viernes. 19.04.2024

Intentona golpista en Ecuador

La sublevación de policías y militares contra la nueva Ley de Servicios Públicos ha sido descrita por el presidente Rafael Correa como "una conspiración que se ha venido preparando desde hace tiempo". El Gobierno de Ecuador ha anunciado a través de su cuenta de Twitter que decreta el estado de excepción en el país en respuesta a lo que el propio Correa ha definido como un "intento de golpe de Estado".
NUEVATRIBUNA.ES / AGENCIAS - 30.9.2010

Soldados ecuatorianos tomaron hoy la pista del aeropuerto de Quito, después de que éste fuera cerrado como consecuencia de la protesta que están manteniendo casi un millar de policías contra el presidente Rafael Correa. Todos los vuelos desde y hacia ese aeropuerto han sido suspendidos temporalmente.

Miembros de la Policía Nacional, en diversos puntos del país, están tomando cuarteles y calles principales. Exigen la restitución de beneficios económicos que les han sido recortados con una nueva Ley de Servicios Públicos aprobada en la noche del miércoles. Imágenes de televisión muestran a los manifestantes, en uniforme de tropa, quemando neumáticos en varios sitios de Quito.

Los uniformados han dicho que no cederán en su protesta. De hecho, han ocupado el Regimiento Quito (el mayor de la capital), a donde acudió el presidente Correa, aunque no pudo dialogar con ellos. "Si me quieren matar, que me maten", manifestó el mandatario desde el edificio tomado.

En un improvisado discurso brindado desde una ventana, Correa se quitó la corbata y se abrió la camisa para mostrar que no llevaba protección antibalas. Seguidamente, aclaró que no dará "marcha atrás" en la norma. Luego, al tratar de retirarse, recibió baldazos de agua, en medio de la turba. Su escolta tuvo que disparar bombas lacrimógenas para facilitar la evacuación presidencial.

Mientras tanto, el ministro de Seguridad Interna y Externa, Miguel Carvajal, dio una rueda de prensa urgente y confió en "que todo vuelva a la calma en pocos minutos". También el jefe de las Fuerzas Armadas de Ecuador, general Ernesto González, aseguró que las Fuerzas Armadas siguen siendo leales a Correa con esta declaración: "Nosotros estamos en un estado de derecho, estamos subordinados a la máxima autoridad que es el señor presidente de la República". Y añadió: "Vamos a tomar las medidas que correspondan, las que determine el gobierno nacional" para restablecer el orden.

El amotinamiento policial se extendió rápidamente hacia el resto del territorio nacional y existen carreteras y vías obstaculizadas. Se registraron también saqueos en varios negocios. De hecho, los agentes rebeldes llamaron a todo el país a la unidad y a protestar contra lo que consideran una injusticia contra su profesión.

Más tarde, el presidente ha denunciado que los sucesos que está viviendo este jueves Ecuador suponen un "intento de golpe de Estado" por parte de la oposición y ha precisado que la sublevación de los policías y los militares es "una conspiración que se ha venido preparando desde hace tiempo".

"Es inadmisible que los llamados a mantener el orden público sean los que lancen bombas lacrimógenas a su presidente", ha señalado en sus primeras declaraciones públicas desde un hospital militar donde se encuentra tras haber sido agredido por los policías que se manifiestan contra su Gobierno. Según sus palabras, se encuentra "prácticamente secuestrado". Asimismo, Correa ha hecho un "llamamiento a la calma" a los ciudadanos y aseguró que está dispuesto a perder su vida, porque después de él "vendrá miles de correas más" y "miles de revolucionarios".

Se trata de la primera crisis grave que enfrenta Correa, tras haber asumido el poder en 2007.

ESPAÑA CONDENA LA REVUELTA

España "no tolerará ningún tipo o intento de golpe de Estado en Ecuador", ha advertido este jueves el ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Miguel Angel Moratinos, nada más tener conocimiento de la revuelta policial que ha saltado en ese país.

El ministro se ha enterado de los hechos mientras comparecía esta tarde en la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso. A su término y tras hablar con el embajador de España en Quito, ha declarado a los medios de comunicación que "España condena cualquier intento de derrocar al Gobierno constituido, a la legalidad existente en Ecuador". Por eso, ha indicado que España estará "muy encima" de la situación en Ecuador y movilizará todo su "arsenal diplomático europeo e internacional para que esta revuelta acabe" y la legalidad constitucional "siga estando vigente en Ecuador".

Según los datos del embajador español en Quito, parece que la legalidad constitucional "no está en peligro" a pesar de que ha calificado los hechos como unas "revueltas graves y serias" por parte de la policía del país, ha relatado el ministro. Algunas noticias apuntan, ha añadido Moratinos, que las Fuerzas Armadas apoyan al presidente Rafael Correa, de cuyo estado de salud no tenía Moratinos información directa, después de que algunas informaciones dijeran que había resultado herido. Sobre este punto existe cierta confusión que podría deberse a que Correa camina con muletas tras haber sido operado recientemente en una rodilla.

ESTADO DE EXCEPCIÓN

Tras estos acontecimientos, el secretario jurídico de la Presidencia, Alexis Mera, ha anunciado en rueda de prensa desde el Palacio de Gobierno, que se declara el "estado de excepción por una semana" y que en ese periodo las fuerzas militares asumirán el control de la seguridad interna y externa del Estado. Inmediatamente después, el Gobierno ecuatoriano ha obligado a todos los canales de televisión y radio del país a que suspendan indefinidamente su programación y a emitir la señal pública, en la que se suceden las declaraciones críticas a los policías sublevados.

Países como Francia, España, Venezuela, Nicaragua, Cuba, Argentina, Bolivia, México y Estados Unidos han denunciado los hechos y han expresado su apoyo a Correa. Colombia ha seguido el ejemplo de Perú y ha cerrado sus fronteras. Los presidentes de los países miembros de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) han confirmado que se reunirán en las próximas horas en Buenos Aires para analizar la crisis en Ecuador y repudiar la sublevación contra el presidente Rafael Correa, según han informado fuentes oficiales.

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