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nuevatribuna.es/ agencias - 07.02.2010

El presidente de Irán, Mahmud Ahmadineyad, ha dejado abierta una "puerta a la interacción" con la comunidad internacional tras anunciar el comienzo del proceso de enriquecimiento a nivel nacional de combustible nuclear para el reactor de Teherán, una decisión que podría suponer un golpe casi irremediable a las negociaciones con la comunidad internacional para enriquecer su uranio en el extranjero.

Este combustible nuclear era el que las potencias internacionales deseaban proporcionar a Irán a cambio de que las autoridades de Teherán les dieran su uranio de bajo enriquecimiento a un 3,5 por ciento, del que se sospecha que podría ser empleado en la fabricación de un arma de destrucción masiva, que Irán recibiría después con un enriquecimiento del 20 por ciento para utilizarlo en sus reactores y convertirlo en isótopos médicos con uso civil, despejando dudas sobre las intenciones pacíficas de su programa nuclear.

"He pedido al doctor (Alí Akbar) Salehi que se empiece a trabajar en la producción de combustible al 20 por ciento a través del uso de las centrifugadoras", anunció Ahmadineyad en relación al director del organismo nuclear iraní.

"Le habíamos dicho a Occidente que viniera e hiciera el intercambio, pero sabiendo que podíamos enriquecer nosotros mismos el combustible al 20 por ciento", aseguró el presidente en un discurso televisado. "Les dimos de dos a tres meses de plazo. Y ellos comenzaron un nuevo juego. Por eso le pedí al doctor Salehi que comenzara a trabajar en la producción del combustible".

"Las puertas a la interacción todavía están abiertas", añadió Ahmadineyad, quien especuló con la posibilidad de emplear tecnología láser para enriquecer el uranio, pero no dio mas detalles.

Con estas declaraciones, se aleja la posibilidad de un acuerdo en este sentido a pesar de que esta semana el Gobierno iraní se había pronunciado positivamente a su favor. Sin embargo, el sábado el propio secretario de Defensa estadounidense, Robert Gates, tachó de "decepcionante" la respuesta final dada por Irán respecto a esta negociación, marcada por los desacuerdos entre las partes negociadoras en cuanto a las cantidades de uranio a entregar y recibir.

Irán comienza a producir combustible nuclear