nuevatribuna.es
10 de junio de 2009, 9:16
NUEVATRIBUNA.ES / AGENCIAS -10.06.2009
Seis policías británicos han sido suspendidos de empleo después de que una investigación revelase presuntas torturas cometidas a detenidos durante dos operativos antidroga en el norte de Londres en noviembre del año pasado, según informa la prensa británica. Las informaciones de la investigación señalan que los sospechosos torturaron a los presos con asfixia simulada con agua, también conocida comowaterboarding.
Scotland Yard no ha revelado la naturaleza exacta de los hechos, denunciados por otro agente, pero la Comisión Independiente de Quejas contra la Policía (IPCC) ya los investiga. Oficiales británicos han expresado su "preocupación" por la seriedad de los mismos. Según testimonios de compañeros, los agentes hicieron uso de estas técnicas para sacar información a los detenidos sobre la localización de las drogas.
"La Junta de Protocolos Profesionales recibió la información de un empleado del Servicio de la Policía Metropolitana que transmitió su inquietud por la conducta de un pequeño número de oficiales en el distrito municipal de Enfield", dice un portavoz policial.
Seis policías británicos han sido suspendidos de empleo después de que una investigación revelase presuntas torturas cometidas a detenidos durante dos operativos antidroga en el norte de Londres en noviembre del año pasado, según informa la prensa británica. Las informaciones de la investigación señalan que los sospechosos torturaron a los presos con asfixia simulada con agua, también conocida comowaterboarding.
Scotland Yard no ha revelado la naturaleza exacta de los hechos, denunciados por otro agente, pero la Comisión Independiente de Quejas contra la Policía (IPCC) ya los investiga. Oficiales británicos han expresado su "preocupación" por la seriedad de los mismos. Según testimonios de compañeros, los agentes hicieron uso de estas técnicas para sacar información a los detenidos sobre la localización de las drogas.
"La Junta de Protocolos Profesionales recibió la información de un empleado del Servicio de la Policía Metropolitana que transmitió su inquietud por la conducta de un pequeño número de oficiales en el distrito municipal de Enfield", dice un portavoz policial.
