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NUEVATRIBUNA.ES / AGNESE MARRA - 19.05.2010

La Cumbre EU-ALC ha finalizado este miércoles entre buenas palabras, y no tantos resultados. Los países andinos y los centroamericanos son los que han conseguido definir acuerdos .

El primero de ellos se firmó en la madrugada del lunes con el eje de Centroamérica -Costa Rica, Panamá, Nicaragua, Honduras, Guatemala y El Salvador- que a pesar de tener un comercio pequeño con la UE (6.690 millones de euros en 2009), el pacto supone la novedad de haberse firmado entre el bloque regional centroamericano, lo que ha obligado a estos países ponerse de acuerdo y superar las distancias.

El otro de los pactos concretos se produjo entre la UE y Perú y Colombia. Este acuerdo recogía una cláusula que obligaba a los latinoamericanos a respetar los derechos humanos, ya que en el caso de vulnerarlos los acuerdos serían eliminados. Un día después de la rúbrica Amnistía Internacional enviaba un informe
a Zapatero y a Colombia donde recordaba los más de 2.000 ‘falsos positivos’ que se ejecutaron durante el Gobierno de Uribe. Existen pruebas pero los asesinos gozan de impunidad. A pesar de que la UE conoce esta situación y de que se han hecho varias consultorías en Colombia que siempre han señala la vulneración de los derechos humanos, la eurozona ha hecho oídos sordos. Por lo que se puede suponer que la cláusula de la que tanto han presumido se podría considerar papel mojado.

El acuerdo que se quedó en el camino fue el de MERCOSUR. No llegaron a ninguna conclusión, pero tanto la UE como los países del cono sur – Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay- se mostraron contentos por haber reiniciado unas conversaciones que se habían suspendido en 2004. Las negociaciones entre ambos bloques continuarán en julio, a la espera de más concreción.

Entre las negociaciones firmes se encuentra el anuncio de la Comisión Europea que pondrá 125 millones de euros de subvención y facilitará la concesión de créditos por valor de 3.000 millones para financiar infraestructuras hasta 2013. En la cumbre también se aprobó la creación de la fundación eurolatinoamericana, pero no se puso de acuerdo sobre la ubicación de su sede, que se disputan Alemania, Francia e Italia.

TAN SÓLO INTENCIONES

Los países participantes se han comprometido a "combatir la impunidad", especialmente la de los delitos más graves del derecho internacional y, en concreto, los incluidos en el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional. Así lo reflejaba el sexto punto de la declaración conjunta firmada por los integrantes de la cumbre. En él se explica que "se deberán adoptar medidas de ámbito nacional u otro ámbito adecuado e intensificar la cooperación internacional, a fin de que dichos delitos sean sometidos a la acción de la justicia".

La decisión no pudo ser más oportuna, apenas unos días después de que suspendieran al juez Garzón por investigar los crímenes del franquismo. La noticia tuvo su lugar durante la cumbre y la presidenta argentina, CristinaFernández Kichner, quiso dedicarle unas palabras al juez: “Cuando juzgó al dictador chileno Augusto Pinochet y al represor argentino convirtió a este país en un faro en materia de derechos humanos".

Sin embargo Zapatero optó por no implicarse mucho y cuando le preguntaron si entre los delitos más graves del derecho internacional figuran los crímenes del franquismo, el presidente español se salió por la tangente: "Fue un régimen oprobioso, autoritario, que quitó la vida a muchas personas y muchas ilusiones. Pero ahora hay un gran debate sobre la responsabilidad de lo que puede ser una justicia internacional”. El valor de la rúbrica sobre este tema también se tendrá que demostrar en el futuro.

Zapatero tampoco se quiso mojar, ni concretar nada en materia de inmigración. La presidenta argentina al inicio de la cumbre denunció el “maltrato” que suponen las políticas migratorias europeas. El mandatario español se limitó a responder: “Nos responsabilizamos de ello”.

El otro tema que se salió a la palestra con timidez fue el de la reconstrucción de Haití. A esa reunión tan sólo asistieron los presidentes de Bolivia, Evo Morales, y Paraguay, Fernando Lugo, además de Rodríguez Zapatero. El presidente haitiano, Jean-Max Bellerive, recordó que hay un millón de personas en la calle y una temporada de lluvias a punto de agravar su situación. El anfitrión de la cumbre aseguró que la UE y los países latinoamericanos se comprometían a reconstruir el país "a largo plazo y al límite de nuestras capacidades". El presidente chileno no se mostró tan optimista y dijo que se habían logrado resultados, pero “no los suficientes”. La frase de Piñera resume bien una cumbre con líderes latinoamericanos más bien callados y apenas unos pocos europeos.

La Cumbre UE-ALC se cierra con pocos resultados y buenas intenciones