viernes. 29.03.2024

Aún queda un año para las elecciones al Parlamento Europeo, pero en breve todas las organizaciones políticas pondrán en marcha sus maquinarias para enfrentarse a ellas. Estos comicios son importantes por varias razones, aunque me voy a centrar en una: ¿qué futuro le espera a la izquierda?

En las anteriores elecciones de 2009 fue cuando comenzó a hablarse de la supuesta crisis de la socialdemocracia. Entonces no sólo el Partido Popular Europeo logró una ventaja electoral respecto al Partido Socialista Europeo de 14 puntos porcentuales y de 81 escaños, la mayor diferencia conseguida por un grupo parlamentario en esta cámara. Además, la inmensa mayoría de los gobiernos progresistas fueron derrotados en la urnas, algo que no sucedió con los conservadores.

Pero, ¿qué explica estos resultados? ¿Son los europeos tan conservadores que es difícil una victoria de la izquierda? El Gráfico 1 muestra la evolución ideológica de los europeos entre 1978 y 2007. Podemos ver que hasta finales de los 80 había una abrumadora mayoría social conservadora. Esto no impidió que el grupo socialista fuera mayoritario en el Parlamento Europeo hasta 1999, aunque las formaciones de derechas en su conjunto sumaban más eurodiputados.

Con la incorporación de los países del sur de Europa y parte de los países nórdicos, el porcentaje de ciudadanos conservadores fue disminuyendo, mientras que los progresistas se mantenían constantes. Además, los votantes de centro también aumentaron. De hecho, en estos momentos hay un triple empate entre los tres grupos ideológicos, lo que arroja más incertidumbre a los resultados.

Gráfico 1. Ideología de los europeos (1978-2007)

Fuente: Eurobarómetros

No obstante, no podemos olvidar que parte de los resultados electorales del Parlamento Europeo se explica por la situación interna de cada país. Es decir, la política nacional influye de forma notable en el comportamiento electoral de las elecciones europeas. Además, como elecciones de segundo orden, se suelen utilizar para lanzar “avisos” o señales a los gobiernos.

En estos momentos, sólo 6 ejecutivos en la UE pueden ser ubicados en la izquierda, cuando en 2009 eran 9. Si los ciudadanos siguen castigando a los partidos del poder por la evolución de la crisis económica, no podemos descartar un avance de la izquierda respecto de las elecciones europeas de hace 5 años.

Pero al margen de cuestiones electorales, seguramente el mayor reto que tiene por delante la socialdemocracia es elaborar un proyecto político común. Las divisiones entre norte y sur son evidentes. Mientras que los socialistas del centro y del norte de Europa esperan reformas estructurales y una mayor responsabilidad en las cuentas públicas en los países mediterráneos, los socialdemócratas del sur reclaman una política económica más expansiva a sus socios del norte. No son grupos homogéneos y monolíticos, desde luego, y tanto en el norte como en el sur hay “disidentes” que creen que sus compañeros geográficos no tienen toda la razón. Seguramente, ambas posiciones están en lo cierto y el futuro de la socialdemocracia europea debe conjugar las dos perspectivas: tan necesarias son las reformas en los países del sur, como elaborar una política económica más allá de la austeridad por parte de aquellos que tienen ahora mismo excedente de capital.

La socialdemocracia en las próximas elecciones europeas