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NUEVATRIBUNA.ES - 17.01.2010

Han pasado cinco días. La comunidad internacional se moviliza pero los alimentos no llegan a los haitianos. La violencia, la rabia y la impotencia se convierten en una arma de destrucción masiva que se añade a una tragedia que le ha arrancado la vida a un país que ya estaba en ‘cuidados paliativos’.

La ONU igual que el aeropuerto de Puerto Príncipe se encuentra colapsada. Carreteras cerradas, falta de maquinaria para distribuir los equipamientos, y servicios de rescate que no sólo se enfrentan a los escombros, sino que también tienen que lidiar con la ira de una población que vuelve a sentirse abandonada.

Estados Unidos se ha postulado como uno de los salvadores de la pequeña isla. Obama ha comparecido en varias ocasiones para ‘dar aliento’ a los isleños. La secretaria de Estado, Hillary Clinton, llegó el sábado a la capital haitiana en un avión cargado con 25 toneladas de alimentos. El viernes zarpó desde Miami un barco-hospital provisto de medicación y equipos médicos que está previsto que llegue a principios de la próxima semana.

Pero la principal ayuda que anunciaban los norteamericanos, es la llegada de 10.000 soldados el próximo lunes. En principio tendrían como misión “restaurar el orden en el país”. El secretario de Defensa norteamericano se cuidó mucho ante de anunciar esta medida: “Queremos que quede claro que las tropas norteamericanas no son de ocupación sino de colaboración”. La historia de EEUU hace que inevitablemente se tenga que aclarar este tipo de cosas. A pesar de las ‘buenas intenciones’ la experiencia que han dejado en otros países hace que al menos se dude un poco sobre su “colaboración”.

Hasta el momento los soldados norteamericanos que están en la isla no han salido del aeropuerto a la espera de órdenes concretas. En las calles de la capital se han distribuido 7.000 miembros del cuerpo de paz de Naciones Unidas que tratan de controlar los brotes de violencia y mantener la seguridad.

A partir del lunes Haití estará ocupado por más de 20.000 soldados. Un país que a pesar de conocer bien lo que es estar militarizado , se mantiene alerta y miedoso ante este tipo de situaciones. El corresponsal de elmundo.es comentaba en su crónica: “A los ¡gringos¡ no los aguanta nadie. Chavales de 19 años con sus ametralladoras hasta con apoyador metálico por si hay que tumbarse a disparar a destajo. Los haitianos les tienen tanto miedo que cuando pasan delante de ellos levantan las manos. Al final siempre mandan más que los demás, y deciden quién busca a personas aquí o allá y quién patrullará esta zona o la otra. A los españoles no les hace mucha gracia. Al resto de países, depende”.

Portavoces de la Fundación Dara, especializada en analizar la efectividad de la ayuda humanitaria, declaraban ayer que la “militarización con tropas estadounidenses no servirá de nada para ayudar a los haitianos”. Desde DARA señalan la importancia de gestionar la ayuda y sobre todo “conocer al pueblo local y saber con quién distribuir los equipamientos”.

La ONU ha mostrado su preocupación por la lentitud con la que se está distribuyendo la ayuda, pero han asegurado no querer volver a cometer los mismos errores que tuvieron en el tsunami de Tailandia: “Hemos aprendido que tenemos que ponernos de acuerdo para repartir bien el trabajo”, señalaba ayer Ban Ki-moon en un arrebato de autocrítica.
Naciones Unidas también hizo el anuncio de un fondo de 550 millones de dólares, que se destinarán exclusivamente a la recuperación de las víctimas. Mientras, Obama anunciaba el Fondo ‘Bush-Clinton’ que servirá para concentrar las ayudas en efectivo que quieran ofrecer los norteamericanos.

DE LA VEGA: “NO LES VAMOS A FALLAR”

La vicepresidenta primera del Gobierno español, María Teresa Fernández de la Vega, llegó a la capital haitiana para conocer sobre el terreno las necesidades del país.

"He venido a apoyar con nuestra solidaridad al pueblo haitiano con el cual hemos estado desde el primer momento", ha comentado la 'número dos' del Gobierno. De la Vega ha aterrizado en el aeropuerto de Puerto Príncipe a las 06.10 hora local (las 12.10 hora peninsular española) en un Airbus de la Fuerza Área Española que transportaba 12 toneladas de material sanitario y de emergencia. Está acompañada por la secretaria de Estado española de Cooperación Internacional, Soraya Rodríguez, y la directora de la AECID, Elena Madrazo.

En el aeropuerto fueron recibidas por el secretario de Estado español para Iberoamérica, Juan Pablo de Laiglesia, y Pablo Yuste, jefe de emergencias de la AECID, que viajaron a Haití con la primera ayuda española tras el seísmo.

Después, la vicepresidenta primera visitó el campamento español y saludó a cada uno de los 84 cooperantes que están en el lugar. Ante ellos ha destacado el compromiso del Gobierno: "No les vamos a fallar". Además, ha resaltado la importancia de actuar de "forma coordinada" ante las demandas de varios cooperantes que le alertaban del retraso en la llegada de la ayuda humanitaria. En su agenda, está previsto que se reúna con las ONG españolas.

De la Vega recorrerá en helicóptero junto a los cascos azules algunas zonas afectadas por el terremoto. También tiene previstos varios encuentros de alto nivel para evaluar la situación y las necesidades. Se reunirá con el primer ministro haitiano y el presidente, René Preval. También verá al coordinador de la Unión Europea y el director de la ONU en Haití. Finalmente, acabará su visita al país con un encuentro con el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon.

Este lunes participará en Santo Domingo, en representación de la Unión Europea cuya presidencia rotatoria ejerce España, en una reunión convocada por el presidente de la República Dominicana, Leonel Fernández, para analizar medidas de ayuda a Haití.

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