta su cultivo. El problema radica, en que es una planta, que necesita gran cantidad de agua, por lo que crea un problema muy importante debido a la escasez de la misma y a que todavía el país no tiene capacidad económica para obtener el agua desalada con lo que se podría minimizar este problema.

Como ya hemos visto anteriormente, la ganadería es muy importante en la vida de los yemeníes, al ser un pueblo mayoritariamente rural, destacando sobre todo la ganadería ovina.

Su peso industrial es mínimo, cabe mencionar la producción de materiales plásticos fundamentalmente tuberías y sus accesorios, le siguen la industria alimenticia, textiles, químicas, tabaqueras y de productos de papel.

Recientemente se ha encontrado petroleo y su subsuelo contiene grandes reservas de gas. En ello están puestas sus esperanzas para su futuro económico.

Yemen país legendario y comercial por antonomasía, tiene unos grandes problemas políticos y sociales. El agua es ya uno de los más acuciantes y si consiguen explotar de forma racional sus nuevos recursos energéticos les podría permitir desarrollar la desalinización con agua del mar y así garantizar un futuro como país. Es preciso, que acierten en su devenir político lleno actualmente de altibajos. Esperemos que vuelva a los yemeníes su tradiconal sonrisa.

Las contradicciones yemeníes