Las fuerzas leales al régimen de Muamar Gadafi bombardearon nuevamente este viernes la sitiada ciudad de Misrata, sobre todo la carretera que conduce al puerto, cuyas instalaciones, en poder de los insurgentes, siguen siendo vitales para los habitantes del último bastión de los rebeldes en el oeste de Libia.
Al menos ocho personas han muerto y siete resultaron heridas -incluidos ancianos y mujeres- después de que la artillería de las fuerzas gubernamentales disparara alrededor de 120 cohetes contra Misrata, según informó un médico local a la cadena de televisión Al Yazira. Los rebeldes no han confirmado este balance de víctimas.
"Los carros de combate están bombardeando la zona de Nakl al Theqeel y las tropas están disparando con la artillería", declaró a Reuters un portavoz de los rebeldes, de nombre Gemal Salem. "Comenzó esta mañana, después se interrumpió y ahora se ha reanudado", agregó.
Las fuerzas del Gobierno mantienen en estado de sitio a Misrata desde hace más de seis semanas. Los rebeldes han advertido de que habrá una "masacre" en la ciudad si la OTAN no intensifica sus ataques aéreos y las organizaciones humanitarias han asegurado que el desastre se está extendiendo.
Por su parte, los aviones de combate de la OTAN han bombardeado las ciudades de Sirte y Al Aziziya, situadas en el oeste de Libia, según ha informado el canal de televisión estatal Al Jamahiriya.
"La ciudad de Sirte ha sido bombardeada hace poco por la agresión colonial cruzada", ha afirmado el canal. Sobre Al Aziziya, que se encuentra más al oeste que Sirte, ha dicho que "hace un rato fue bombardeada por la agresión colonial cruzada por segundo día consecutivo".
LA OTAN CONTINUARÁ SUS ATAQUES HASTA LA SALIDA DE GADAFI
Por su parte, el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, aseguró hoy que el mensaje conjunto de los líderes de Estados Unidos, Francia y Reino Unido sobre Libia "refleja" la unidad en la Alianza Atlántica, y confirmó que los ataques continuarán mientras Muamar el Gadafi siga en el poder.
"La OTAN continuará su operación mientras haya una amenaza sobre los civiles, y es imposible pensar que esa amenaza puede desaparecer" con la salida de Gadafi del poder, señaló Rasmussen al término de la reunión ministerial de la Alianza.
