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NUEVATRIBUNA.ES / AGENCIAS 01.04.2010

La comunidad internacional ha comprometido 5.300 millones de dólares para ayudar a la reconstrucción de Haití en los próximos dos años y 9.900 millones a largo plazo tras el terremoto del pasado 12 de enero que mató a 220.000 personas y afectó directamente a 1,5 millones, de las cuales 1,3 millones siguen viviendo en refugios provisionales en la capital y otras 500.000 han huido a otras regiones.

Así lo anunció el secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, al término de la conferencia de donantes celebrada en la sede de la ONU en Nueva York. Ban destacó que los compromisos han superado las expectativas, que ascendían a 3.900 millones para los primeros dos años. "Esta es la solidaridad internacional en acción. Ahora tenemos que cumplir", dijo en rueda de prensa.

De esa cantidad global, casi 1.700 millones de dólares procederán de la Unión Europea y 1.150 de Estados Unidos. Canadá aportará 400 millones de dólares y Brasil 172 millones.

Para asegurar la eficacia y transparencia de la ayuda, se creará un comité de supervisión que revisará todos los proyectos los próximos 18 meses. El comité lo presidirá el presidente de Haití, René Préval, y será paritario entre la ONU y el Gobierno haitiano, empezando por el primer ministro de Haití, Jean-Max Bellerive y el enviado especial de la ONU para el país, Bill Clinton, que también asistió a la conferencia. "Tenemos que demostrar que la comunidad internacional puede alcanzar un nuevo nivel de impacto y eficacia", resumió la jefa de la diplomacia estadounidense.

La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, que viajó este jueves desde Nueva York a Haití para visitar varios proyectos de reconstrucción confirmó en la conferencia que la contribución española será de 346 millones de euros hasta 2013, cifra que está incluida en la contribución anunciada por la UE.

De la Vega comenzó su visita precisamente en uno de esos campos de desplazados, el de Mais Gaté, gestionado por Cruz Roja Española. Según datos facilitados por el Gobierno español, Cruz Roja Española está distribuyendo agua potable a 100.000 personas en 27 campos de desplazados donde, además, se dedican a gestionar los residuos y a promover buenas prácticas higiénicas: medidas sencillas como lavarse las manos tras usar las letrinas o separar la comida de la basura son clave para prevenir infecciones.

Según De la Vega, el caso de Haití "puede marcar un antes y un después en la política global de cooperación internacional" porque la conferencia ha estado precedida de un trabajo de diagnóstico de gobiernos, instituciones internacionales y sociedad civil. Así, avisó de que aunque "el reto es importante", la dificultad "es una excusa que el futuro nunca acepta. "Control, transparencia y coordinación, con todos estos parámetros podemos avanzar con mucha mayor eficacia, en un nuevo modelo cooperación internacional", añadió.

Incluso, dando un paso más allá, la comunidad internacional pretende aprovechar este esfuerzo para promover "un nuevo Haití" y así lo defendió claramente De la Vega, que apeló a todos los donantes a "acompañar a Haití en la labor de construir unas instituciones firmes y plenamente democráticas" y a hacerlo "con el mismo ahínco" con el que se está trabajando por la reconstrucción física tras el terremoto.

La 'número dos' del Gobierno español subrayó que, aunque la reconstrucción de infraestructuras es una tarea prioritaria, "la experiencia de los últimos años" -en los que Haití se ha visto sacudido por varios conflictos civiles- demuestra que la comunidad internacional debe "hacerlo mejor".

Por eso, abogó por ayudar a Haití a "conseguir una organización política que garantice un Estado estable, participativo, transparente y volcado en los ciudadanos", un Estado "capaz de asegurar a los haitianos los servicios básicos y una administración eficiente y honesta de sus intereses", porque sólo así Haití podrá llegar a ser un país "sostenible económicamente" y "más avanzado socialmente".

Casi tres meses después del terremoto, el alojamiento de los desplazados sigue siendo una prioridad acuciante, especialmente ante la llegada de la temporada de lluvias y de huracanes. En este capítulo, el Gobierno español asignará cuatro millones de euros a financiar la construcción de 1.500 viviendas prefabricadas destinadas a ser alojamiento permanente en zonas periféricas de Puerto Príncipe. Las primeras 500, según explicó De la Vega, llegarán en abril, y el resto a finales de junio o principios de julio.

Además de este campo, la vicepresidenta conocerá la escuela Familia San Vicente de Paúl, donde niños y niñas de entre cuatro y 14 años reciben cada día comidas que les aportan unas 800 calorías, la mitad de las necesidades energéticas de una jornada.

La escuela la gestiona el Programa Mundial de Alimentos (PAM) de la ONU, que está culminando la primera fase de distribución generalizada de alimentos para aliviar la urgencia inicial y la presión social y está poniendo en marcha ya una segunda fase en la que la comida se entrega a los grupos más vulnerables, como enfermos, niños o ancianos, en los mismos hospitales o escuelas.

El PAM fue el destinatario de una de las primeras medidas de respuesta del Gobierno español tras el terremoto, una subvención de 15 millones de euros para facilitar el reparto de alimentos. España ha dedicado también esfuerzos especiales -10 millones de euros hasta ahora, con la previsión de destinar cinco millones más- a rehabilitar escuelas y formar profesores para que las clases puedan reanudarse cuanto antes.

El Fondo de Agua y Saneamiento para América Latina y el Caribe, que lleva tiempo trabajando en Haití, ha realizado proyectos de emergencia por 10 millones de euros. En conjunto, España dedicó 70 millones a acciones de emergencia tras el seísmo.

El Gobierno español ha coordinado el envío de 26 vuelos con equipos de búsqueda, equipos médicos y personal especializado, un total de 700 personas y casi 70 toneladas de material médico, medicinas, tiendas de campaña y material de saneamiento, más 91 toneladas más enviadas desde el centro logístico de la cooperación española en Panamá y otros proyectos realizados en cooperación con otros países. En concreto, el Ejecutivo trabaja en una operación de envío de 40.000 toneladas de alimentos no perecederos junto a Brasil.

Por otro lado, en Petit Goave sigue el buque Castilla con 423 marinos y 27 médicos y sanitarios que prevén permanecer en el país hasta el 4 de mayo, a menos que se prolongue la misión.

De la Vega finalizará su visita reuniéndose con los cooperantes españoles en la Casa de España en Haití y, visitando al contingente español en la misión de la ONU (MINUSTAH) que contribuye a reforzar la seguridad en la zona desde el conflicto que llevó al exilio del entonces presidente Jean Bertrand Aristide.

España retiró su contingente militar de MINUSTAH tras las elecciones de 2006 pero mantiene allí 13 policías y 22 guardias civiles, según datos del pasado enero, a los que se sumaron otros 23 guardias civiles para colaborar en las tareas de ayuda tras el terremoto.

Fernández de la Vega aboga por construir un nuevo Haití "plenamente...