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NUEVATRIBUNA.ES / AGENCIAS - 25.6.2010

Los obispos que el jueves 24 de junio estaban reunidos en el el Arzobispado de Malines-Bruselas debieron quedarse atónitos cuando un batallón de agentes de Policía irrumpió en el lugar para llevar a cabo un registro relacionado con algunas denuncias de abusos sexuales cometidos en su territorio.

"No nos dieron ninguna otra explicación, pero todos los documentos y los teléfonos móviles fueron confiscados y nos comunicaron que nadie podía dejar el edificio. Esta situación se prolongó hasta las 19.30 horas del jueves", ha relatado el portavoz de la Conferencia Episcopal, Eric de Beukelaer, en un comunicado. Durante el registro, la Policía interrogó a todas las personas presentes, ya fueran obispos o miembros del personal. "No ha sido una experiencia agradable, aunque todo se ha desarrollado de manera correcta", ha puntualizado Beukelaer.

Paralelamente, los investigadores procedían al registro del domicilio particular del cardenal Godfried Danneels (de 77 años), quien ocupó el puesto de arzobispo desde 1979 hasta enero pasado. Danneels negó el pasado mes de abril cualquier maniobra de ocultamiento de los abusos cometidos por el obispo dimisionario de Brujas, Mons. Roger Vangheluwe, que un día antes había dimitido tras admitir haber "abusado sexualmente" de un joven de su entorno inmediato “antes y después de ser obispo”.

La operación, decidida por la fiscalía de Bruselas, incluyó también un registro en las dependencias de la catedral de Sint-Rombouts (Malinas) situada al lado de la sede arzobispado, adonde la policía llevó dos camiones para trasladar documentos a la capital belga. De hecho, el portavoz lamenta en su comunicado que la Policía secuestrara todos los documentos de la comisión para la gestión de los casos de abusos sexuales en Bélgica que dirige el experto Peter Adriaenssens a cargo de la Conferencia Episcopal. "Esto va contra el derecho a la confidencialidad de que se deben beneficiar las víctimas que han decidido dirigirse a esta comisión. Tal acción perjudica por lo tanto gravemente el necesario y excelente trabajo de esta comisión", dice Beukelaer.

Mucho más dura ha sido, sin embargo, la reacción del Vaticano que llega a denunciar que durante el registro fueron "violadas las tumbas de los cardenales Jozef-Ernest Van Roey y Léon-Joseph Suenens, difuntos arzobispos de Malines-Bruselas". Y también se refiere a la incautación de la documentación comprometedora: "A la consternación por tales acciones, se añade el pesar por algunas infracciones de la confidencialidad, a la que tienen derecho precisamente las víctimas por las cuales se han llevado a cabo estos registros.

El secretario para las Relaciones con los Estados del Vaticano, monseñor Dominique Mamberti, ha convocado al embajador de Bélgica ante la Santa Sede, Charles Ghislain, para protestar contra el modo en que las autoridades judiciales de este país llevaron a cabo el registro del arzobispado, expresando "vivo estupor" por "las modalidades" en que fue realizado. Aun con todo, ha asegurado que "la Secretaría de Estado renueva la firme condena de cualquier acto pecaminoso y criminal de abuso de menores por parte de miembros de la Iglesia así como la necesidad de reparar y de afrontar tales actos de modo conforme a las exigencias de la justicia y de las enseñanzas del Evangelio".

Bélgica se vio envuelta a finales del pasado mes de abril en los escándalos de pederastia después de que salieran a la luz los casos de Irlanda, Alemania, Estados Unidos y Austria. A raíz de hacerse público el asunto que obligó a dimitir al obispo de Brujas, se presentaron cientos de denuncias ante una comisión independiente creada para esclarecer los abusos en el seno de la Iglesia católica.

El nuevo arzobispo de Malinas-Bruselas, André-Mutien Léonard, ha prometido una política de "tolerancia cero" frente a la pederastia. En mayo, los obispos belgas pidieron públicamente perdón a las víctimas de los curas pedófilos tanto por las agresiones sufridas como por el silencio de los responsables de la Iglesia.

El Vaticano se indigna por los registros y el secuestro de documentos