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NUEVATRIBUNA.ES - 29.06.2009

El pasado 2 de junio, Terry Lee Hankins de 34 años de edad fue ejecutado mediante inyección letal poco después de las 6 de la tarde, hora de Texas. Le habían condenado a muerte en 2002 por el asesinato de dos hijos de su esposa en 2001. Fue el ejecutado número 200 del mandato del actual gobernador. Está previsto que otros cinco hombres sean ejecutados en Texas hasta mediados de septiembre.

La ejecución de Terry Hankins es la número 16 en Texas desde que comenzó el año 2009, de un total de 30 en todo el país. Es la número 1.166 que se lleva a cabo en Estados Unidos desde que se reanudaron las ejecuciones en el país en 1977.

Amnistía Internacional ha denunciado en numerosas ocasiones que en Texas, antes de que en marzo de 2005 el Tribunal Supremo anulara la ejecución de menores, se había aplicado esta condena contra personas que eran menores de edad cuando cometieron los delitos que se les imputaban y contra personas que padecían graves enfermedades mentales. AI reconoce el derecho y el deber de los Gobiernos de llevar ante la justicia a los presuntos delincuentes, pero la organización "rechaza de forma tajante la pena de muerte, ya que viola el derecho a la vida y es la forma más extrema de pena cruel, inhumana y degradante".

AI PIDE AYUDA PARA FRENAR LA MATANZA

AI, a través de la web actuaconamnistia.org, solicita a la ciudadanía que presione para poner freno a esta "matanza legal". El objetivo de la ciberacción, según la ONG, es que el gobernador Richard Perry se pronuncie por el fin de esta pena "cruel e innecesaria", que colabore con la asamblea legislativa del Estado de Texas para abolir la pena de muerte y que, mientras tanto, tanto el gobernador como la junta de libertad condicional "hagan cuanto esté en sus manos para impedir nuevas ejecuciones en este Estado".

La otra matanza de Texas