jueves. 28.03.2024

Guantánamo, el enemigo 'número uno' de Estados Unidos

AGNESE MARRA
Una de las cárceles más infrahumanas del siglo XXI ha caído en su propia trampa. Los atropellos, las detenciones ilegales y las torturas han creado un nido de rencor que según los últimos datos del Pentágono hace que el 20% de sus presos salga de allí para unirse a la causa terrorista. Los norteamericanos crean su propio monstruo.
NUEVATRIBUNA.ES - 07.01.2010

Una evaluación del Pentágono revela que uno de cada cinco detenidos de la prisión militar de EE.UU. en la Bahía de Guantánamo se ha unido a grupos extremistas como Al Qaeda una vez puestos en libertad.

El comunicado que salió a la luz el miércoles se produce en medio de la revelación de que ex detenidos de Guantánamo se habían unido a Al Qaeda en la Península Arábiga, una rama de la organización con sede en Yemen que presuntamente está detrás del atentado frustrado del vuelo de Detroit.

De los 198 reclusos aún retenidos en las celdas infrahumanas de la cárcel estadounidense, 91 son yemeníes. Por eso, el presidente norteamericano, Barack Obama, no tardó en anunciar el martes que suspendía la extraditación de otros detenidos en Guantánamo a Yemen .

Otro informe previo, publicado por el Pentágono el pasado mes de abril, aseveraba que el 14% de los ex detenidos se han sumado o eran sospechosos de unirse a los grupos militantes, frente al 11% que lo hacía en diciembre de 2008. Sin embargo, funcionarios norteamericanos que han hablado bajo anonimato, han señalado que el porcentaje ha aumentado alrededor de un 20%.

El secretario de prensa del Pentágono, Geoff Morrell, se ha negado a comentar las últimas cifras, diciendo que seguían siendo datos clasificados, pero ha dicho a los periodistas que "la tendencia no tiene marcha atrás".

Mientras, Clive Stafford-Smith, representante de varios de los detenidos en la instalación, ha acusado a Estados Unidos de ofrecer “datos alarmistas”. “Si el Pentágono fuese honesto con las cifras haría públicos los nombres de aquellos que han vuelto a la lucha y las denuncias contra ellos. Vamos a tener esta discusión a la luz y dejar de engañar a la gente”, añadió.

ARBITRARIEDAD Y TORTURAS

Sin tener claro hasta donde los datos que se ofrecen son fidedignos, diversas asociaciones de derechos humanos han denunciado en diversas ocasiones cómo las infrahumanas condiciones de Guantánamo no son las ideales para rehabilitar a nadie, sino que colaboran a crear “más odio y rencor” señalan desde Amnistía Internacional (AI).

Los datos avalan las teorías de las asociaciones de Derechos Humanos. En los 8 años que lleva en funcionamiento esta cárcel, definida por Michael Ratner, presidente del Centro para los Derechos Constitucionales (CCR) de Estados Unidos, como “un campo de concentración nazi”, sólo un 5% de los presos han sido detenidos con cargos, el resto ha llegado hasta allí sin motivos justificados y sin ser sometidos a ningún juicio previo.

Las condiciones de tortura son de sobra conocidas. Aislamiento, interrogatorios aplicando palizas y todo tipo todo tipo de vejaciones. La falta de normativas y de respeto por lo otros también se produce a la hora de decidir quién debe ser liberado. Al igual que los funcionarios no saben por qué los detenidos están allí (sólo se lo suponen), cuando deben elegir a quién liberar la arbitrariedad es la norma.

El secretario de prensa del Pentágono, Geoff Morrell Morrell, ha reconocido que el proceso de selección para la liberación de los detenidos es una "ciencia inexacta". "Sabes, estamos haciendo las llamadas subjetivas basadas en el juicio, la inteligencia. Y así, la respuesta no es infalible en este ámbito. Eso es lo que hace esto tan difícil", ha señalado.

Un grupo especial creado por Obama se encarga de realizar "el trabajo de fondo que no se había hecho antes: Revisar la información pertinente sobre cada detenido y la amenaza que representan para determinar si deben ser perseguidos, detenidos o cesados", añadió el funcionario.

A pesar de que ahora intenten hacer su trabajo, en los últimos ocho años el 95% de los detenidos en Guantánamo no eran culpables de terrorismo, pero sí fueron sometidos a torturas que arramblaron con su dignidad.

Innumerables casos de ex presos han narrado su infierno en esta cárcel sin entender por qué estaban allí. Si los inocentes que han pasado por esa prisión han mostrado su miedo, desconfianza y repulsión a los Estados Unidos, qué se puede esperar de otros detenidos que sí tuvieran algún tipo de vínculo con el terrorismo. El rencor y el odio son los habitantes perennes de Guantánamo, cerrar ese nido de rabia es la primera medida para aplacar las ansias terroristas. Sin embargo ese cierre cada día se aplaza más. ¿Hasta cuándo?

Guantánamo, el enemigo 'número uno' de Estados Unidos