sábado. 20.04.2024
NUEVATRIBUNA.ES / AGENCIAS - 20.3.2010

El Papa Benedicto XVI ha efectuado un llamamiento al "perdón de los pecadores" pero "intransigencia con el pecado" y ha abogado por la reconciliación de las personas en el Ángelus dominical que ha presidido en la Plaza de San Pedro de Roma.

El Papa ha explicado que la "misericordia de Dios es expresión de su inmenso amor, no condena al pecador, a ningún hombre o mujer, sino que exige retomar constantemente el camino de la conversión a Él usando como herramienta especialísima el Sacramento de la Reconciliación". Benedicto XVI ha aludido al pasaje bíblico del Evangelio de San Juan para reflexionar sobre la mujer que es encontrada en adulterio y llevada luego ante Jesús por parte de los fariseos, para "ponerlo a prueba": "Los acusadores hipócritas fingen confiarle el juicio, cuando en realidad es a Él mismo a quien quieren acusar y juzgar (...) ¿Y cuál es su sentencia? 'Quien de ustedes esté libre de pecado, que tire la primera piedra'".

Ha afirmado igualmente que Dios desea para todos "el bien y la vida". "Él da la salud a nuestra alma por medio de sus ministros, liberándonos del mal con el Sacramento de la Reconciliación, para que ninguno se pierda, sino que todos tengan modo de convertirse", ha dicho y ha concluido la homilía recomendando a los fieles que sean "intransigentes con el pecado" pero "indulgentes con las personas".

Este sábado, el Papa ha garantizado que los culpables de los abusos a menores responderán "ante Dios" y los tribunales, en lo que es la primera declaración pública formulada desde el Vaticano ante este tipo de acusaciones.

Además, ha asegurado que siente "vergüenza y remordimientos" por el sufrimiento experimentado por las víctimas de estos abusos. "Me perturba la información que ha salido a la luz sobre el abuso de niños y jóvenes vulnerables por los medios de la Iglesia en Irlanda. en particular por los sacerdotes y religiosos", ha escrito el Papa en una carta dirigida a los católicos de Irlanda, en la que añade: "Sólo puedo compartir la consternación y la sensación de traición que tantos de vosotros habéis experimentado al conocer estos actos criminales y pecaminosos y la forma en la que las autoridades eclesiásticas en Irlanda han manejado esta cuestión".

El Papa declara su intención de reunirse en persona con algunas de las víctimas. "Habéis sufrido penosamente y lo siento mucho", afirma en la pastoral, que fue firmada ayer y que será leída mañana en forma de sermón en todas las iglesias católicas de Irlanda, país que tiene previsto visitar "a su debido tiempo" para poner en práctica medidas de carácter "renovador". "Sé que nada podrá deshacer el mal que habéis sufrido. Vuestra confianza ha sido traicionada, y vuestra dignidad violada. Muchos de vosotros os habéis dado cuenta de que, cuando habéis reunido el valor para hablar, nadie os ha escuchado", indica en la misiva.

Benedicto XVI dice que los culpables de este abuso "responderán ante Dios y ante los tribunales pertinentes por las acciones criminales y pecaminosas que han cometido". De igual modo, el Papa reconoce que esta crisis ha sacudido las creencias de muchos fieles y que ha llevado incluso a muchos a renegar de la Iglesia Católica. "Se ha oscurecido la luz del Evangelio hasta un punto al que ni siquiera habían llegado siglos de persecución", lamenta.

CULPABLES Y ENCUBRIDORES

A los culpables, el Papa les insta a que "asuman la responsabilidad de sus pecados" y "busquen personalmente la expiación por sus acciones". Y les acusa: "Habéis traicionado la confianza que habían depositado en vosotros esos jóvenes inocentes y sus padres, y debéis responder por ello ante Dios Todopoderoso y ante los tribunales pertinentes. Habéis traicionado el cariño de la gente de Irlanda, y habéis avergonzado y deshonrado a vuestros hermanos".

"Además del daño inmenso causado a las víctimas, se ha dañado enormemente a la Iglesia y la percepción pública del sacerdocio y la vida religiosa", añade Benedicto XVI, antes de instar a los responsables a purgar sus pecados y a ponerse en manos de los tribunales de manera voluntaria. "Reconoced abiertamente vuestra culpa, y someteos a las demandas de la justicia, pero no desesperéis de la piedad de Dios".

Benedicto XVI se dirige tanto a los responsables como aquellos quienes les encubrieron. "Hay que admitir graves errores de juicio y fallos de liderazgo que han minado seriamente su credibilidad y eficacia", señala. "Sólo a través de una acción decisiva, llevada con completa honestidad y transparencia, restaurará el respeto y la buena voluntad de los irlandeses hacia la Iglesia a la que hemos consagrado nuestras vidas".

El Papa Benedicto XVI propone en su misiva una serie de "iniciativas concretas" para que los católicos de todo el mundo tengan la oportunidad de "reparar los pecados del abuso que tanto daño han causado y, al mismo tiempo, imploren la gracia de una fuerza renovada y un profundo sentido de propósito por parte de todos los obispos, sacerdotes, religiosos y fieles", en general. A tal efecto, anuncia su intención de realizar una Visitación Apostólica a ciertas diócesis irlandesas, que se desarrollará "a su debido tiempo" y en colaboración con la Curia Romana y la Conferencia Episcopal de Irlanda, para ayudar a la Iglesia local "en su camino a la renovación".

De igual modo, propone la creación de una Misión a nivel nacional, que contará con la asistencia de "predicadores experimentados" de todas partes del mundo, en la que sus asistentes podrán "apreciar con mayor profundidad sus respectivas vocaciones y redescubrir las raíces de su fe en Jesucristo".

La 'receta' papal: "Perdón al pecador e intransigencia con el pecado"